Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
- Isawa_Hiromi
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Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
El peso de Kashin en tu cintura se notaba distinto desde que habías salido de Deseos Olvidados. Decidiste antes de ir con Yashiko pasar por el barrio rojo del distrito Hiro para comprar un udon para llevárselo a Tarako, lo que pasa es que lo que te estaba esperando al llegar a ese barrio no era sin duda lo que esperabas.
Fuego, humo y olor a pólvora.
El caos. El barrio rojo se encontraba en un enorme caos de personas corriendo de un lado a otro, de apaga incencidios y de yakuzas que parecían indicar a los clientes que por favor salieran de aquella zona peligrosa, parecía que algo había explotado en el puerto y las llamas habían alcanzado a algunos edificios y el control del fuego estaba siendo complicado y peligroso.
La entrada del distrito estaba más tranquila pero hacia el fondo se veía el caos. El puesto del ramen estaba abierto, aunque recogido y la anciana estaba mirando hacia el interior de la calle principal, viendo el caos reinante con expresión preocupada.
En esa dirección se iba a aquella casa donde le cortaste el brazo a ese maleducado y las sombras se veían por doquier, pero no sólo estas, por un momento creíste ver una sombra en el aire entre las espesas columnas de humo, volando y si eso era cierto aquello no estaba lleno sólo de heimins e hinins.
Pero claro, este no era tu barrio, ni tu distrito, ni tu asunto... aunque... ¿qué estaba pasando?
Fuego, humo y olor a pólvora.
El caos. El barrio rojo se encontraba en un enorme caos de personas corriendo de un lado a otro, de apaga incencidios y de yakuzas que parecían indicar a los clientes que por favor salieran de aquella zona peligrosa, parecía que algo había explotado en el puerto y las llamas habían alcanzado a algunos edificios y el control del fuego estaba siendo complicado y peligroso.
La entrada del distrito estaba más tranquila pero hacia el fondo se veía el caos. El puesto del ramen estaba abierto, aunque recogido y la anciana estaba mirando hacia el interior de la calle principal, viendo el caos reinante con expresión preocupada.
En esa dirección se iba a aquella casa donde le cortaste el brazo a ese maleducado y las sombras se veían por doquier, pero no sólo estas, por un momento creíste ver una sombra en el aire entre las espesas columnas de humo, volando y si eso era cierto aquello no estaba lleno sólo de heimins e hinins.
Pero claro, este no era tu barrio, ni tu distrito, ni tu asunto... aunque... ¿qué estaba pasando?
"Nací con el mar
Libertad del estío
y profundidad."
"Los caminos no están para llegar a nuestro destino sino para recorrerlos"
"NOSOTROS somos Otosan Uchi, el resto son sólo palabras."
Isawa Hiromi, Dominatrix in Wonderland
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- Kakita Koji
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
Cuando se pedía a un palanquín llevarte al distrito Hiro, los porteadores parecían estar acostumbrados a obedecer con discreción, sin preguntar ni mirar de más.
Así que voy tranquilamente en el transporte, silbando distraído mientras tamborileo sobre la empuñadura de Kashin. Sigo pensando en la conversación mantenida con ésta, pero mi estómago va recordando el delicioso plato de fideos de aquella última vez conforme nos acercamos.
Sin embargo, nada más parece ser igual que entonces. Cuando me bajo y cruzo las puertas del distrito en busca del puesto, descubro un caos de personas corriendo, humo, resplandor de llamar lejanas y otras no tanto, y lo que más me llama la atención es un inesperado olor a pólvora.
-Ehm... pues... -dudo al llegar al puesto de comida, mirando a la anciana, al fondo de la calle, a los trastos recogidos, al cielo... ¿Será frívolo pensar en comida en medio de todo aquello? ¿Tendrá la cocinera los fogones apagados?
-¿Qué ha pasado? Da la impresión de que hubieran lanzado a la vez todos los fuegos artificiales de la inauguración de las fiestas... y de la clausura. ¿Un accidente en los almacenes, tal vez? -murmuro preguntándole a la dueña, por si ella sabe algo más de lo que haya sucedido allí.
Aunque no estoy muy seguro que los samurai, y mucho menos los shugenja, se preocuparan por un incendio fortuito en un distrito exterior. Así que , ¿qué hacen esos de ahí arriba...?
En cualquier caso, si esos pájaros ofrecen un mensaje claro, es que no es asunto mío.
Los escorpiones ya me han intentado matar hoy una vez en un incendio. Sería del género tonto darles una segunda oportunidad tan deprisa.
Ya. Yo también lo he pensado. Le respondo a Kashin. ¿Y si necesita ayuda?
-¿Hacia donde queda el dojo de la ronin Tarako? -le pregunto a la anciana al final. Me hago una idea pero no es mi barrio y la otra vez que estuve aquí todo era bastante diferente, con más tranquilidad y menos fuego.
Una vez que compruebe que todo está bien por allí, puedo venir y recoger mi comida. Seguro que no me lleva más de diez minutos...
Así que voy tranquilamente en el transporte, silbando distraído mientras tamborileo sobre la empuñadura de Kashin. Sigo pensando en la conversación mantenida con ésta, pero mi estómago va recordando el delicioso plato de fideos de aquella última vez conforme nos acercamos.
Sin embargo, nada más parece ser igual que entonces. Cuando me bajo y cruzo las puertas del distrito en busca del puesto, descubro un caos de personas corriendo, humo, resplandor de llamar lejanas y otras no tanto, y lo que más me llama la atención es un inesperado olor a pólvora.
-Ehm... pues... -dudo al llegar al puesto de comida, mirando a la anciana, al fondo de la calle, a los trastos recogidos, al cielo... ¿Será frívolo pensar en comida en medio de todo aquello? ¿Tendrá la cocinera los fogones apagados?
-¿Qué ha pasado? Da la impresión de que hubieran lanzado a la vez todos los fuegos artificiales de la inauguración de las fiestas... y de la clausura. ¿Un accidente en los almacenes, tal vez? -murmuro preguntándole a la dueña, por si ella sabe algo más de lo que haya sucedido allí.
Aunque no estoy muy seguro que los samurai, y mucho menos los shugenja, se preocuparan por un incendio fortuito en un distrito exterior. Así que , ¿qué hacen esos de ahí arriba...?
En cualquier caso, si esos pájaros ofrecen un mensaje claro, es que no es asunto mío.
Los escorpiones ya me han intentado matar hoy una vez en un incendio. Sería del género tonto darles una segunda oportunidad tan deprisa.
Ya. Yo también lo he pensado. Le respondo a Kashin. ¿Y si necesita ayuda?
-¿Hacia donde queda el dojo de la ronin Tarako? -le pregunto a la anciana al final. Me hago una idea pero no es mi barrio y la otra vez que estuve aquí todo era bastante diferente, con más tranquilidad y menos fuego.
Una vez que compruebe que todo está bien por allí, puedo venir y recoger mi comida. Seguro que no me lleva más de diez minutos...
"La genialidad no es más que la locura revestida de triunfo"
- Isawa_Hiromi
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
OUT
he soltado una carcajada con lo de "sería de género tonto darles una segunda oportunidad" XDDD me ha hecho mucha gracia ese pensamiento jajajaja
IN
La anciana que estaba mirando en la dirección de la entrada principal al barrio rojo se volvió y no se sorprendió de verte pero si de ver a un samurai que tan cerca le hablaba con tanta normalidad.
"Mi señor, ha habido una explosión en el puerto, al parecer algo que estaban transportando, no se sabe, luego ese fuego ha pasado a algunos almacenes y se ha empezado a extender, por suerte el viento soplaba en una dirección y no se ha extendido por doquier, sólo hacia ciertas partes y no ha llegado a la zona de las residencias y de esta parte. de los prostibulos quería decir pero al parecer la yakuza de la Carpa y de los Lobos están creyendo la una y la otra que tiene que ver con ellos y dicen que están habiendo muertes y peleas. Los Lobos han empezado a evacuar a los clientes de su zona y supongo que más allá la Carpa también. Mientras tanto han venido los apagaincendios y... ¡aún no ha llegado la guardia del distrito! algo que por otro lado a nadie le sorprende pero han sonado las campanas de los imperiales así que creo que vienen el magistrado esmeralda"
La señora miró hacia el fondo de la calle y os dijo:
"No es el mejor día para entrar, hay samurais que han salido pero los hay que han entrado en esta situación...."
Te decía con eso "y está claro que no es nada bueno"...
La anciana te miró sorprendida y claro, ahora si que calló en quién eras o de que te conocía y asintió.
"No está muy lejos, no."
Señaló la calle principal en la que estabais rodeando el barrio
"Coja esta calle y siga hacia la izquierda, irá sorteando la zona Kasuga, tenga cuidado que ahí es donde están los fuegos, cuando se encuentre otra entrada como esta, en un ramal amplio vaya hacia dentro, hay una zona de casas separadas del resto, podrá verlo bien porque es grande."
Te señaló.
"Sama... tenga cuidado." Te dijo de pronto"No sólo hay tortugas en esa zona...... he visto..... tigres...."
Te miró a los ojos y te dejó marchar.
Tigres...
Kashin vibraba en tu mano indicándote problemas. Corriste por aquella calle, había mucha gente que iba en dirección opuesta y te metiste justo por donde la anciana indicaba. Olía a humo, había zonas con muchas de ellas y veías sombras y escuchabas de pronto ruido de pelea. En un momento llegaste a la zona que te había indicado la anciana, a la izquierda estaban esas casas y a la derecha se oía ruido de pelea, aunque aquella definición no sería correcta. Era el ruido de la muerte, de una muerte imposible de evitar y una risa demoníaca e histérica que ponía el vello de punta...
he soltado una carcajada con lo de "sería de género tonto darles una segunda oportunidad" XDDD me ha hecho mucha gracia ese pensamiento jajajaja
IN
La anciana que estaba mirando en la dirección de la entrada principal al barrio rojo se volvió y no se sorprendió de verte pero si de ver a un samurai que tan cerca le hablaba con tanta normalidad.
"Mi señor, ha habido una explosión en el puerto, al parecer algo que estaban transportando, no se sabe, luego ese fuego ha pasado a algunos almacenes y se ha empezado a extender, por suerte el viento soplaba en una dirección y no se ha extendido por doquier, sólo hacia ciertas partes y no ha llegado a la zona de las residencias y de esta parte. de los prostibulos quería decir pero al parecer la yakuza de la Carpa y de los Lobos están creyendo la una y la otra que tiene que ver con ellos y dicen que están habiendo muertes y peleas. Los Lobos han empezado a evacuar a los clientes de su zona y supongo que más allá la Carpa también. Mientras tanto han venido los apagaincendios y... ¡aún no ha llegado la guardia del distrito! algo que por otro lado a nadie le sorprende pero han sonado las campanas de los imperiales así que creo que vienen el magistrado esmeralda"
La señora miró hacia el fondo de la calle y os dijo:
"No es el mejor día para entrar, hay samurais que han salido pero los hay que han entrado en esta situación...."
Te decía con eso "y está claro que no es nada bueno"...
La anciana te miró sorprendida y claro, ahora si que calló en quién eras o de que te conocía y asintió.
"No está muy lejos, no."
Señaló la calle principal en la que estabais rodeando el barrio
"Coja esta calle y siga hacia la izquierda, irá sorteando la zona Kasuga, tenga cuidado que ahí es donde están los fuegos, cuando se encuentre otra entrada como esta, en un ramal amplio vaya hacia dentro, hay una zona de casas separadas del resto, podrá verlo bien porque es grande."
Te señaló.
"Sama... tenga cuidado." Te dijo de pronto"No sólo hay tortugas en esa zona...... he visto..... tigres...."
Te miró a los ojos y te dejó marchar.
Tigres...
Kashin vibraba en tu mano indicándote problemas. Corriste por aquella calle, había mucha gente que iba en dirección opuesta y te metiste justo por donde la anciana indicaba. Olía a humo, había zonas con muchas de ellas y veías sombras y escuchabas de pronto ruido de pelea. En un momento llegaste a la zona que te había indicado la anciana, a la izquierda estaban esas casas y a la derecha se oía ruido de pelea, aunque aquella definición no sería correcta. Era el ruido de la muerte, de una muerte imposible de evitar y una risa demoníaca e histérica que ponía el vello de punta...
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
-Ah, el viento. Qué buena fortuna entonces -suspiro mirando al cielo donde he visto aquellas sombras que ahora cobran sentido, aunque quizás la anciana no perciba la ironía.
-¿Los magistrados esmeralda van a venir? Pues conozco a uno al que todo esto le va a encantar; últimamente se está especializando en investigar incendios -añado pensando en el Agasha.
-Samurais... ya -asiento dándome por enterado.
-Hacia la izquierda, de acuerdo. Si, mucho mejor evitar las zonas calientes. Por los fuegos, quiero decir. Otra entrada, un ramal amplio, y entro.
Entendido -digo tras haber ido repitiendo las indicaciones para memorizarlas con más facilidad.
-¿Tigres? -me sorprendo frunciendo el ceño. No hay ningún clan del tigre.
¿Se referirá a... tigres blancos...?
-Hagamos una cosa, obasan. Prepáreme dos raciones de udon, con todo. Cuando vuelva las recogeré, pero... si por algún motivo me "entretuviera" ahí dentro con las tortugas y... los tigres, y no volviera, llévelas a la Residencia Higshikawa. Allí le pagarán diez veces su precio, por las molestias.
Para que sepan que las envío yo, ¿me haría el favor de entregar también este mensaje...? -le solicito a la anciana con la debida cortesía grulla, que siempre obliga.
-Muchas gracias, obasan. -termino con un cabeceo sincero de agradecimiento por su aviso.
Saco un papel de los que suelo usar para hacer bocetos cuando la inspiración me viene de improviso, y escribo un único kanji con mi lápiz. "Lealtad", sin más, aunque trazado con la marca de Benten para que se pueda leer como "lealtad por amor".
No quiero escribir mi nombre, ni mucho menos el de Yashiko ni nada comprometedor porque esta entrañable anciana podría trabajar perfectamente para los escorpiones o los kasuga, o ambos. Confío en que si acabo convertido en cenizas, sea suficiente para que Yashiko entienda porqué no podía dejar que su amiga y aliada se quedara a su suerte.
Tigres, pienso mientras me muevo deprisa por las calles que me ha indicado. Así llaman a Soshi Seto, y se que tiene a su servicio a una banda de sicarios casi tan locos y casi tan peligrosos como él mismo.
Además sospecho que ya he conocido su modus operandi esta mañana en el hospital. Un incendio accidental, un shugenja moviendo el humo y las llamas donde les conviene, y unos tiradores con mucha puntería para liquidar objetivos antes de que el fuego borre las pistas.
Desde luego, se parece mucho a esto, y por supuesto que eso explicaría la figura que vi sobrevolando la zona entre la negrura de la noche.
Me cruzo con algunos que huyen, otros combaten. Mientras sean reyertas de yakuzas, probablemente no querrían involucrar a un samurai grulla, pero si los que luchan son samurai es posible que lo que no quieran dejar sean testigos. Así que opto por ser lo más discreto posible, manteniéndome cerca de las fachadas de las casas de la calle, donde las sombras son más intensas.
Cuando llego a la zona donde debería buscar el dojo, escucho algo particular al otro lado. Una risa que evidentemente no es de yakuza, aunque me cuesta creer que tampoco un samurai sea capaz de reírse así.
Salvo que esté bastante loco, claro.
Desato las ligaduras de Kashin y pienso que podría ir a husmear, pero en realidad no es el motivo por el que estoy aquí. Necesito comprobar que Tarako está bien y no necesita ayuda; más allá de eso, lo que esté sucediendo en un distrito que no es el mío y entre familias que no son la mía, no debería importarme.
Así pues, con las debidas precauciones decido seguir hacia la zona del dojo de la Campeona Esmeralda.
-¿Los magistrados esmeralda van a venir? Pues conozco a uno al que todo esto le va a encantar; últimamente se está especializando en investigar incendios -añado pensando en el Agasha.
-Samurais... ya -asiento dándome por enterado.
-Hacia la izquierda, de acuerdo. Si, mucho mejor evitar las zonas calientes. Por los fuegos, quiero decir. Otra entrada, un ramal amplio, y entro.
Entendido -digo tras haber ido repitiendo las indicaciones para memorizarlas con más facilidad.
-¿Tigres? -me sorprendo frunciendo el ceño. No hay ningún clan del tigre.
¿Se referirá a... tigres blancos...?
-Hagamos una cosa, obasan. Prepáreme dos raciones de udon, con todo. Cuando vuelva las recogeré, pero... si por algún motivo me "entretuviera" ahí dentro con las tortugas y... los tigres, y no volviera, llévelas a la Residencia Higshikawa. Allí le pagarán diez veces su precio, por las molestias.
Para que sepan que las envío yo, ¿me haría el favor de entregar también este mensaje...? -le solicito a la anciana con la debida cortesía grulla, que siempre obliga.
-Muchas gracias, obasan. -termino con un cabeceo sincero de agradecimiento por su aviso.
Saco un papel de los que suelo usar para hacer bocetos cuando la inspiración me viene de improviso, y escribo un único kanji con mi lápiz. "Lealtad", sin más, aunque trazado con la marca de Benten para que se pueda leer como "lealtad por amor".
No quiero escribir mi nombre, ni mucho menos el de Yashiko ni nada comprometedor porque esta entrañable anciana podría trabajar perfectamente para los escorpiones o los kasuga, o ambos. Confío en que si acabo convertido en cenizas, sea suficiente para que Yashiko entienda porqué no podía dejar que su amiga y aliada se quedara a su suerte.
Tigres, pienso mientras me muevo deprisa por las calles que me ha indicado. Así llaman a Soshi Seto, y se que tiene a su servicio a una banda de sicarios casi tan locos y casi tan peligrosos como él mismo.
Además sospecho que ya he conocido su modus operandi esta mañana en el hospital. Un incendio accidental, un shugenja moviendo el humo y las llamas donde les conviene, y unos tiradores con mucha puntería para liquidar objetivos antes de que el fuego borre las pistas.
Desde luego, se parece mucho a esto, y por supuesto que eso explicaría la figura que vi sobrevolando la zona entre la negrura de la noche.
Me cruzo con algunos que huyen, otros combaten. Mientras sean reyertas de yakuzas, probablemente no querrían involucrar a un samurai grulla, pero si los que luchan son samurai es posible que lo que no quieran dejar sean testigos. Así que opto por ser lo más discreto posible, manteniéndome cerca de las fachadas de las casas de la calle, donde las sombras son más intensas.
Cuando llego a la zona donde debería buscar el dojo, escucho algo particular al otro lado. Una risa que evidentemente no es de yakuza, aunque me cuesta creer que tampoco un samurai sea capaz de reírse así.
Salvo que esté bastante loco, claro.
Desato las ligaduras de Kashin y pienso que podría ir a husmear, pero en realidad no es el motivo por el que estoy aquí. Necesito comprobar que Tarako está bien y no necesita ayuda; más allá de eso, lo que esté sucediendo en un distrito que no es el mío y entre familias que no son la mía, no debería importarme.
Así pues, con las debidas precauciones decido seguir hacia la zona del dojo de la Campeona Esmeralda.
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
"Si, los kamis quieren guardarnos un día más...." Dijo la anciana sin notar tu sarcasmo y seguro que sus viejos ojos no habían visto aquella figura voladora.
"Al menos el Magistrado Dragón que siempre está aquí seguro." te dijo la anciana"Es el invitado no deseado del Gobernador Hiro y sus amigos permanente... luego se dio cuenta de cómo hablaba y sumimasen"
"Tenga cuidado." asintió cuando preguntaste por los tigres.
"De acuerdo..." te tendió el papel para que escribieras."Muchas gracias sama, pero vuelva usted a recogerlo y tenga cuidado." te deseo Por el fuego...." y por lo que no era.
La gente que te cruzas te va ignorando, muchos creen que debes estar buscando un lugar por donde salir, que puede que te hayas perdido y que vayas en dirección contraria, nadie se para a sacarte de tu error. Hay otros que te miran con más extrañeza, puede que con algo más de agresividad, pero llevas los colores adecuados para que no te paren, aunque sientes que cada vez que te internas más el ambiente está más tenso, así que no llamar la atención es buena opción.
Kashin vibra bajo tu mano, sabes lo que significa <muerte> <pelea> te está diciendo. Eso no es fuego. El fuego es una excusa para desatar el caos.
Miras al cielo, entre las nubes y el humo no divisas la figura que antes vistes pero no dudas que era real.
En cuanto desatas a Kashin al oir aquellas risas de fondo sientes como la espada "se contrae" como quien antes de un duelo aguanta un segundo la respiración para oír todo su cuerpo y sentir las energías. Pero sea lo que sea que está pasando no es tu batalla, asi que giras en dirección opuesta a lo que está pasando y vas mirando hasta que ves la casa, las puertas están abiertas y se oye tumulto.
En el patio está el chico ronin que Tarako tiene como protegido que parece estar hablando con una serie de personas dispares, hay ancianos, mujeres, niños, gente joven y de casta heimin en su mayoría, aunque puedes ver alguna mujer y hombre que puede que sean hinin, halcones nocturnos.
Tarako sale por el pasillo exterior de la residencia, aún no te ha visto y dice a los que están allí:
"Todos aquellos que no tengan un lugar seguro o que piensen que sus casas no lo son, os podéis quedar aquí, no os preocupéis, el dôjo tiene espacio de sobra, por favor, pasad."
Le hizo un gesto a Shinkyu para que les indicase por donde ir.
"¿Y el fuego?" Pregunta una anciana.
Tarako frunce el ceño y dijo:
"No llegará hasta aquí, se oyen las campanas de los apaga incendios además..... esta zona está relativamente lejos del "interés"...."
Interés que fuera que no sólo tu habías notado.
"Pero de todas formas no os preocupéis, voy a buscar ayuda para eso."
Y justo cuando dijo eso fue cuando miró hacia la puerta y te vio allí.
Indicó a Shinkyu que hiciera lo que había dicho y en un par de zancadas rápidas llegó hasta ti.
"Koji-san... me alegro de veros aunque no en estas circunstancias... ¿Ha visto lo que está pasando fuera? No ha salido el incendio del barrio rojo ¿verdad?" No lo sabía pero estaba segura, y tu eso si que lo sabías porque en el resto del distrito no pasaba nada, no había sido hasta llegar que lo habías visto."Esto es la maldita guerra entre las yakuzas..." Masculló.
"Al menos el Magistrado Dragón que siempre está aquí seguro." te dijo la anciana"Es el invitado no deseado del Gobernador Hiro y sus amigos permanente... luego se dio cuenta de cómo hablaba y sumimasen"
"Tenga cuidado." asintió cuando preguntaste por los tigres.
"De acuerdo..." te tendió el papel para que escribieras."Muchas gracias sama, pero vuelva usted a recogerlo y tenga cuidado." te deseo Por el fuego...." y por lo que no era.
La gente que te cruzas te va ignorando, muchos creen que debes estar buscando un lugar por donde salir, que puede que te hayas perdido y que vayas en dirección contraria, nadie se para a sacarte de tu error. Hay otros que te miran con más extrañeza, puede que con algo más de agresividad, pero llevas los colores adecuados para que no te paren, aunque sientes que cada vez que te internas más el ambiente está más tenso, así que no llamar la atención es buena opción.
Kashin vibra bajo tu mano, sabes lo que significa <muerte> <pelea> te está diciendo. Eso no es fuego. El fuego es una excusa para desatar el caos.
Miras al cielo, entre las nubes y el humo no divisas la figura que antes vistes pero no dudas que era real.
En cuanto desatas a Kashin al oir aquellas risas de fondo sientes como la espada "se contrae" como quien antes de un duelo aguanta un segundo la respiración para oír todo su cuerpo y sentir las energías. Pero sea lo que sea que está pasando no es tu batalla, asi que giras en dirección opuesta a lo que está pasando y vas mirando hasta que ves la casa, las puertas están abiertas y se oye tumulto.
En el patio está el chico ronin que Tarako tiene como protegido que parece estar hablando con una serie de personas dispares, hay ancianos, mujeres, niños, gente joven y de casta heimin en su mayoría, aunque puedes ver alguna mujer y hombre que puede que sean hinin, halcones nocturnos.
Tarako sale por el pasillo exterior de la residencia, aún no te ha visto y dice a los que están allí:
"Todos aquellos que no tengan un lugar seguro o que piensen que sus casas no lo son, os podéis quedar aquí, no os preocupéis, el dôjo tiene espacio de sobra, por favor, pasad."
Le hizo un gesto a Shinkyu para que les indicase por donde ir.
"¿Y el fuego?" Pregunta una anciana.
Tarako frunce el ceño y dijo:
"No llegará hasta aquí, se oyen las campanas de los apaga incendios además..... esta zona está relativamente lejos del "interés"...."
Interés que fuera que no sólo tu habías notado.
"Pero de todas formas no os preocupéis, voy a buscar ayuda para eso."
Y justo cuando dijo eso fue cuando miró hacia la puerta y te vio allí.
Indicó a Shinkyu que hiciera lo que había dicho y en un par de zancadas rápidas llegó hasta ti.
"Koji-san... me alegro de veros aunque no en estas circunstancias... ¿Ha visto lo que está pasando fuera? No ha salido el incendio del barrio rojo ¿verdad?" No lo sabía pero estaba segura, y tu eso si que lo sabías porque en el resto del distrito no pasaba nada, no había sido hasta llegar que lo habías visto."Esto es la maldita guerra entre las yakuzas..." Masculló.
"Nací con el mar
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y profundidad."
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
Sonrío tranquilamente, fingiendo por cortesía no haber oído nada inadecuado dicho por una heimin sobre samurais, ya que por muy despreciable que todos supongan que es el gobernador Isawa Hiro, y más aún sus amigos, sigue siendo un noble entre los nobles. Pero en realidad me importa demasiado poco como para comenzar a hacer el cretino con una pobre anciana que encima me está haciendo el favor de sincerarse y advertirme de lo que está pasando, así que en lo que a mi respecta ni siquiera he escuchado nada que haya que perdonar.
-Conozco al magistrado. Un trabajador concienzudo y brillante... Apuesto a que preguntará a los que suelen estar por el barrio, no es de los que se limita a hablar con samurais, creo yo.
Hay que ser discreto en esos casos porque a los tigres no les suele gustar que nadie se fije demasiado en ellos. -suspiro distraído, como si hablara en general pero expresando adrede una advertencia para que la anciana sea muy cuidadosa a la hora de mantener el anonimato, y que nadie la vea hablar con ese magistrado.
Estoy seguro de que los escorpiones quemaron el hospital para acallar al menos a un testigo; un puesto de comida sería un objetivo mucho más fácil.
-No se preocupe, pretendo volver -sonrío al final mostrando confianza, y agradeciendo de nuevo su ayuda.
Los que me miran con alguna que otra mala pulga, sospecho que asumen que soy un cliente despistado o demasiado insistente. No han llegado aún al punto de estar dispuestos a causar bajas entre clientes samurai de modo indiscriminado, eso sería terriblemente malo para ambos bandos. Es bueno que los yakuzas y sus patrones aún piensen con algo de sentido común incluso enfrascados en el combate.
Pese a todo, me he planteado un objetivo y los duelistas yojimbos podemos ser muy cabezotas con eso. Quiero llegar hasta el dojo de Tarako, comprobar que todo está bien, y salir ileso de allí. En ese orden.
Lo que hagan los escorpiones, los yakuzas y quien quiera que esté metido en el negocio de los burdeles, no es asunto mío en este territorio. Mientras no vengan a mi, claro.
Lo cual no sucede. El demonio o lo que fuera quien se riera de tal modo se queda a la espalda, y no estoy seguro de si eso ha decepcionado a Kashin, pero tampoco creo que sea un auténtico oni.
Al acercarme reconozco al joven Shinkyu, al que recuerdo de la cena en honor de la Ama. Parece estar organizando a varias personas, aparentemente refugiados que han salido de las zonas más calientes. Al pasar junto a ellos no puedo evitar por deformación profesional fijarme en si alguno parece ser mucho más guerrero de lo que trata de aparentar, o si incluso llevan armas de algún tipo.
-El placer de veros sana y salva es mío, Tarako-san -le contesto con una reverencia.
-Acabo de llegar al distrito. Una mala noche para que se me antojara volver a cenar udon. Según me han dicho, el fuego ha comenzado en los muelles y se ha extendido hacia el interior del barrio rojo, pero... los vientos parecen haber sido clementes. Aparte de eso, el resto del Hiro parecía tranquilo mientras venía -trato de explicarle lo que he encontrado al llegar.
-No sólo de yakuzas -le digo en voz baja, acercándome a ella para que nadie más nos oiga -He visto algo moverse por encima de los tejados. Una figura. Apuesto a que hay shugenjas controlando el fuego. Es el mismo método que emplearon esta mañana para atacar el hospital Asahina, y estoy bastante seguro de que fueron los hombres de Soshi Seto.
La anciana de puesto de fideos ha dicho "tigres", y al venir para acá he escuchado en medio de ruidos de combates la risa de un demonio, o de un loco. Si es lo segundo, todo encaja.
No se si el mismísimo Soshi Seto está aquí. Ni porqué el Escorpión usaría artillería de semejante calibre en una guerra de yakuzas, por lo que podemos suponer que en el otro bando tampoco deben andar cortos de amenazas, o... quien sabe.
En cualquier caso, esto se parece más a una guerra sucia entre samurais que entre yakuzas.
-Conozco al magistrado. Un trabajador concienzudo y brillante... Apuesto a que preguntará a los que suelen estar por el barrio, no es de los que se limita a hablar con samurais, creo yo.
Hay que ser discreto en esos casos porque a los tigres no les suele gustar que nadie se fije demasiado en ellos. -suspiro distraído, como si hablara en general pero expresando adrede una advertencia para que la anciana sea muy cuidadosa a la hora de mantener el anonimato, y que nadie la vea hablar con ese magistrado.
Estoy seguro de que los escorpiones quemaron el hospital para acallar al menos a un testigo; un puesto de comida sería un objetivo mucho más fácil.
-No se preocupe, pretendo volver -sonrío al final mostrando confianza, y agradeciendo de nuevo su ayuda.
Los que me miran con alguna que otra mala pulga, sospecho que asumen que soy un cliente despistado o demasiado insistente. No han llegado aún al punto de estar dispuestos a causar bajas entre clientes samurai de modo indiscriminado, eso sería terriblemente malo para ambos bandos. Es bueno que los yakuzas y sus patrones aún piensen con algo de sentido común incluso enfrascados en el combate.
Pese a todo, me he planteado un objetivo y los duelistas yojimbos podemos ser muy cabezotas con eso. Quiero llegar hasta el dojo de Tarako, comprobar que todo está bien, y salir ileso de allí. En ese orden.
Lo que hagan los escorpiones, los yakuzas y quien quiera que esté metido en el negocio de los burdeles, no es asunto mío en este territorio. Mientras no vengan a mi, claro.
Lo cual no sucede. El demonio o lo que fuera quien se riera de tal modo se queda a la espalda, y no estoy seguro de si eso ha decepcionado a Kashin, pero tampoco creo que sea un auténtico oni.
Al acercarme reconozco al joven Shinkyu, al que recuerdo de la cena en honor de la Ama. Parece estar organizando a varias personas, aparentemente refugiados que han salido de las zonas más calientes. Al pasar junto a ellos no puedo evitar por deformación profesional fijarme en si alguno parece ser mucho más guerrero de lo que trata de aparentar, o si incluso llevan armas de algún tipo.
-El placer de veros sana y salva es mío, Tarako-san -le contesto con una reverencia.
-Acabo de llegar al distrito. Una mala noche para que se me antojara volver a cenar udon. Según me han dicho, el fuego ha comenzado en los muelles y se ha extendido hacia el interior del barrio rojo, pero... los vientos parecen haber sido clementes. Aparte de eso, el resto del Hiro parecía tranquilo mientras venía -trato de explicarle lo que he encontrado al llegar.
-No sólo de yakuzas -le digo en voz baja, acercándome a ella para que nadie más nos oiga -He visto algo moverse por encima de los tejados. Una figura. Apuesto a que hay shugenjas controlando el fuego. Es el mismo método que emplearon esta mañana para atacar el hospital Asahina, y estoy bastante seguro de que fueron los hombres de Soshi Seto.
La anciana de puesto de fideos ha dicho "tigres", y al venir para acá he escuchado en medio de ruidos de combates la risa de un demonio, o de un loco. Si es lo segundo, todo encaja.
No se si el mismísimo Soshi Seto está aquí. Ni porqué el Escorpión usaría artillería de semejante calibre en una guerra de yakuzas, por lo que podemos suponer que en el otro bando tampoco deben andar cortos de amenazas, o... quien sabe.
En cualquier caso, esto se parece más a una guerra sucia entre samurais que entre yakuzas.
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
"Un hombre muy meticuloso... muchos en este barrio creen que es un gato disfrazado."
Te dijo la anciana sobre que Feng parecía tener nueve vidas por estar metido donde estaba.
"Pero si... hay que tener cuidado en este lugar si se quiere llegar a viejote sonrió de medio lado, ella lo era sino se suele coger cangrejos en el fondo de la bahía."
La anciana te hizo una leve inclinación antes de irte.
"Tenga cuidado Kakita-sama, le estaré esperando con sus bols."
El barrio está incendiado en más de un sentido pero tu no eres quien se va a meter en eso, la risa loca queda a un lado mientras tu recorres el otro, preguntandote quién estará tras este tono, ya que no te suena a Seto, pero tampoco es que te importe demasiado. Si la yakuza quiere matarse entre ellos que lo hagan pero que no den problemas a los samurais.
Cuando pasaste por al lado de Shinkyu vistes a algunas personas que podrian coger armas pero no que estuvieran entrenadas para ellas, personas de profesiones más físicas que le dieran cierta potencia pero todas ellas venían acompañadas de personas vulnerables como ancianos, niños o mujeres embarazadas.
"Si sólo está pasando aquí.... eso es bueno. Las campanas han sonado, en breve estarán aquí los Magistrados Locales y Esmeraldas y deberán dejar lo que sea, si fuera en todo este entonces estaríamos hablando de otra cosa...."
Te dijo Tarako cuando la saludabas.
"Esto es sin duda una guerra entre ellos, un ataque preventivo... Sólo se me ocurre que había otro planeado y que estos los han interceptado. Si decís que es el tigre blanco quien está en este ataque es el Escorpión los que están haciendo un ataque preventivo pero... parece poco preparado, caótico... eso significa.... se quedó pensativa que la Kasuga tenía un plan enorme y siendo las fechas que son... se quedó asombrada iban a atacar en el festival, seguro..."
Tarako le hizo un gesto a Shinkyu.
"Cierra el portón de la entrada pero deja abierta la puerta pequeña, que sepan que pueden refugiarse aquí."
Luego te miró.
"El tigre blanco lleva operando en este barrio desde que llegaron. Primero mataron a gozokus, luego al parecer se les vio asaltando y matando en un local a todos los que estaban con un Otomo, como si fueran a órdenes de este, por lo que me han dicho se trataba del hijo de uno de los consejeros de Nishi, de uno del Consejo de los Seis así que a saber qué estaban haciendo... Luego lo del hospital y ahora esto... Está claro que están muy ocupados...
Y que ellos no son más que lo que son sicarios con órdenes, esta guerra les viene de arriba..."
te dijo.
"El escorpión está en guerra con la Kasuga por este barrio, murió la antigua O-Kashira y ahora al parecer hay una nueva de la que todos hablan diciendo que es una mujer fría y cruel... no me extrañaría que fuera la que lo ha iniciado todo... Deben estar muy enfadados si la Kasuga ha estado a punto de explotarles esto en las narices..."
Suspiró.
"El tema de la pólvora quedará acallado, ya verás, son los únicos que tienen dispensa para eso, aunque no sea público...."
Se cruzó de brazos.
"Es algo en realidad que no nos interesa salvo que...."
Se quedó pensativa.
"Igual que el tigre blanco está usando esto para quitarse de enmedio a algunos... Nosotros podríamos usarlo de pantalla también."
Te dijo la anciana sobre que Feng parecía tener nueve vidas por estar metido donde estaba.
"Pero si... hay que tener cuidado en este lugar si se quiere llegar a viejote sonrió de medio lado, ella lo era sino se suele coger cangrejos en el fondo de la bahía."
La anciana te hizo una leve inclinación antes de irte.
"Tenga cuidado Kakita-sama, le estaré esperando con sus bols."
El barrio está incendiado en más de un sentido pero tu no eres quien se va a meter en eso, la risa loca queda a un lado mientras tu recorres el otro, preguntandote quién estará tras este tono, ya que no te suena a Seto, pero tampoco es que te importe demasiado. Si la yakuza quiere matarse entre ellos que lo hagan pero que no den problemas a los samurais.
Cuando pasaste por al lado de Shinkyu vistes a algunas personas que podrian coger armas pero no que estuvieran entrenadas para ellas, personas de profesiones más físicas que le dieran cierta potencia pero todas ellas venían acompañadas de personas vulnerables como ancianos, niños o mujeres embarazadas.
"Si sólo está pasando aquí.... eso es bueno. Las campanas han sonado, en breve estarán aquí los Magistrados Locales y Esmeraldas y deberán dejar lo que sea, si fuera en todo este entonces estaríamos hablando de otra cosa...."
Te dijo Tarako cuando la saludabas.
"Esto es sin duda una guerra entre ellos, un ataque preventivo... Sólo se me ocurre que había otro planeado y que estos los han interceptado. Si decís que es el tigre blanco quien está en este ataque es el Escorpión los que están haciendo un ataque preventivo pero... parece poco preparado, caótico... eso significa.... se quedó pensativa que la Kasuga tenía un plan enorme y siendo las fechas que son... se quedó asombrada iban a atacar en el festival, seguro..."
Tarako le hizo un gesto a Shinkyu.
"Cierra el portón de la entrada pero deja abierta la puerta pequeña, que sepan que pueden refugiarse aquí."
Luego te miró.
"El tigre blanco lleva operando en este barrio desde que llegaron. Primero mataron a gozokus, luego al parecer se les vio asaltando y matando en un local a todos los que estaban con un Otomo, como si fueran a órdenes de este, por lo que me han dicho se trataba del hijo de uno de los consejeros de Nishi, de uno del Consejo de los Seis así que a saber qué estaban haciendo... Luego lo del hospital y ahora esto... Está claro que están muy ocupados...
Y que ellos no son más que lo que son sicarios con órdenes, esta guerra les viene de arriba..."
te dijo.
"El escorpión está en guerra con la Kasuga por este barrio, murió la antigua O-Kashira y ahora al parecer hay una nueva de la que todos hablan diciendo que es una mujer fría y cruel... no me extrañaría que fuera la que lo ha iniciado todo... Deben estar muy enfadados si la Kasuga ha estado a punto de explotarles esto en las narices..."
Suspiró.
"El tema de la pólvora quedará acallado, ya verás, son los únicos que tienen dispensa para eso, aunque no sea público...."
Se cruzó de brazos.
"Es algo en realidad que no nos interesa salvo que...."
Se quedó pensativa.
"Igual que el tigre blanco está usando esto para quitarse de enmedio a algunos... Nosotros podríamos usarlo de pantalla también."
"Nací con el mar
Libertad del estío
y profundidad."
"Los caminos no están para llegar a nuestro destino sino para recorrerlos"
"NOSOTROS somos Otosan Uchi, el resto son sólo palabras."
Isawa Hiromi, Dominatrix in Wonderland
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- Kakita Koji
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
-¿Un ataque preventivo? -repito intrigado, sorprendido por la idea. Escucho con interés el modo en que Tarako explica porqué le da esta impresión. Está claro que ella está mucho más acostumbrada a interpretar el pulso de este distrito que yo.
-Sin duda parece caótico, eso seguro. No se quien estará consiguiendo sus objetivos, pero desde luego nadie lo está haciendo de manera limpia.
Hum, atacar durante el festival... ¿no es cuando el barrio está repleto de samurais que vienen a ver los desfiles aunque para nada sean visitantes habituales de los locales? -me pregunto en voz alta -Un ataque a gran escala como el que suponéis durante esos momentos implicaría gran cantidad de daños colaterales, un revuelo que incluso sucediendo aquí creo que llegaría hasta la corte, aunque fuera en voz baja.
¿Estáis pensando que ése podría haber sido el objetivo, o por lo menos uno importante de ellos, avergonzar al gobierno de Isawa Hiro? -planteo pensando en que no se me ocurre otro motivo por el que crear el caos justo en ese momento, ya que debilitar a la yakuza escorpión podría conseguirse en cualquier otro momento y no creo que durante el festival la seguridad fuera a ser mucho menor que en días normales.
-¿Qué es una O-Kashira? -pregunto sin tener demasiado claro qué clase de rango es ése. -De todas formas no es una descripción demasiado precisa, casi todas las mujeres escorpión encajarían como "fría y cruel", excepto Soshi Satomi-sensei claro. Pero incluso ella tiene una fama que no se ajusta para nada a su carácter auténtico. En todo caso tenía entendido que quien controlaba este distrito desde las sombras era el antiguo gobernador escorpión, ese tal... Sanjuro, eso es, Bayushi Sanjuro. ¿No habría tenido que ser él quien diera las órdenes? -expongo con cierta confusión.
-Supongo que en ese caso, el Escorpión contaría precisamente con que el tema de esa pólvora quedase realmente acallado por sus propios enemigos, ya que dudo que Agasha Feng lo fuera a pasar por alto.
O no... tal vez lo que querían era hacer tanto ruido que ni los Kasuga pudieran disimular que medio barrio huela como si se hubieran disparado todos los fuegos artificiales a la vez. Eso llamará la atención del magistrado y no es de los que sueltan un buen hueso.
En fin, es verdad que no nos interesa -asiento dándole la razón a la excampeona, cuando de pronto ella plantea justo lo contrario.
-Usarlo de pantalla... Vaya, a veces se me olvida que hablo con un Daidoji -bromeo sonriendo de medio lado, en voz lo suficientemente baja como para vigilar que nadie más que ella me esté oyendo. Al final estiro un poco más la sonrisa, cruzándome de brazos -¿De pantalla con qué objetivo, pues?
-Sin duda parece caótico, eso seguro. No se quien estará consiguiendo sus objetivos, pero desde luego nadie lo está haciendo de manera limpia.
Hum, atacar durante el festival... ¿no es cuando el barrio está repleto de samurais que vienen a ver los desfiles aunque para nada sean visitantes habituales de los locales? -me pregunto en voz alta -Un ataque a gran escala como el que suponéis durante esos momentos implicaría gran cantidad de daños colaterales, un revuelo que incluso sucediendo aquí creo que llegaría hasta la corte, aunque fuera en voz baja.
¿Estáis pensando que ése podría haber sido el objetivo, o por lo menos uno importante de ellos, avergonzar al gobierno de Isawa Hiro? -planteo pensando en que no se me ocurre otro motivo por el que crear el caos justo en ese momento, ya que debilitar a la yakuza escorpión podría conseguirse en cualquier otro momento y no creo que durante el festival la seguridad fuera a ser mucho menor que en días normales.
-¿Qué es una O-Kashira? -pregunto sin tener demasiado claro qué clase de rango es ése. -De todas formas no es una descripción demasiado precisa, casi todas las mujeres escorpión encajarían como "fría y cruel", excepto Soshi Satomi-sensei claro. Pero incluso ella tiene una fama que no se ajusta para nada a su carácter auténtico. En todo caso tenía entendido que quien controlaba este distrito desde las sombras era el antiguo gobernador escorpión, ese tal... Sanjuro, eso es, Bayushi Sanjuro. ¿No habría tenido que ser él quien diera las órdenes? -expongo con cierta confusión.
-Supongo que en ese caso, el Escorpión contaría precisamente con que el tema de esa pólvora quedase realmente acallado por sus propios enemigos, ya que dudo que Agasha Feng lo fuera a pasar por alto.
O no... tal vez lo que querían era hacer tanto ruido que ni los Kasuga pudieran disimular que medio barrio huela como si se hubieran disparado todos los fuegos artificiales a la vez. Eso llamará la atención del magistrado y no es de los que sueltan un buen hueso.
En fin, es verdad que no nos interesa -asiento dándole la razón a la excampeona, cuando de pronto ella plantea justo lo contrario.
-Usarlo de pantalla... Vaya, a veces se me olvida que hablo con un Daidoji -bromeo sonriendo de medio lado, en voz lo suficientemente baja como para vigilar que nadie más que ella me esté oyendo. Al final estiro un poco más la sonrisa, cruzándome de brazos -¿De pantalla con qué objetivo, pues?
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
"Limpio no es lo que les importa, sino conseguirlo...
No sabría que deciros, puede que el Escorpión tenga más fuerza pero la Kasuga, este es su hogar y presionando los puntos adecuados allá arriba les podrán hacer mucho daño."
"Si, si los ataques hubieran creado un enorme caos en el distrito en fiestas más de una cabeza habrían caído y la Kasuga es lista, primero no les importa perder a unos pocos efectivos sobretodo si hacen caer a un gobernador y destripan un clan mayor de su barrio. Piénsalo...
Además, la Kasuga actua como células muy compartimentadas, de manera que unos no saben bien lo que están haciendo los otros, es algo que proclaman con gusto para que si cae uno no haga una escalada de domino."
"Un O-Kashira o un O-Oyabun es básicamente la dirección de la yakuza sobre la yakuza. Aquí nada se deja al azar, la yakuza en realidad está controlada por los clanes, que designan a unos miembros que hacen a su vez de dirigentes, pero gracias a eso no necesitan más que unas pocas personas para controlarlo, sólo la cabeza de la sierpe, no requiere control de la parte física, sólo la mental que es al final la que riega el cuerpo."
Te explicó.
"Si, bueno, Sajuro es quien maneja el distrito en realidad, pero la yakuza ahora ya no está llevada por el, cuando hubo hace años una guerra entre ellas y luego cambio la gobernación el Escorpión le retiró de eso y puso a otras personas, una de ellas apareció muerta hace poco, así que han traído a la sustituta.
Son mujeres, es lo que te puedo decir, y sé que han cambiado mucho cómo se llevaba antes el tema de las casas de prostitución, las han limpiado de opio por ejemplo."
"Creo que el escorpión quiere lanzar a Feng-san contra la Kasuga y tendrían razones fundadas para pensar que ese hombre no dejaría sin investigar algo así pero... no tengo claro si entienden las ganas que le tienen Feng-san a destruir el reinado de Sanjuro en este distrito. No digo que fuera a no investigar a la Kasuga sino que si piensan que por ello va a dejar de ir en contra de ellos...."
Meditó en voz alta esta.
"Pero como te digo, a mi lo que me importa es que esto no llegue donde no debe.
Lo bueno y lo malo de los barrios rojos es que puedes tener un submundo allá dentro que no te afecta y que no hace mal a otros pero si eso se extiende al distrito... ¿qué sentido tiene la fachada de los farolillos rojos?"
Planteó esta. Era clave, para mantener una fachada se debía permitir que existieran dos mundos separados, si pasaba algo así la vida real debería intervenir.
Tarako sonrió al oirte decir eso de que al final estaba delante de una Daidoji y dijo:
"En este distrito hay dos personas que deben morir tarde o temprano, una es un escorpión y la otra es una kasuga. Justo este es el momento adecuado para que esas muertes se señalen los unos contra los otros y no a quien realmente ha sido.
Son personas que tuvieron que ver con lo que pasó ese invierno, con todas esas muertes, instigadores de un modo u otro, que sacaron beneficio del dolor y que precipitaron hechos... como su caída gente a la que al final tenía que matar y creo que es el momento adecuado."
Te miró entonces.
"Una de ellas, la escorpión, podría terminar por hacerle daño a tu.... patrona..."
Dijo despacio.
"Te propongo que me ayudes, yo acabo con la tortuga y tu aplastas al escorpión.
Para cuando los fuegos acaben no serán más que otras víctimas colaterales y nosotros habremos limpiado el tablero mucho más de piezas que estorban....
¿Qué me dices?"
No sabría que deciros, puede que el Escorpión tenga más fuerza pero la Kasuga, este es su hogar y presionando los puntos adecuados allá arriba les podrán hacer mucho daño."
"Si, si los ataques hubieran creado un enorme caos en el distrito en fiestas más de una cabeza habrían caído y la Kasuga es lista, primero no les importa perder a unos pocos efectivos sobretodo si hacen caer a un gobernador y destripan un clan mayor de su barrio. Piénsalo...
Además, la Kasuga actua como células muy compartimentadas, de manera que unos no saben bien lo que están haciendo los otros, es algo que proclaman con gusto para que si cae uno no haga una escalada de domino."
"Un O-Kashira o un O-Oyabun es básicamente la dirección de la yakuza sobre la yakuza. Aquí nada se deja al azar, la yakuza en realidad está controlada por los clanes, que designan a unos miembros que hacen a su vez de dirigentes, pero gracias a eso no necesitan más que unas pocas personas para controlarlo, sólo la cabeza de la sierpe, no requiere control de la parte física, sólo la mental que es al final la que riega el cuerpo."
Te explicó.
"Si, bueno, Sajuro es quien maneja el distrito en realidad, pero la yakuza ahora ya no está llevada por el, cuando hubo hace años una guerra entre ellas y luego cambio la gobernación el Escorpión le retiró de eso y puso a otras personas, una de ellas apareció muerta hace poco, así que han traído a la sustituta.
Son mujeres, es lo que te puedo decir, y sé que han cambiado mucho cómo se llevaba antes el tema de las casas de prostitución, las han limpiado de opio por ejemplo."
"Creo que el escorpión quiere lanzar a Feng-san contra la Kasuga y tendrían razones fundadas para pensar que ese hombre no dejaría sin investigar algo así pero... no tengo claro si entienden las ganas que le tienen Feng-san a destruir el reinado de Sanjuro en este distrito. No digo que fuera a no investigar a la Kasuga sino que si piensan que por ello va a dejar de ir en contra de ellos...."
Meditó en voz alta esta.
"Pero como te digo, a mi lo que me importa es que esto no llegue donde no debe.
Lo bueno y lo malo de los barrios rojos es que puedes tener un submundo allá dentro que no te afecta y que no hace mal a otros pero si eso se extiende al distrito... ¿qué sentido tiene la fachada de los farolillos rojos?"
Planteó esta. Era clave, para mantener una fachada se debía permitir que existieran dos mundos separados, si pasaba algo así la vida real debería intervenir.
Tarako sonrió al oirte decir eso de que al final estaba delante de una Daidoji y dijo:
"En este distrito hay dos personas que deben morir tarde o temprano, una es un escorpión y la otra es una kasuga. Justo este es el momento adecuado para que esas muertes se señalen los unos contra los otros y no a quien realmente ha sido.
Son personas que tuvieron que ver con lo que pasó ese invierno, con todas esas muertes, instigadores de un modo u otro, que sacaron beneficio del dolor y que precipitaron hechos... como su caída gente a la que al final tenía que matar y creo que es el momento adecuado."
Te miró entonces.
"Una de ellas, la escorpión, podría terminar por hacerle daño a tu.... patrona..."
Dijo despacio.
"Te propongo que me ayudes, yo acabo con la tortuga y tu aplastas al escorpión.
Para cuando los fuegos acaben no serán más que otras víctimas colaterales y nosotros habremos limpiado el tablero mucho más de piezas que estorban....
¿Qué me dices?"
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
-Sin duda por las venas de esta ciudad corre sangre de tortuga. Aunque allá arriba... los pinzados deben tener bastantes contactos también.
El Escorpión es un clan difícil de tratar; por las malas son expertos en la guerra sucia, pero por las buenas no es mucho mejor debido a su influencia en las altas esferas.
No sabes cómo, pero siempre se las arreglan para acabar jugando con ventaja -digo al final con un suspiro, mientras me giro para mirar algún reflejo rojizo que se proyecta sobre una nube de humo a lo lejos. En cierto modo los admiro y rechazo a partes iguales, es curioso.
-Si cae el gobernador. Pero éste es Isawa. Ya, se dice que quien controla el distrito es en realidad Bayushi Sanjuro, pero nada de eso es oficial, así que al final no dejaría de ser un descrédito para el Fénix. ¿Hasta qué punto conseguirían que eso salpicase al propio Sanjuro? -le pregunto a Tarako, ya que ella está convencida de que los Kasuga contarían con ello en el escenario que intuye que debe estar sucediendo.
-En fin, nada de eso importará si el Tigre Blanco arrasa el lugar. Son bastante eficaces en lo suyo -murmuro rascándome la herida de la flecha de esta mañana.
-O sea que es una mujer la samurai que controla la cúpula de los yakuzas que a su vez controlan a estos. Es como... darle un toque femenino a la habitualmente brutal mafia, es un concepto interesante.
Lo que no entiendo es eso de limitar el opio. ¿No son acaso los propios escorpiones los mayores importadores de esa sustancia? Para uso "medicinal" al menos, claro. Pues en tal caso, ¿por qué restringir su propio negocio? -planteo curioso, después de que ese dato me choque un poco.
-Hum, quizás se parezca a cuando la Grulla reclama en la corte la intervención de las legiones imperiales para defenderse de una agresión del León. Y aunque la mayoría de integrantes de algunas de esas legiones sean precisamente leones, no pueden dejar de lado sus juramentos.
Es decir, Feng puede querer acabar con Sanjuro, pero no creo que sea el tipo de magistrado capaz de pasar por alto lo de la pólvora en tales cantidades sólo porque no le interese personalmente. Quien sabe, a lo mejor el Escorpión lo considera el menor de dos males -expongo encogiéndome de hombros.
-Por otro lado, ¿por qué el Agasha está tan obsesionado con Bayushi Sanjuro en particular? -curioseo, ya que la ronin es obvio que sabe mucho de todo lo que se cuece en la ciudad, y más aún de su distrito. Ya que de algún modo me he implicado con él esta mañana, más me vale saber sus auténticas motivaciones.
Mientras el polvo se quedara debajo de la alfombra, no había motivo para preocuparse de limpiar toda la casa. Muy pragmático, muy Daidoji, sonrío pensando en la forma de ver el mundo flotante de Tarako.
-Bueno, si de todas formas teníais que matarlos, es como si ya estuvieran muertos. Esto sólo aceleraría un poco el trámite -me digo encogiéndome de hombros, como si aquel pensamiento fuera un argumento lo suficientemente razonable como para considerar esas muertes algo aceptable dentro de los estándares del honor.
Gozokus. Repudiados por el Trono y condenados por una Campeona Esmeralda, poco ya se puede decir a favor de tales reos.
-¿Le haría daño a Yashiko-sama...? -repito ladeando un poco la cabeza al levantar la vista hacia la mujer. -Vaya, sin duda sabéis lo que decir para convertir en verdadero interés mi curiosidad, Tarako-san -bromeo sonriendo de medio lado. Aunque en realidad no lo diga en broma, ella sabe perfectamente que una vez dicho eso ya no necesita ningún motivo más para captar toda mi atención.
-¿Qué más necesito saber de ese escorpión? -siseo tamborileando sobre la empuñadura de Kashin, esperando la información.
El Escorpión es un clan difícil de tratar; por las malas son expertos en la guerra sucia, pero por las buenas no es mucho mejor debido a su influencia en las altas esferas.
No sabes cómo, pero siempre se las arreglan para acabar jugando con ventaja -digo al final con un suspiro, mientras me giro para mirar algún reflejo rojizo que se proyecta sobre una nube de humo a lo lejos. En cierto modo los admiro y rechazo a partes iguales, es curioso.
-Si cae el gobernador. Pero éste es Isawa. Ya, se dice que quien controla el distrito es en realidad Bayushi Sanjuro, pero nada de eso es oficial, así que al final no dejaría de ser un descrédito para el Fénix. ¿Hasta qué punto conseguirían que eso salpicase al propio Sanjuro? -le pregunto a Tarako, ya que ella está convencida de que los Kasuga contarían con ello en el escenario que intuye que debe estar sucediendo.
-En fin, nada de eso importará si el Tigre Blanco arrasa el lugar. Son bastante eficaces en lo suyo -murmuro rascándome la herida de la flecha de esta mañana.
-O sea que es una mujer la samurai que controla la cúpula de los yakuzas que a su vez controlan a estos. Es como... darle un toque femenino a la habitualmente brutal mafia, es un concepto interesante.
Lo que no entiendo es eso de limitar el opio. ¿No son acaso los propios escorpiones los mayores importadores de esa sustancia? Para uso "medicinal" al menos, claro. Pues en tal caso, ¿por qué restringir su propio negocio? -planteo curioso, después de que ese dato me choque un poco.
-Hum, quizás se parezca a cuando la Grulla reclama en la corte la intervención de las legiones imperiales para defenderse de una agresión del León. Y aunque la mayoría de integrantes de algunas de esas legiones sean precisamente leones, no pueden dejar de lado sus juramentos.
Es decir, Feng puede querer acabar con Sanjuro, pero no creo que sea el tipo de magistrado capaz de pasar por alto lo de la pólvora en tales cantidades sólo porque no le interese personalmente. Quien sabe, a lo mejor el Escorpión lo considera el menor de dos males -expongo encogiéndome de hombros.
-Por otro lado, ¿por qué el Agasha está tan obsesionado con Bayushi Sanjuro en particular? -curioseo, ya que la ronin es obvio que sabe mucho de todo lo que se cuece en la ciudad, y más aún de su distrito. Ya que de algún modo me he implicado con él esta mañana, más me vale saber sus auténticas motivaciones.
Mientras el polvo se quedara debajo de la alfombra, no había motivo para preocuparse de limpiar toda la casa. Muy pragmático, muy Daidoji, sonrío pensando en la forma de ver el mundo flotante de Tarako.
-Bueno, si de todas formas teníais que matarlos, es como si ya estuvieran muertos. Esto sólo aceleraría un poco el trámite -me digo encogiéndome de hombros, como si aquel pensamiento fuera un argumento lo suficientemente razonable como para considerar esas muertes algo aceptable dentro de los estándares del honor.
Gozokus. Repudiados por el Trono y condenados por una Campeona Esmeralda, poco ya se puede decir a favor de tales reos.
-¿Le haría daño a Yashiko-sama...? -repito ladeando un poco la cabeza al levantar la vista hacia la mujer. -Vaya, sin duda sabéis lo que decir para convertir en verdadero interés mi curiosidad, Tarako-san -bromeo sonriendo de medio lado. Aunque en realidad no lo diga en broma, ella sabe perfectamente que una vez dicho eso ya no necesita ningún motivo más para captar toda mi atención.
-¿Qué más necesito saber de ese escorpión? -siseo tamborileando sobre la empuñadura de Kashin, esperando la información.
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
"Es innegable, un clan mayor es un clan mayor, pero recordemos quién es el verdadero daimyo de la tortuga."
No un daimyo real pero el patrón de estos era el Emperador.
"Juegan al límite de sus posibilidades, siempre."
Te respondió Tarako como si dijera que no todo el mundo estaba dispuesto a jugar así.
"No directamente pero el Fénix entonces si que tendría algo en contra del Escorpión, irían en su contra y aunque no ganase nadie les daría el tiempo más que suficiente a la Kasuga para volver a tener el distrito. La Tortuga sabe que no se puede evitar las mareas, sólo tienen que convivir con ellas, esta sería su marea alta."
"Un tigre sin dueño es un peligro... y un tigre con cachorros deseos de jugar más."
"Si, por lo que parece al tener una cúpula femenina eso hace que hayan bajado los abusos contra las llamadas "mercancías"." te explicó la ronin"Han prohibido el opio para ellas y ellos, los trabajadores, para los guardias pero no para los clientes. De esa forma son más dóciles y los demás están más en sus capacidades.
No les está llendo mal, dicen que han doblado ganancias."
"Oh, no lo pasará por alto lo de la pólvoraLo que creo que es que él sabe muy bien que dos no se pelean si no hay dos, y uno de esos no es el Fénix, sino el Escorpión, sigue siendo así ir en su dirección."
Te dijo.
"¿Por qué?" se rió"Es obvio, es el puzle que no termina de resolver, tiene todas las piezas, lo monta una y otra vez y llegan y se lo destrozan, no le dejan acabar su trabajo y no hay nada que obsesione más a un perfeccionista que terminar uno.
No puede pasar página porque no le dejan pasar página."
"Son muertos en vida."
Dijo despacio de esas personas.
La ex-Daidoji tenía muy claro qué cartas jugar, un Daidoji ataca rápido, fuerte y tratando de ganar de un golpe a ser posible, algo muy Kakita además y ella sabía qué decir y dónde golpear para que tu atención se centrase.
"Si. Ese escorpión en concreto está relacionado con cómo el antiguo Campeón Cangrejo llegó a estar tan presente en las muertes de aquel invierno y cómo Nishi reptó entre ellas para colocarse en un lugar privilegiado. Y en estos últimos tiempos le ha estado sirviendo a Nishi para enterarse de quién va tras la pista de los fantasmas del pasado, como tu patrona." señaló despacio"Es cuestión de tiempo que su nombre salga, ella es cuidadosa pero uno no puede avanzar en el tablero sin dejar atrás las líneas amigas, es la única forma de llegar al final y ascender."
Mencionó las jugadas del shogi.
Así que la pregunta fue dicha, qué debías saber, sin duda eso era un "si".
"Bayushi Endou. 34 años. Kendoka. Varón y zurdo, por supuesto. Tiene el pelo castaño corto y usualmente va con una máscara de media luna blanca. Es alto y espigado. Viste usualmente de negro con un mon extra en la zona baja del kimono grande, simple, fácil de no ver en la multitud"
Te lo describió.
"Vive no muy lejos de aquí, en la zona del distrito que linda con el barrio rojo."
Se acuclilló e hizo un mapa de la zona en la tierra del suelo y señaló su cas.
"Seguramente estará por los alrededores o puede que esté más cerca nuestra para ver qué ha pasado."
Te miró desde su posición acuclillada.
"Sólo asegúrate que no vea un mañana y yo me ocuparé de todo lo demás."
Incluida la casa, seguramente.
OUT
ay el nervio del combate
No un daimyo real pero el patrón de estos era el Emperador.
"Juegan al límite de sus posibilidades, siempre."
Te respondió Tarako como si dijera que no todo el mundo estaba dispuesto a jugar así.
"No directamente pero el Fénix entonces si que tendría algo en contra del Escorpión, irían en su contra y aunque no ganase nadie les daría el tiempo más que suficiente a la Kasuga para volver a tener el distrito. La Tortuga sabe que no se puede evitar las mareas, sólo tienen que convivir con ellas, esta sería su marea alta."
"Un tigre sin dueño es un peligro... y un tigre con cachorros deseos de jugar más."
"Si, por lo que parece al tener una cúpula femenina eso hace que hayan bajado los abusos contra las llamadas "mercancías"." te explicó la ronin"Han prohibido el opio para ellas y ellos, los trabajadores, para los guardias pero no para los clientes. De esa forma son más dóciles y los demás están más en sus capacidades.
No les está llendo mal, dicen que han doblado ganancias."
"Oh, no lo pasará por alto lo de la pólvoraLo que creo que es que él sabe muy bien que dos no se pelean si no hay dos, y uno de esos no es el Fénix, sino el Escorpión, sigue siendo así ir en su dirección."
Te dijo.
"¿Por qué?" se rió"Es obvio, es el puzle que no termina de resolver, tiene todas las piezas, lo monta una y otra vez y llegan y se lo destrozan, no le dejan acabar su trabajo y no hay nada que obsesione más a un perfeccionista que terminar uno.
No puede pasar página porque no le dejan pasar página."
"Son muertos en vida."
Dijo despacio de esas personas.
La ex-Daidoji tenía muy claro qué cartas jugar, un Daidoji ataca rápido, fuerte y tratando de ganar de un golpe a ser posible, algo muy Kakita además y ella sabía qué decir y dónde golpear para que tu atención se centrase.
"Si. Ese escorpión en concreto está relacionado con cómo el antiguo Campeón Cangrejo llegó a estar tan presente en las muertes de aquel invierno y cómo Nishi reptó entre ellas para colocarse en un lugar privilegiado. Y en estos últimos tiempos le ha estado sirviendo a Nishi para enterarse de quién va tras la pista de los fantasmas del pasado, como tu patrona." señaló despacio"Es cuestión de tiempo que su nombre salga, ella es cuidadosa pero uno no puede avanzar en el tablero sin dejar atrás las líneas amigas, es la única forma de llegar al final y ascender."
Mencionó las jugadas del shogi.
Así que la pregunta fue dicha, qué debías saber, sin duda eso era un "si".
"Bayushi Endou. 34 años. Kendoka. Varón y zurdo, por supuesto. Tiene el pelo castaño corto y usualmente va con una máscara de media luna blanca. Es alto y espigado. Viste usualmente de negro con un mon extra en la zona baja del kimono grande, simple, fácil de no ver en la multitud"
Te lo describió.
"Vive no muy lejos de aquí, en la zona del distrito que linda con el barrio rojo."
Se acuclilló e hizo un mapa de la zona en la tierra del suelo y señaló su cas.
"Seguramente estará por los alrededores o puede que esté más cerca nuestra para ver qué ha pasado."
Te miró desde su posición acuclillada.
"Sólo asegúrate que no vea un mañana y yo me ocuparé de todo lo demás."
Incluida la casa, seguramente.
OUT
ay el nervio del combate

"Nací con el mar
Libertad del estío
y profundidad."
"Los caminos no están para llegar a nuestro destino sino para recorrerlos"
"NOSOTROS somos Otosan Uchi, el resto son sólo palabras."
Isawa Hiromi, Dominatrix in Wonderland
Libertad del estío
y profundidad."
"Los caminos no están para llegar a nuestro destino sino para recorrerlos"
"NOSOTROS somos Otosan Uchi, el resto son sólo palabras."
Isawa Hiromi, Dominatrix in Wonderland
- Kakita Koji
- Sarcástico duelista
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- Registrado: Dom Sep 21, 2008 6:09 pm
Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
-Sería una suerte para la Tortuga si su daimio interviniera directamente, pero creo que no es su estilo de gobierno -resoplo con cierta resignación. Es algo nominal y sin duda otorga el prestigio suficiente como para poder mirar a los ojos a los grandes clanes, al menos en Otosan Uchi, pero no creo que la Kasuga espere mucho más que eso de su daimio.
-Eso mismo pensamos nosotros de la Mano Izquierda, que tarde o temprano la marea bajará y el Escorpión tendrá que devolverla. -replico sin dejar muy claro si me parece un pensamiento acertado o lo digo con ironía.
-En fin, en teoría el Fénix tendría que tener algo en contra de la Tortuga en tal caso, ¿no? Habrían sido ellos después de todo los que habrían provocado la caída de Isawa Hiro. Si acaso a los Escorpión sólo podrían reprocharles que su gobierno en la sombra no hubiera sido más eficaz, pero no estoy seguro de que ningún samurai medianamente orgulloso quisiera reivindicar eso.
Me resulta complicado imaginar cómo resolverían ese complicado equilibrio de reproches entre los tres. Aunque conociendo la corte, incluso es posible que allá arriba nadie se diera por enterado y siguieran cada cual a lo suyo -me planteo pensativo. Después de todo el fénix y el escorpión siempre han tenido una relación de amor odio algo particular, quizás por aquello de que los dos kamis eran gemelos.
-¿Doblado ganancias? ¿En un negocio que ya de por si debía de ser bastante rentable?
Vaya, yo diría que más que "no irles mal", eso podría considerarse como irles de auténtica maravilla... Quizás eso explique en parte el celo de sus rivales por tomar el control del barrio, cuanto más fértil es un valle más se empecinan los señores en dominarlo. -reflexiono rascándome el mentón, aunque en mi fuero interno sigo pensando en eso de doblar los beneficios. -No se si será de verdad tan cruel y tan fría como se dice, prohibir los abusos y el opio para los suyos parece casi lo opuesto de la crueldad, pero desde luego sabe como dirigir. Al menos en la paz, ya veremos en la guerra.
-Pero eso también lo sabe el Escorpión, y la Kasuga. Llamar la atención sobre el otro implica hacerlo también sobre uno mismo. Y está claro que todo eso de ahí fuera es una enorme llamada de atención hacia el magistrado; la pregunta sería, ¿quién de los dos lo quería aquí? -me pregunto, sobre Feng y el extraño papel que uno de los contendientes, o los dos, parece haber dispuesto para él. ¿Será una trampa de Sanjuro? Cosas peores se habrán visto en esta ciudad...
-Muertos en vida. Eso pensaba yo -me reafirmo cruzándome de brazos.
Un "señalador" de objetivos para el gozoku, en concreto para el Otomo... Difícil empatizar con semejante sabandija. Además tal como Tarako lo describe, acabaría señalando a la propia Yashiko tarde o temprano, ya fuera porque sospechase de ella o porque la utilizase para eliminar sus propios cabos sueltos.
Pero eso no llegará a suceder.
Me concentro en la descripción, asintiendo de tanto en tanto más como un mantra para recordarlo todo que porque realmente piense que la ronin necesita saber que lo estoy entendiendo.
-Mientras venía, no he visto a demasiada gente en la calle. Algunos corrían de aquí para allá, pero alguien que simplemente esté observando no pasará desapercibido ahora que se lo que busco.
Iré por esta dirección. Así quizás consiga verlo a él antes de que él me vea a mi, y para cuando eso suceda yo ya esté lo suficientemente cerca como para que ya no importe -comento observando el mapa que dibuja la mujer, y comparándolo con lo que puedo recordar que he visto al caminar hasta aquí.
FDI: Una tirada de ¿inteligencia? para realmente encontrar una ruta ventajosa, estaría bien. No se donde va a estar exactamente, pero al menos que las probabilidades estén de mi parte para llegar en ventaja jeje.
ON.
-Lo que veo es que, pese al fuego, va a ser una noche fresca, y yo no contaba con estar hasta estas horas por las calles... ¿No tendréis un manto que prestarme, que pueda echarme sobre los hombros y la cabeza, Tarako-san? -le solicito con un tono cortés, como quien pide una taza de té caliente.
Por supuesto doy por hecho que la mayoría de abrigos sobre kimono que tenga una ronin como ella serán lo suficientemente neutros y anodinos como para que incluso sea difícil verlos de noche, en las calles no siempre demasiado bien iluminadas de los distritos exteriores. El típico atuendo de quien no quiere llamar la atención, desde luego nada que ver con los vistosos tonos celestes de mi ropa en estos momentos. Pero qué le voy a hacer, dudo mucho que Tarako haya guardado nada con los colores de su antigua vida, así que tendré que conformarme con lo que tenga, ju.
-Eso mismo pensamos nosotros de la Mano Izquierda, que tarde o temprano la marea bajará y el Escorpión tendrá que devolverla. -replico sin dejar muy claro si me parece un pensamiento acertado o lo digo con ironía.
-En fin, en teoría el Fénix tendría que tener algo en contra de la Tortuga en tal caso, ¿no? Habrían sido ellos después de todo los que habrían provocado la caída de Isawa Hiro. Si acaso a los Escorpión sólo podrían reprocharles que su gobierno en la sombra no hubiera sido más eficaz, pero no estoy seguro de que ningún samurai medianamente orgulloso quisiera reivindicar eso.
Me resulta complicado imaginar cómo resolverían ese complicado equilibrio de reproches entre los tres. Aunque conociendo la corte, incluso es posible que allá arriba nadie se diera por enterado y siguieran cada cual a lo suyo -me planteo pensativo. Después de todo el fénix y el escorpión siempre han tenido una relación de amor odio algo particular, quizás por aquello de que los dos kamis eran gemelos.
-¿Doblado ganancias? ¿En un negocio que ya de por si debía de ser bastante rentable?
Vaya, yo diría que más que "no irles mal", eso podría considerarse como irles de auténtica maravilla... Quizás eso explique en parte el celo de sus rivales por tomar el control del barrio, cuanto más fértil es un valle más se empecinan los señores en dominarlo. -reflexiono rascándome el mentón, aunque en mi fuero interno sigo pensando en eso de doblar los beneficios. -No se si será de verdad tan cruel y tan fría como se dice, prohibir los abusos y el opio para los suyos parece casi lo opuesto de la crueldad, pero desde luego sabe como dirigir. Al menos en la paz, ya veremos en la guerra.
-Pero eso también lo sabe el Escorpión, y la Kasuga. Llamar la atención sobre el otro implica hacerlo también sobre uno mismo. Y está claro que todo eso de ahí fuera es una enorme llamada de atención hacia el magistrado; la pregunta sería, ¿quién de los dos lo quería aquí? -me pregunto, sobre Feng y el extraño papel que uno de los contendientes, o los dos, parece haber dispuesto para él. ¿Será una trampa de Sanjuro? Cosas peores se habrán visto en esta ciudad...
-Muertos en vida. Eso pensaba yo -me reafirmo cruzándome de brazos.
Un "señalador" de objetivos para el gozoku, en concreto para el Otomo... Difícil empatizar con semejante sabandija. Además tal como Tarako lo describe, acabaría señalando a la propia Yashiko tarde o temprano, ya fuera porque sospechase de ella o porque la utilizase para eliminar sus propios cabos sueltos.
Pero eso no llegará a suceder.
Me concentro en la descripción, asintiendo de tanto en tanto más como un mantra para recordarlo todo que porque realmente piense que la ronin necesita saber que lo estoy entendiendo.
-Mientras venía, no he visto a demasiada gente en la calle. Algunos corrían de aquí para allá, pero alguien que simplemente esté observando no pasará desapercibido ahora que se lo que busco.
Iré por esta dirección. Así quizás consiga verlo a él antes de que él me vea a mi, y para cuando eso suceda yo ya esté lo suficientemente cerca como para que ya no importe -comento observando el mapa que dibuja la mujer, y comparándolo con lo que puedo recordar que he visto al caminar hasta aquí.
FDI: Una tirada de ¿inteligencia? para realmente encontrar una ruta ventajosa, estaría bien. No se donde va a estar exactamente, pero al menos que las probabilidades estén de mi parte para llegar en ventaja jeje.
ON.
-Lo que veo es que, pese al fuego, va a ser una noche fresca, y yo no contaba con estar hasta estas horas por las calles... ¿No tendréis un manto que prestarme, que pueda echarme sobre los hombros y la cabeza, Tarako-san? -le solicito con un tono cortés, como quien pide una taza de té caliente.
Por supuesto doy por hecho que la mayoría de abrigos sobre kimono que tenga una ronin como ella serán lo suficientemente neutros y anodinos como para que incluso sea difícil verlos de noche, en las calles no siempre demasiado bien iluminadas de los distritos exteriores. El típico atuendo de quien no quiere llamar la atención, desde luego nada que ver con los vistosos tonos celestes de mi ropa en estos momentos. Pero qué le voy a hacer, dudo mucho que Tarako haya guardado nada con los colores de su antigua vida, así que tendré que conformarme con lo que tenga, ju.
"La genialidad no es más que la locura revestida de triunfo"
- Isawa_Hiromi
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
Tarako y tu sabíais que el Emperador obviamente no se iba a meter pero que sin duda no dejaría que algo así escalase, no él, sino su Madre, y enfadarla a esta podía tener peores consecuencias.
"Las mareas duran lo que duran. No se puede evitar."
Asintió Tarako a tu comentario de las Manos.
"La Tortuga no necesita tener nada en contra de ningún clan, sólo usar la costumbre, y la costumbre dicta que en esta ciudad además de los Gobernadores siempre hay una especie de gobierno paralelo Tortuga en la que realmente los ciudadanos de a pie heimins, hinins y demás confían y que suele ser quien copa el poder cuando en una gobernación no van bien las cosas. Así que ellos sólo ocuparían el lugar como siempre, sin mostrar nada en particular contra el Fénix y aunque a estos les pesase no podrían quejarse de ello, ya que es lo que siempre pasa y se hace en esos casos, los Gobiernos transitorios por ejemplo, como cuando pasó de Sanjuro a Hiro también fue de la Tortuga."
Tarako asintió a lo del doble.
"Si, sacaron de sus filas a ciertas chicas y formaron lugares especializados, como la casa de las Oirans de los Elementos, la Nube Gris, que creo que te suena...
Aunque no sólo eso, como digo, haciendo que haya más seguridad hace que los samurais sientan un lugar más cómodo, mejor trato a las chicas y chicos que trabajan allí hace que "la mercancía" sea más apetecible... Al final si se sube el valor general la gente paga por ser exclusivo además, y sigue subiendo...
No sé si realmente es tan mala como dicen o es la táctica de los propios escorpión lo que si que te puedo decir es que desde que ha llegado dicen que está encargándose de los nuevos modelos revolucionarios que tiene esa ikka de hacer las cosas y que van a abrir un teatro de variedades eróticas incluso en poco."
Tarako miró hacia el humo del cielo.
"Es complejo de decir quién quiere al Magistrado aquí porque... siento divisiones, no puedo explicarlo pero es una maraña más grande de lo que parece a simple vista."
Tarako, de cuclillas en el suelo mientras te señalaba el mapa asintió a tus pensamientos que no habría demasiada gente.
"No, pero hazme caso, en esta clase de momentos como has dicho quien está fuera destaca mucho."
Te señaló. Ibas de azul. En un barrio amarillo o rojo.
"Recuerda eso, te servirá para bien no sólo para mal. Podrías ser un cliente que sale de la zona. Dependerá de cómo de bien ocultes tu chi asesino."
Se levantó despacio y te miró directamente.
"Esto es la guerra, Koji-san, no lo olvides, aquí se usan las técnicas y el honor de la guerra." En donde, en especial para un Daidoji, todo valía.
Y eso lo entendías bien así que pediste un abrigo y esta sonrió de medio lado.
"Tengo algo perfecto para ti."
Te dijo que aguardases y llamó a la cria que estaba junto a Shinkyu, le pidió que le trajera algo y ella salió corriendo, al poco vino con una capa envuelta en si misma.
El color de la capa era un verde muy oscuro, verde hoja. Estaba vieja y algo gastada pero en cuanto tocaste el tejido supiste que era de excelente calidad y al abrirla no pudiste evitar darte cuenta como el interior era de un color amarillo albero oscuro. Esa era una capa de la magistratura esmeralda, sin sellos, sólo los colores.
Tarako sonrió.
"Eso te permitirá avanzar sin que nadie te detenga, esperemos que hasta tan lejos o tan cerca que para otros sea demasiado tarde ver su equivocación."
Que no mentira, esto no era mentir, era la senda del Daidoji.
OUT
Tirada de inteligencia al canto!!
Dificultad media 15.
Te voy a hacer un par de aumentos porque tienes muchos dados (2 aumentos)
Dif: 25
Tiramos: 5g5
Sale...
3 +4 +3+ 8+ 10 (8)
Resultado: 36 superada
Vale, esto te va a dar lo siguiente:
1. Encuentras una forma de llegar digamos que indirecta que te permite ver desde una posición la zona y que no te vean
2. Con un aumento acercarte mucho a la zona donde estaría (imaginemos que es la puerta de su casa) sin que se te note (como si llegases por una callejuela)
3. Y el último aumento te lo dejo por si decides hacer un ataque de pronto, pero claro, eso sería no por la espalda pero si "sin avisar" y toda la ceremonia del duelo.
Ahora tu me dices qué quieres
"Las mareas duran lo que duran. No se puede evitar."
Asintió Tarako a tu comentario de las Manos.
"La Tortuga no necesita tener nada en contra de ningún clan, sólo usar la costumbre, y la costumbre dicta que en esta ciudad además de los Gobernadores siempre hay una especie de gobierno paralelo Tortuga en la que realmente los ciudadanos de a pie heimins, hinins y demás confían y que suele ser quien copa el poder cuando en una gobernación no van bien las cosas. Así que ellos sólo ocuparían el lugar como siempre, sin mostrar nada en particular contra el Fénix y aunque a estos les pesase no podrían quejarse de ello, ya que es lo que siempre pasa y se hace en esos casos, los Gobiernos transitorios por ejemplo, como cuando pasó de Sanjuro a Hiro también fue de la Tortuga."
Tarako asintió a lo del doble.
"Si, sacaron de sus filas a ciertas chicas y formaron lugares especializados, como la casa de las Oirans de los Elementos, la Nube Gris, que creo que te suena...
Aunque no sólo eso, como digo, haciendo que haya más seguridad hace que los samurais sientan un lugar más cómodo, mejor trato a las chicas y chicos que trabajan allí hace que "la mercancía" sea más apetecible... Al final si se sube el valor general la gente paga por ser exclusivo además, y sigue subiendo...
No sé si realmente es tan mala como dicen o es la táctica de los propios escorpión lo que si que te puedo decir es que desde que ha llegado dicen que está encargándose de los nuevos modelos revolucionarios que tiene esa ikka de hacer las cosas y que van a abrir un teatro de variedades eróticas incluso en poco."
Tarako miró hacia el humo del cielo.
"Es complejo de decir quién quiere al Magistrado aquí porque... siento divisiones, no puedo explicarlo pero es una maraña más grande de lo que parece a simple vista."
Tarako, de cuclillas en el suelo mientras te señalaba el mapa asintió a tus pensamientos que no habría demasiada gente.
"No, pero hazme caso, en esta clase de momentos como has dicho quien está fuera destaca mucho."
Te señaló. Ibas de azul. En un barrio amarillo o rojo.
"Recuerda eso, te servirá para bien no sólo para mal. Podrías ser un cliente que sale de la zona. Dependerá de cómo de bien ocultes tu chi asesino."
Se levantó despacio y te miró directamente.
"Esto es la guerra, Koji-san, no lo olvides, aquí se usan las técnicas y el honor de la guerra." En donde, en especial para un Daidoji, todo valía.
Y eso lo entendías bien así que pediste un abrigo y esta sonrió de medio lado.
"Tengo algo perfecto para ti."
Te dijo que aguardases y llamó a la cria que estaba junto a Shinkyu, le pidió que le trajera algo y ella salió corriendo, al poco vino con una capa envuelta en si misma.
El color de la capa era un verde muy oscuro, verde hoja. Estaba vieja y algo gastada pero en cuanto tocaste el tejido supiste que era de excelente calidad y al abrirla no pudiste evitar darte cuenta como el interior era de un color amarillo albero oscuro. Esa era una capa de la magistratura esmeralda, sin sellos, sólo los colores.
Tarako sonrió.
"Eso te permitirá avanzar sin que nadie te detenga, esperemos que hasta tan lejos o tan cerca que para otros sea demasiado tarde ver su equivocación."
Que no mentira, esto no era mentir, era la senda del Daidoji.
OUT
Tirada de inteligencia al canto!!
Dificultad media 15.
Te voy a hacer un par de aumentos porque tienes muchos dados (2 aumentos)
Dif: 25
Tiramos: 5g5
Sale...
3 +4 +3+ 8+ 10 (8)
Resultado: 36 superada
Vale, esto te va a dar lo siguiente:
1. Encuentras una forma de llegar digamos que indirecta que te permite ver desde una posición la zona y que no te vean
2. Con un aumento acercarte mucho a la zona donde estaría (imaginemos que es la puerta de su casa) sin que se te note (como si llegases por una callejuela)
3. Y el último aumento te lo dejo por si decides hacer un ataque de pronto, pero claro, eso sería no por la espalda pero si "sin avisar" y toda la ceremonia del duelo.
Ahora tu me dices qué quieres
"Nací con el mar
Libertad del estío
y profundidad."
"Los caminos no están para llegar a nuestro destino sino para recorrerlos"
"NOSOTROS somos Otosan Uchi, el resto son sólo palabras."
Isawa Hiromi, Dominatrix in Wonderland
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y profundidad."
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- Kakita Koji
- Sarcástico duelista
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- Registrado: Dom Sep 21, 2008 6:09 pm
Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
-Lo que yo decía, puede vestirse de seda pero siempre corre sangre de tortuga -contesto moviendo la cabeza afirmativamente, tras explicarme Tarako eso de que los Kasuga toman el gobierno efectivo de cualquier distrito en ausencia o negligencia manifiesta del oficial de los clanes.
¿Sería eso lo que esperarían conseguir aquí en el Hiro? Todo parece indicarlo.
-Aún así es raro, ¿no os parece? A menudo en esta ciudad se habla de los peces, del fondo de la bahía y todo eso. Es una forma, me parece a mi, de querer decir que las cosas aquí se resuelven con brutalidad si hace falta, pero siempre con discreción.
Habría esperado que en un distrito supuestamente controlado por el Escorpión, un intento de conspiración contra ellos acabase con varios Kasuga, o yakuzas, o quien sea que pague el pato, en el fondo del mar. ¿No se vanaglorian siempre de que lo saben todo y se anticipan a cualquier amenaza? Para eso son la Mano Oculta.
Lo que quiero decir es que esto no parece muy discreto. ¿Por qué han esperado a que el ataque estuviera tan avanzado para contragolpear? ¿Por qué no eliminar a algún cabecilla antes, con esa discreción de la que se suele hacer gala? -me pregunto curioso. ¿Será algún tipo de mensaje hacia alguien?
-Ah si, me suena la nube gris. Recuerdo a aquella pobre chica, la que Shin maltrataba. ¿Tenko? También me acuerdo de la otra, la que parecía que en cualquier momento podía saltar y arrancarle la cabeza, y el muy necio ni siquiera se daba cuenta de semejante amenaza...
Espero que no les haya pasado nada -suspiro mirando hacia donde creo que debe quedar aquel lugar. Pero no creo que tenga mucho sentido tratar de ir a comprobarlo, aquello debe estar repleto de escorpiones y yakuzas de mal humor a estas alturas.
-Se que la nobleza de los distritos interiores solía venir dispuesta a pagar precios desorbitados por la compañía de esas mujeres -murmuro asintiendo, pensando en lo que la propia Yashiko me contó sobre el patriarca Higshikawa.
-¿Un teatro? Vaya, sabía que a los escorpión les encanta la interpretación, pero no imaginaba que se les hubiera ocurrido levantar incluso un teatro con ese tipo de oferta.
Aunque conociendo cómo piensan ciertos círculos artísticos de la ciudad, puede que más de uno esté entusiasmado con semejante escándalo de cruzarse el mundo flotante con el artístico. A lo mejor nuestra buena amiga Nozomi-san es la primera en querer verlo con sus propios ojos, le encanta dejarse ver donde a la embajada grulla le horroriza que se dejen ver sus samurai, ju.
Eso si es que ese local no ha ardido a estas alturas, claro. -apostillo encogiéndome de hombros. Tantos planes, y todo puede convertirse en cenizas en un rato, así es la vida.
Luego me cruzo de brazos, pensando en que si para Tarako es interesante percibir cierta maraña que no es capaz de descifrar a simple vista, para Agasha Feng debe ser irresistible. Aunque si todo esto es una trampa contra él, desde luego es la más espectacular y llamativa que jamás alguien ha recibido en la historia, seguro.
-Eso no debería ser un problema. Ocultar nuestro chi al oponente es una de las primeras técnicas de iaijutsu que debe aprender un duelista, de lo contrario pierdes toda la ventaja durante el duelo ya que ese rival podría leer cada una de tus intenciones incluso antes de que la pongas en práctica. El chi es nuestra principal arma y escudo a la vez. -replico convencido de que eso se me dará bien, todo es iaijustu.
-Desde luego, se ve como una guerra -sonrío de medio lado, refiriéndome al campo de batalla entre incendios y rescoldos del barrio.
Pero después me quedo mirando la capa fijamente al darme cuenta de lo que es, o al menos lo que fue. Lo que me afecta no es pensar que sea una treta, sino el hecho en si mismo de que todo kendoka grulla sueña o ha soñado alguna vez en su vida con ser un magistrado esmeralda.
-Siempre he pensado que el verde me favorecería -suspiro con cierta flema, al echármela sobre los hombros.
Finalmente me aseguro de que la saya de Kashin está con precisión profesional en la posición adecuada para poder lanzar el ataque perfecto desde la posición de envainado, lanzo un último vistazo al mapa dibujado en la tierra, y me despido de Tarako momentáneamente con un cabeceo tranquilo.
Por último, desenvaino como rutina para comprobar que no existe ninguna traba para la hoja, y beso la base de ésta. -Honor, y amor, Kashin-chan -le susurro antes de volver a guardarla, personalizando un poco el habitual lema de nuestra familia.
Recordar el mapa me sirve para ir interpretando las calles por las que camino mientras recorro la senda que he visualizado. A través de unos setos creo identificar al fulano, pero también veo una callejuela muy oportuna por la que puedo acercarme aún más sin ser detectado, si doy un pequeño rodeo.
Dicho y hecho. Para cuando me deje ver abiertamente, estaré lo suficientemente cerca como para que la retirada no sea una opción para el escorpión, si es que se le pasa por la cabeza cuando comprenda realmente para qué he ido a verle...
-¿Bayushi Endou-sama...?
OuT:
Vale, entonces aprovechando el resultado de la tirada, la idea es que cuando salga a la misma calle donde esté el objetivo y me vea encarado, esté ya a distancia de iai. O al menos que salga lo suficientemente cerca como para que cuando se de cuenta de que no soy de la magistratura, ya esté al alcance de mi espada.
Pero siempre usando iaijutsu para mantener el chi de combate completamente oculto.
Una vez que esté delante, le llamaré por su nombre para asegurarme por su reacción que es él. Después de eso como ha dicho Tarako que rigen las reglas de la guerra, mi intención no es iniciar un duelo formal sino ir directamente a una escaramuza. Eso si, antes de tirar iniciativas recuerda que tengo la técnica 5 para lanzar un ataque gratis porque si, a dificultad 5. Aumentos para golpear un punto vital y acabar el asunto de un tajo a ser posible (entiendo que se interpreta de modo que no es un ataque a traición, porque es una técnica de escuela del bushi kakita, que son muy honorables ellos XD )
¿Sería eso lo que esperarían conseguir aquí en el Hiro? Todo parece indicarlo.
-Aún así es raro, ¿no os parece? A menudo en esta ciudad se habla de los peces, del fondo de la bahía y todo eso. Es una forma, me parece a mi, de querer decir que las cosas aquí se resuelven con brutalidad si hace falta, pero siempre con discreción.
Habría esperado que en un distrito supuestamente controlado por el Escorpión, un intento de conspiración contra ellos acabase con varios Kasuga, o yakuzas, o quien sea que pague el pato, en el fondo del mar. ¿No se vanaglorian siempre de que lo saben todo y se anticipan a cualquier amenaza? Para eso son la Mano Oculta.
Lo que quiero decir es que esto no parece muy discreto. ¿Por qué han esperado a que el ataque estuviera tan avanzado para contragolpear? ¿Por qué no eliminar a algún cabecilla antes, con esa discreción de la que se suele hacer gala? -me pregunto curioso. ¿Será algún tipo de mensaje hacia alguien?
-Ah si, me suena la nube gris. Recuerdo a aquella pobre chica, la que Shin maltrataba. ¿Tenko? También me acuerdo de la otra, la que parecía que en cualquier momento podía saltar y arrancarle la cabeza, y el muy necio ni siquiera se daba cuenta de semejante amenaza...
Espero que no les haya pasado nada -suspiro mirando hacia donde creo que debe quedar aquel lugar. Pero no creo que tenga mucho sentido tratar de ir a comprobarlo, aquello debe estar repleto de escorpiones y yakuzas de mal humor a estas alturas.
-Se que la nobleza de los distritos interiores solía venir dispuesta a pagar precios desorbitados por la compañía de esas mujeres -murmuro asintiendo, pensando en lo que la propia Yashiko me contó sobre el patriarca Higshikawa.
-¿Un teatro? Vaya, sabía que a los escorpión les encanta la interpretación, pero no imaginaba que se les hubiera ocurrido levantar incluso un teatro con ese tipo de oferta.
Aunque conociendo cómo piensan ciertos círculos artísticos de la ciudad, puede que más de uno esté entusiasmado con semejante escándalo de cruzarse el mundo flotante con el artístico. A lo mejor nuestra buena amiga Nozomi-san es la primera en querer verlo con sus propios ojos, le encanta dejarse ver donde a la embajada grulla le horroriza que se dejen ver sus samurai, ju.
Eso si es que ese local no ha ardido a estas alturas, claro. -apostillo encogiéndome de hombros. Tantos planes, y todo puede convertirse en cenizas en un rato, así es la vida.
Luego me cruzo de brazos, pensando en que si para Tarako es interesante percibir cierta maraña que no es capaz de descifrar a simple vista, para Agasha Feng debe ser irresistible. Aunque si todo esto es una trampa contra él, desde luego es la más espectacular y llamativa que jamás alguien ha recibido en la historia, seguro.
-Eso no debería ser un problema. Ocultar nuestro chi al oponente es una de las primeras técnicas de iaijutsu que debe aprender un duelista, de lo contrario pierdes toda la ventaja durante el duelo ya que ese rival podría leer cada una de tus intenciones incluso antes de que la pongas en práctica. El chi es nuestra principal arma y escudo a la vez. -replico convencido de que eso se me dará bien, todo es iaijustu.
-Desde luego, se ve como una guerra -sonrío de medio lado, refiriéndome al campo de batalla entre incendios y rescoldos del barrio.
Pero después me quedo mirando la capa fijamente al darme cuenta de lo que es, o al menos lo que fue. Lo que me afecta no es pensar que sea una treta, sino el hecho en si mismo de que todo kendoka grulla sueña o ha soñado alguna vez en su vida con ser un magistrado esmeralda.
-Siempre he pensado que el verde me favorecería -suspiro con cierta flema, al echármela sobre los hombros.
Finalmente me aseguro de que la saya de Kashin está con precisión profesional en la posición adecuada para poder lanzar el ataque perfecto desde la posición de envainado, lanzo un último vistazo al mapa dibujado en la tierra, y me despido de Tarako momentáneamente con un cabeceo tranquilo.
Por último, desenvaino como rutina para comprobar que no existe ninguna traba para la hoja, y beso la base de ésta. -Honor, y amor, Kashin-chan -le susurro antes de volver a guardarla, personalizando un poco el habitual lema de nuestra familia.
Recordar el mapa me sirve para ir interpretando las calles por las que camino mientras recorro la senda que he visualizado. A través de unos setos creo identificar al fulano, pero también veo una callejuela muy oportuna por la que puedo acercarme aún más sin ser detectado, si doy un pequeño rodeo.
Dicho y hecho. Para cuando me deje ver abiertamente, estaré lo suficientemente cerca como para que la retirada no sea una opción para el escorpión, si es que se le pasa por la cabeza cuando comprenda realmente para qué he ido a verle...
-¿Bayushi Endou-sama...?
OuT:
Vale, entonces aprovechando el resultado de la tirada, la idea es que cuando salga a la misma calle donde esté el objetivo y me vea encarado, esté ya a distancia de iai. O al menos que salga lo suficientemente cerca como para que cuando se de cuenta de que no soy de la magistratura, ya esté al alcance de mi espada.
Pero siempre usando iaijutsu para mantener el chi de combate completamente oculto.
Una vez que esté delante, le llamaré por su nombre para asegurarme por su reacción que es él. Después de eso como ha dicho Tarako que rigen las reglas de la guerra, mi intención no es iniciar un duelo formal sino ir directamente a una escaramuza. Eso si, antes de tirar iniciativas recuerda que tengo la técnica 5 para lanzar un ataque gratis porque si, a dificultad 5. Aumentos para golpear un punto vital y acabar el asunto de un tajo a ser posible (entiendo que se interpreta de modo que no es un ataque a traición, porque es una técnica de escuela del bushi kakita, que son muy honorables ellos XD )
"La genialidad no es más que la locura revestida de triunfo"
- Isawa_Hiromi
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
"Esta ciudad tiene caparazón, la culpa es de los que se le olvida."
Te dijo Tarako con media sonrisa como si dijera "es como si en tierras Grulla se te olvidase".
"Es una ciudad brutal. Esa es la verdad que se esconde tras la seda. ¿Pero no lo es la vida de un samurai? ¿No lo es acabar con una espada en el vientre con tal de no sufrir deshonor? ¿No lo es morir una noche cualquiera por algo de lo que puede que seas consciente o no?"
Justo como aquella noche.
"¿Sabes qué pasa cuando eres Mano Oculta y a la vez la Mano de la Corte? Que en la misma mano no caben todas las cosas sin que se te caiga algo."
Sonrió divertida.
"Por eso las cosas son como son y por eso las cosas deben volver a ser lo que eran."
El Cangrejo lo había visto a tiempo, no se pude estar en la Muralla y a la vez en el corazón del Imperio como el ejército del Emperador sin atraer a la desgracia más absoluta.
Tarako miró hacia el cielo lleno de columnas de humo.
"Seguro que esas chicas están bien, el escorpión no dejará que sus perlas caigan al mar, y además, esa mujer de la que hablas, Kajiko, ella sola podría sacar a las demás de apuros..."
Y lo dijo como si estuviera completamente segura de ella no sólo por lo que tu habías visto.
"Oh si, no se trata de sexo sino de posición. Una fiesta donde estén una de ellas significa algo exclusivo y no al alcance de cualquiera, al final esta ciudad es experta en crear objetos de colección, lujo, ediciones limitadas para separar a los de arriba de los de abajo y crear una constante competición por subir."
Y había quien sabía lucrarse de ello.
"Lo cierto es que tengo curiosidad por saber qué es lo que hacen y no dudo que se harán eventos ocultos para poder ir a ese teatro y una vez más jugar al juego de donde has estado que no has estado pero en una exclusividad de la que todos hablarán...
Y si eso da un par de sustos al corazón, seguro que tu amiga estará allí, aunque sea por las risas."
Y eso sin duda era mucho de Nozomi.
"Un duelo es algo que entiendes, es algo que has entrenado, esto es una reyerta callejera."
Te dijo Tarako despacio. La forma de ocultar el chi para un Kakita y para un Daidoji era totalmente diferente, ustedes lo teníais muy estandarizado para el combate legal, justo, honorable mientras que los Daidoji entendían que el combate era siempre, en cualquier momento y lugar.
Tarako te tendió la capa y sonrió de medio lado.
"Bueno, aún no es tarde para tener un nuevo color secundario, sois joven, estáis en la cresta de la ola, tenéis nuevos y buenos amigos y el valor y la insensatez que gustan a los que portan ese color."
Al decirlo te ayudó a ponerte la capa y no pudiste evitar darte cuento con el mimo y cariño, anhelo y nostalgia con la que tocaba aquella tela y la colocaba bien en ti. Por un momento, aquella ronin pareció crecer delante de tus ojos y su aura extenderse con fuerza, mientras miraba el color, tras lo cual se desvaneció cuando apartó la mirada y te observó a ti con una media sonrisa.
"Suerte. Espero veros de nuevo."
Y eso iba en realidad por los dos.
Kashin vibró bajo tu mano repitiendo aquel lema en un canto muy leve que sonó al desenvainar de la espada sin haberlo hecho. Tu sabías que sonreía, de alguna forma lo hacía y también podías sentir su energía recorrer tu cuerpo en una oleada intensa y vibrante con el nervio de lo que se avecinaba y cierta, por qué no decirlo, alegría de derramar sangre por un lema que bien llevaría hasta el final.
El mapa te sirvió sin duda pues cuando el Bayushi se dio medio vuelta le tenías a menos de tres pasos encima, pareció sorprendido por eso, por tu llegada, por no haberte oído y sobretodo por no tener claro qué hacías allí y cómo sabías su nombre. Puso esa expresión de "¿nos conocemos?" justo antes de preguntar:
"¿Puedo ayudarle?"
OUT
No, si me queda super claro lo que vas a hacer y para qué mentirnos, es la mejor opción XDDD es que es una locura meternos en una pelea justa cuando no lo es XDDD ahi el abuelo daidoji asintiendo a las opciones de Koji feliz XDDD
Así que vamos allá.
Primero estás a espacio de golpe de iai.
Segundo vas primero.
Tercero tienes un ataque gratuito antes justamente por eso que es a 5.
Hacemos los aumentos pertinentes al menos hasta 40 porque tienes dados de sobra.(Son 6 aumentos)
Y vamos allá.
Tiras 10g5
Resultado:10 (5) 9 8 4 5 9 10(8) 3 4 7
Total: 60 XD
Daño: 10g4
DAÑO6 6 3 1 7 8 10 (7) 10 (3) 7 4
Total: 45
Bueno pues esto es un golpe que lo deja casi frito XDD
Y ahora vamos a iniciativa, pregunta, algun truco más antes de nada?? el pavo tiene menos diez mil dados porque esta casi caido pero no se si has pensando algo
Te dijo Tarako con media sonrisa como si dijera "es como si en tierras Grulla se te olvidase".
"Es una ciudad brutal. Esa es la verdad que se esconde tras la seda. ¿Pero no lo es la vida de un samurai? ¿No lo es acabar con una espada en el vientre con tal de no sufrir deshonor? ¿No lo es morir una noche cualquiera por algo de lo que puede que seas consciente o no?"
Justo como aquella noche.
"¿Sabes qué pasa cuando eres Mano Oculta y a la vez la Mano de la Corte? Que en la misma mano no caben todas las cosas sin que se te caiga algo."
Sonrió divertida.
"Por eso las cosas son como son y por eso las cosas deben volver a ser lo que eran."
El Cangrejo lo había visto a tiempo, no se pude estar en la Muralla y a la vez en el corazón del Imperio como el ejército del Emperador sin atraer a la desgracia más absoluta.
Tarako miró hacia el cielo lleno de columnas de humo.
"Seguro que esas chicas están bien, el escorpión no dejará que sus perlas caigan al mar, y además, esa mujer de la que hablas, Kajiko, ella sola podría sacar a las demás de apuros..."
Y lo dijo como si estuviera completamente segura de ella no sólo por lo que tu habías visto.
"Oh si, no se trata de sexo sino de posición. Una fiesta donde estén una de ellas significa algo exclusivo y no al alcance de cualquiera, al final esta ciudad es experta en crear objetos de colección, lujo, ediciones limitadas para separar a los de arriba de los de abajo y crear una constante competición por subir."
Y había quien sabía lucrarse de ello.
"Lo cierto es que tengo curiosidad por saber qué es lo que hacen y no dudo que se harán eventos ocultos para poder ir a ese teatro y una vez más jugar al juego de donde has estado que no has estado pero en una exclusividad de la que todos hablarán...
Y si eso da un par de sustos al corazón, seguro que tu amiga estará allí, aunque sea por las risas."
Y eso sin duda era mucho de Nozomi.
"Un duelo es algo que entiendes, es algo que has entrenado, esto es una reyerta callejera."
Te dijo Tarako despacio. La forma de ocultar el chi para un Kakita y para un Daidoji era totalmente diferente, ustedes lo teníais muy estandarizado para el combate legal, justo, honorable mientras que los Daidoji entendían que el combate era siempre, en cualquier momento y lugar.
Tarako te tendió la capa y sonrió de medio lado.
"Bueno, aún no es tarde para tener un nuevo color secundario, sois joven, estáis en la cresta de la ola, tenéis nuevos y buenos amigos y el valor y la insensatez que gustan a los que portan ese color."
Al decirlo te ayudó a ponerte la capa y no pudiste evitar darte cuento con el mimo y cariño, anhelo y nostalgia con la que tocaba aquella tela y la colocaba bien en ti. Por un momento, aquella ronin pareció crecer delante de tus ojos y su aura extenderse con fuerza, mientras miraba el color, tras lo cual se desvaneció cuando apartó la mirada y te observó a ti con una media sonrisa.
"Suerte. Espero veros de nuevo."
Y eso iba en realidad por los dos.
Kashin vibró bajo tu mano repitiendo aquel lema en un canto muy leve que sonó al desenvainar de la espada sin haberlo hecho. Tu sabías que sonreía, de alguna forma lo hacía y también podías sentir su energía recorrer tu cuerpo en una oleada intensa y vibrante con el nervio de lo que se avecinaba y cierta, por qué no decirlo, alegría de derramar sangre por un lema que bien llevaría hasta el final.
El mapa te sirvió sin duda pues cuando el Bayushi se dio medio vuelta le tenías a menos de tres pasos encima, pareció sorprendido por eso, por tu llegada, por no haberte oído y sobretodo por no tener claro qué hacías allí y cómo sabías su nombre. Puso esa expresión de "¿nos conocemos?" justo antes de preguntar:
"¿Puedo ayudarle?"
OUT
No, si me queda super claro lo que vas a hacer y para qué mentirnos, es la mejor opción XDDD es que es una locura meternos en una pelea justa cuando no lo es XDDD ahi el abuelo daidoji asintiendo a las opciones de Koji feliz XDDD
Así que vamos allá.
Primero estás a espacio de golpe de iai.
Segundo vas primero.
Tercero tienes un ataque gratuito antes justamente por eso que es a 5.
Hacemos los aumentos pertinentes al menos hasta 40 porque tienes dados de sobra.(Son 6 aumentos)
Y vamos allá.
Tiras 10g5
Resultado:10 (5) 9 8 4 5 9 10(8) 3 4 7
Total: 60 XD
Daño: 10g4
DAÑO6 6 3 1 7 8 10 (7) 10 (3) 7 4
Total: 45
Bueno pues esto es un golpe que lo deja casi frito XDD
Y ahora vamos a iniciativa, pregunta, algun truco más antes de nada?? el pavo tiene menos diez mil dados porque esta casi caido pero no se si has pensando algo
"Nací con el mar
Libertad del estío
y profundidad."
"Los caminos no están para llegar a nuestro destino sino para recorrerlos"
"NOSOTROS somos Otosan Uchi, el resto son sólo palabras."
Isawa Hiromi, Dominatrix in Wonderland
Libertad del estío
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"Los caminos no están para llegar a nuestro destino sino para recorrerlos"
"NOSOTROS somos Otosan Uchi, el resto son sólo palabras."
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- Kakita Koji
- Sarcástico duelista
- Mensajes: 3909
- Registrado: Dom Sep 21, 2008 6:09 pm
Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
-¿Brutalidad bajo la seda...? Si, yo diría que es una metáfora bastante acertada en general de la existencia del samurai -respondo sonriendo de medio lado, pensando que me gusta el sentido del humor de esta mujer.
-Supongo que si eso es cierto, significa que ni siquiera el Escorpión es tan eficaz como nos pretende hacer creer siempre a los demás. En cierto modo, resulta decepcionante... -murmuro mirando hacia aquellas columnas de humo que se pierden en la negrura.
-Me gusta lo que se deduce de esto entonces. Que los de las pinzas deben renunciar a la Mano Izquierda para volver a ser lo que eran, o lo que pretendieron ser, en la Oculta.
Claro que no es un argumento que se pueda manejar en la corte, no abiertamente al menos pero... si ellos mismos se dan cuenta de que el reinado en la sombra se les escapa de las manos, eso que ganamos todos si deciden volver a volcar sus esfuerzos en recuperarlo.
-Así que Kajiko... No sabía como se llamaba. ¿La conocéis vos? No digo como una de esas oniagans sino en lo que fuera que era antes de ser una de ellas. Yo diría que como mínimo había sido ashigaru, y no sólo enrolada sino con auténtica experiencia de combate; esa mirada no se entrena, te la da la muerte cuando te pasa demasiado cerca -le digo mostrándome pensativo. Quizás ashigaru sea quedarme corto, pero resulta algo chocante pensar que hubiera podido haber sido algo más que eso, porque más que ashigaru es samurai, aunque fuera de la parte más baja y pobre de la casta...
-Quizás no se trate de sexo, pero si son mujeres y eso significa que buena cantidad de sus clientes son hombres, esto implica que siempre se trata de sexo. Tal vez no el convencional, no dudo que tenga mucho de exclusividad como parte de su erótica, pero el deseo a menudo no nos deja razonar demasiado a los hombres sobre el resto de matices. De lo contrario, serían geishas, ¿me equivoco?
Hum, si, yo también creo que Nozomi-san estará allí si todo ese asunto del teatro va a funcionar de ese modo. No podrá evitarlo, aunque sea sólo por lo que habéis dicho, la curiosidad de saber qué se les habrá ocurrido ahora... Sólo espero que no tengan previsto hacer que el lugar salte por los aires cuando estén todos dentro -comento, pensando en que es difícil saber quien ha ganado la contienda de esta noche, o siquiera si hay un ganador aún y no piensan seguir con los fuegos artificiales varios días más.
-No os preocupéis por mi faceta de duelista melodramático que ofrece a su rival un combate de salón mientras no ve como se preparan para apuñalarle por la espalda. Si algo me ha quedado claro esta mañana es que dos no juegan limpio si uno no quiere, y los escorpiones nunca quieren. Es su decisión y... hay que respetarla -digo encogiéndome de hombros con irónica resignación. No me entusiasma, pero es un hecho; las cosas son como son, no como nos gustaría que fueran.
Con el Seppun tenía sentido. Si vives con honor, mueres con honor. Pero los que asaltaron el hospital no lo tuvieron ni se lo concedieron a mi testigo, y por poco a mi tampoco.
-Nunca había considerado la insensatez como una virtud. De pronto, eso me ha dado muchos puntos extra.
Aunque supongo que parte de esa ahora cualidad implica que no querría llegar a tener ese color secundario por la calidad de los amigos que pudiera tener, sino ganándomelo por el camino más difícil.
Lo cual... ni siquiera se si es posible en una ciudad como ésta, ju. Creo que eso forma parte del atractivo del asunto -bromeo con una sonrisilla socarrona mientras dejo que me coloque bien la prenda, y me fijo en su reacción al tenerla de nuevo ante si. El juramento de lealtad eterna de los Daidoji, por supuesto.
Quizás si algún día los dioses se alinean para que Tarako recupere su antigua posición, ella misma pueda nombrarme magistrado. Eso sería bastante épico, aunque esté mal que yo lo diga.
-Gracias. Yo también lo espero -le sonrío una última vez con un cabeceo gentil a modo de despedida.
Al caminar por la calle, dejo que la intensidad que desprende Kashin me recorra a mi también, tratando de crear una conexión más profunda de lo que había sido antes de hablar con ella, en persona, más o menos.
Pero tampoco puedo dejarme llevar en exceso. Me concentro en mantener mi chi deliberadamente bajo y calmado en su superficie, mientras trato de que toda mi mente se ocupe con los detalles de la situación y cuanto me rodea. Es de noche, y estoy en medio de territorio hostil cuando menos, puede que acabe acostumbrándome pero no es mi elemento.
Cuando alcanzo a ver al fulano, le llamo por su nombre para asegurarme de que es él, y para que se de la vuelta.
Cara a cara. Con eso me doy por satisfecho.
-No -respondo a su pregunta, con un tono inexpresivo.
El escorpión debería haber sido más rápido, no hay más historia que ésa. Ni siquiera le da tiempo a quejarse, seguramente no se haya dado cuenta de nada hasta ver al shinigami que venga a recogerlo.
Kashin hace su trabajo, centelleando como un relámpago en el cielo, y en un instante siento su filo cortar seda, carne y hueso en ese orden. Después se toma su tiempo para cantar con una de esas notas que sólo en las hojas más perfectas pueden oírse.
Doy un paso y lo remato antes de que el cuerpo caiga al suelo.
Y nada más. Siempre he odiado los personajes literarios que tenían una frase chistosa, una consigna o cualquier otra gilipollez como ponerse a silbar cuando mataban a un enemigo. La muerte es un instante de frenesí seguido de un largo silencio. No necesita nada más, todos los intentos de los poetas por adornar algo tan solemne me resultan estomagantes.
Me inclino levemente ante el oponente caído, y me alejo del mismo modo que he llegado, visualizando el mapa para volver a orientarme mientras sacudo la espada para retirar el exceso de sangre. Por supuesto eso nunca llegará a limpiarla del todo, así que hay que acabar el trabajo con un trozo de paño que todo buen bushi siempre lleva encima a modo de recordatorio de la obligación de su existencia.
OuT:
Sin trucos, rápido y eficiente haciendo gala de la sangre Daidoji. La técnica de rg5 es una maravilla XDD
Tiraría iniciativa, y un golpe final para rematarlo. Hacer bueno el dicho Kakita de ser capaces de matar a un oponente tres veces antes de que caiga al suelo, que no se diga que no se pueda tener estilo y eficiencia a la vez.
Luego me largo de ahí sin más. No quiero esperar a que salga nadie a jurar venganza ni algo así
-Supongo que si eso es cierto, significa que ni siquiera el Escorpión es tan eficaz como nos pretende hacer creer siempre a los demás. En cierto modo, resulta decepcionante... -murmuro mirando hacia aquellas columnas de humo que se pierden en la negrura.
-Me gusta lo que se deduce de esto entonces. Que los de las pinzas deben renunciar a la Mano Izquierda para volver a ser lo que eran, o lo que pretendieron ser, en la Oculta.
Claro que no es un argumento que se pueda manejar en la corte, no abiertamente al menos pero... si ellos mismos se dan cuenta de que el reinado en la sombra se les escapa de las manos, eso que ganamos todos si deciden volver a volcar sus esfuerzos en recuperarlo.
-Así que Kajiko... No sabía como se llamaba. ¿La conocéis vos? No digo como una de esas oniagans sino en lo que fuera que era antes de ser una de ellas. Yo diría que como mínimo había sido ashigaru, y no sólo enrolada sino con auténtica experiencia de combate; esa mirada no se entrena, te la da la muerte cuando te pasa demasiado cerca -le digo mostrándome pensativo. Quizás ashigaru sea quedarme corto, pero resulta algo chocante pensar que hubiera podido haber sido algo más que eso, porque más que ashigaru es samurai, aunque fuera de la parte más baja y pobre de la casta...
-Quizás no se trate de sexo, pero si son mujeres y eso significa que buena cantidad de sus clientes son hombres, esto implica que siempre se trata de sexo. Tal vez no el convencional, no dudo que tenga mucho de exclusividad como parte de su erótica, pero el deseo a menudo no nos deja razonar demasiado a los hombres sobre el resto de matices. De lo contrario, serían geishas, ¿me equivoco?
Hum, si, yo también creo que Nozomi-san estará allí si todo ese asunto del teatro va a funcionar de ese modo. No podrá evitarlo, aunque sea sólo por lo que habéis dicho, la curiosidad de saber qué se les habrá ocurrido ahora... Sólo espero que no tengan previsto hacer que el lugar salte por los aires cuando estén todos dentro -comento, pensando en que es difícil saber quien ha ganado la contienda de esta noche, o siquiera si hay un ganador aún y no piensan seguir con los fuegos artificiales varios días más.
-No os preocupéis por mi faceta de duelista melodramático que ofrece a su rival un combate de salón mientras no ve como se preparan para apuñalarle por la espalda. Si algo me ha quedado claro esta mañana es que dos no juegan limpio si uno no quiere, y los escorpiones nunca quieren. Es su decisión y... hay que respetarla -digo encogiéndome de hombros con irónica resignación. No me entusiasma, pero es un hecho; las cosas son como son, no como nos gustaría que fueran.
Con el Seppun tenía sentido. Si vives con honor, mueres con honor. Pero los que asaltaron el hospital no lo tuvieron ni se lo concedieron a mi testigo, y por poco a mi tampoco.
-Nunca había considerado la insensatez como una virtud. De pronto, eso me ha dado muchos puntos extra.
Aunque supongo que parte de esa ahora cualidad implica que no querría llegar a tener ese color secundario por la calidad de los amigos que pudiera tener, sino ganándomelo por el camino más difícil.
Lo cual... ni siquiera se si es posible en una ciudad como ésta, ju. Creo que eso forma parte del atractivo del asunto -bromeo con una sonrisilla socarrona mientras dejo que me coloque bien la prenda, y me fijo en su reacción al tenerla de nuevo ante si. El juramento de lealtad eterna de los Daidoji, por supuesto.
Quizás si algún día los dioses se alinean para que Tarako recupere su antigua posición, ella misma pueda nombrarme magistrado. Eso sería bastante épico, aunque esté mal que yo lo diga.
-Gracias. Yo también lo espero -le sonrío una última vez con un cabeceo gentil a modo de despedida.
Al caminar por la calle, dejo que la intensidad que desprende Kashin me recorra a mi también, tratando de crear una conexión más profunda de lo que había sido antes de hablar con ella, en persona, más o menos.
Pero tampoco puedo dejarme llevar en exceso. Me concentro en mantener mi chi deliberadamente bajo y calmado en su superficie, mientras trato de que toda mi mente se ocupe con los detalles de la situación y cuanto me rodea. Es de noche, y estoy en medio de territorio hostil cuando menos, puede que acabe acostumbrándome pero no es mi elemento.
Cuando alcanzo a ver al fulano, le llamo por su nombre para asegurarme de que es él, y para que se de la vuelta.
Cara a cara. Con eso me doy por satisfecho.
-No -respondo a su pregunta, con un tono inexpresivo.
El escorpión debería haber sido más rápido, no hay más historia que ésa. Ni siquiera le da tiempo a quejarse, seguramente no se haya dado cuenta de nada hasta ver al shinigami que venga a recogerlo.
Kashin hace su trabajo, centelleando como un relámpago en el cielo, y en un instante siento su filo cortar seda, carne y hueso en ese orden. Después se toma su tiempo para cantar con una de esas notas que sólo en las hojas más perfectas pueden oírse.
Doy un paso y lo remato antes de que el cuerpo caiga al suelo.
Y nada más. Siempre he odiado los personajes literarios que tenían una frase chistosa, una consigna o cualquier otra gilipollez como ponerse a silbar cuando mataban a un enemigo. La muerte es un instante de frenesí seguido de un largo silencio. No necesita nada más, todos los intentos de los poetas por adornar algo tan solemne me resultan estomagantes.
Me inclino levemente ante el oponente caído, y me alejo del mismo modo que he llegado, visualizando el mapa para volver a orientarme mientras sacudo la espada para retirar el exceso de sangre. Por supuesto eso nunca llegará a limpiarla del todo, así que hay que acabar el trabajo con un trozo de paño que todo buen bushi siempre lleva encima a modo de recordatorio de la obligación de su existencia.
OuT:
Sin trucos, rápido y eficiente haciendo gala de la sangre Daidoji. La técnica de rg5 es una maravilla XDD
Tiraría iniciativa, y un golpe final para rematarlo. Hacer bueno el dicho Kakita de ser capaces de matar a un oponente tres veces antes de que caiga al suelo, que no se diga que no se pueda tener estilo y eficiencia a la vez.
Luego me largo de ahí sin más. No quiero esperar a que salga nadie a jurar venganza ni algo así
"La genialidad no es más que la locura revestida de triunfo"
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
Tarako sonrió afirmando su sentencia sobre cómo era la vida samurai y un poco más ante tu expresión de gustarte.
"Debe ser igual de decepcionante que aquel que busca la perfección en una flor y al final de su vida puede darse cuenta que la más perfecta fue la primera que vio y que desde entonces pensó que podía mejorarse."
Te respondió sobre los Escorpiones, como si tratase de decir que al final todo era falible y a la vez perfecto.
"La Tortuga lleva sabiendo hacer las cosas a su modo y bien mucho tiempo... Los Escorpiones serán más y tendrán más pero si una tortugita es capaz de hacer este estropicio... Si la Grulla no es capaz de usar eso a su favor entonces es que aún no están preparados para volver, pero claro... siempre se está listo ¿verdad?"
Podría haber sido una equivocación del uso verbal donde se incluyera, o no, claro.
"Si, Kajiko, es la oniagan del fuego, como la llaman, allí hay cinco, una por cada elemento. Y ashigaru se queda corta, por lo que sé antes era ronin. Cómo una mujer como ella ha llegado hasta allí... Aquello depende de los escorpiones, no quieras ni saberlo, lo cierto es que nunca me ha dado por medrar en esos asuntos porque suficiente debe ser ya con estar allí como para que husmeen en tu pasado pero..."
Tarako se dio un golpecito en la nariz y añadió:
"Esa mujer huele a sangre y a batalla. Buenas cadenas deben tenerle puestas al cuello para impedir que salga de allí cubierta de sangre."
"Bueno, ellas son mujeres, la casa de los hombres estan en otro lado, esos son los kagemas, pero bueno, otro asunto...
Pues no sé... es decir, si que tiene que ver con el sexo pero por lo que sabemos de ellas sus clientes son muy específicos.
Dicen que aquellos que visitan a Naizen, la oniagan del vacío, son todos monjes y clerigos y al parecer dicen que ella les ayuda a conectar de otra forma.
Los que acuden buscando a Tenko tienen enormes complejos de salvadores.
Hablan de Suiko como si en otra vida hubiera sido una princesa caida en desgracia para esta vida, por todo lo que dicen que sabe hacer.
Tsuchiko es una amante exigente a la que nadie que no esté dispuesto a dejarse ir del todo puede acceder.
Y bueno.... nuestra oniagan del fuego dice que recibe a clientes muy especiales, aquellos que quieren ser.... castigados...
Así que si, hay sexo, pero no sólo va de sexo... es la esencia loca del ser humano."
"No creo que la kasuga hiciera algo así, una cosa es quemar prostibulos con hinins y heimins dentro y otra un espectáculo donde seguro que habrá samurais... Pero por si acaso, los escorpiones tendrán que hacer un ejercicio de seguridad y demostración de fuerza."
Comentó.
"Es bueno oir eso, sólo tiene gracia oir melodramas de un Grulla vivo."
Sin duda algo muy Daidoji de pensar.
"Es un ascenso por una montaña pedregosa pero.... las vistas en la cima...." Musitó muy flojito mientras te colocaba la capa muy centrada en ponerla perfecta.
...
OUT
Es que un kenshinsen 5 da miedo
Pero da más miedo cuando se dejan de tontadas y no dejas espacio a que trate yo de hacer algo, que más de un jugador me ha muerto por los jajas XD
Además me mola mucho el Koji Daidoji
IN
Kashin te susurra algo en tu mente.
<Estás listo. Estamos listos.>
Y eso te tranquiliza. No la oyes pero a la vez lo haces.
<Hoy no es la noche en la que volverás a ver a tu antepasado> es el resumen y aunque aún es incierto esa seguridad hace que te aplaque el chi.
Tu maestro siempre te decía <visualiza la escena antes que pase y así pasará>.
has visto el tajo y la muerte un millar de veces, ahora sólo te queda poner escenario específica y cara al muerto. Eso es importante, los detalles lo son en la visualización.
Seguramente no haya poemas esta noche de luna oculta para una muerte semejante, tampoco es que te importe, pero mientras la salpicadura hace un arco en el suelo y el segundo golpe, antes incluso de caer al suelo marca la pared no puedes evitar en pensar en que esas mismas manchas son las que al loco del rey de los tigres que esa noche está de caza le inspira.
La muerte es aterradora, brutal y salvaje, por eso es hermosa ya la vez repulsiva. Mientras haces un movimiento de shibiri con la muñeca para hacer que la sangre resbale más rápido de Kashin ves el brillo en su hoja hacerse más fuerte.
Y aquella cara que has visualizado ahora se vuelve borrosa porque ya no importa mientras te ajustas la capa y sigues en movimiento, no te has parado casi, apenas un segundo para comprobar el cuerpo en la calle mientras sigues tu ruta de vuelta a donde Tarako o puede que hacia el callejón donde recoger el ramen.
Se oyen pasos en la lejanía que te hacen apretar un poco más el tuyo, es normal que con este estropicio haya personas corriendo de un lado a otro asi que te fundes entre ellas y aunque recuerdas los caminos decides dar un pequeño rodeo para no estar en la línea obvia de la calle donde no crees que mucho más tarde se encontrará un cadáver.
Oyes voces por todas partes y aunque sabes que no es a ti sientes la sangre agolpada en los oídos y te viene una vez más eso que dijo Tarako, la brutalidad bajo la seda. Es aterrador pensar que en esta ciudad se puede morir de esa forma, sin un saludo apenas, una muerte rápida y sin motivos aparentes de alguien a quien jamás has visto en tu vida y que no tenía nada en tu contra, tan siquiera sabía de su existencia apenas unos minutos atrás.
La vida de un tigre.
Si. Puede que todos llevaseis dentro uno…
OUT
¿vas donde tarako o donde vamos?
"Debe ser igual de decepcionante que aquel que busca la perfección en una flor y al final de su vida puede darse cuenta que la más perfecta fue la primera que vio y que desde entonces pensó que podía mejorarse."
Te respondió sobre los Escorpiones, como si tratase de decir que al final todo era falible y a la vez perfecto.
"La Tortuga lleva sabiendo hacer las cosas a su modo y bien mucho tiempo... Los Escorpiones serán más y tendrán más pero si una tortugita es capaz de hacer este estropicio... Si la Grulla no es capaz de usar eso a su favor entonces es que aún no están preparados para volver, pero claro... siempre se está listo ¿verdad?"
Podría haber sido una equivocación del uso verbal donde se incluyera, o no, claro.
"Si, Kajiko, es la oniagan del fuego, como la llaman, allí hay cinco, una por cada elemento. Y ashigaru se queda corta, por lo que sé antes era ronin. Cómo una mujer como ella ha llegado hasta allí... Aquello depende de los escorpiones, no quieras ni saberlo, lo cierto es que nunca me ha dado por medrar en esos asuntos porque suficiente debe ser ya con estar allí como para que husmeen en tu pasado pero..."
Tarako se dio un golpecito en la nariz y añadió:
"Esa mujer huele a sangre y a batalla. Buenas cadenas deben tenerle puestas al cuello para impedir que salga de allí cubierta de sangre."
"Bueno, ellas son mujeres, la casa de los hombres estan en otro lado, esos son los kagemas, pero bueno, otro asunto...
Pues no sé... es decir, si que tiene que ver con el sexo pero por lo que sabemos de ellas sus clientes son muy específicos.
Dicen que aquellos que visitan a Naizen, la oniagan del vacío, son todos monjes y clerigos y al parecer dicen que ella les ayuda a conectar de otra forma.
Los que acuden buscando a Tenko tienen enormes complejos de salvadores.
Hablan de Suiko como si en otra vida hubiera sido una princesa caida en desgracia para esta vida, por todo lo que dicen que sabe hacer.
Tsuchiko es una amante exigente a la que nadie que no esté dispuesto a dejarse ir del todo puede acceder.
Y bueno.... nuestra oniagan del fuego dice que recibe a clientes muy especiales, aquellos que quieren ser.... castigados...
Así que si, hay sexo, pero no sólo va de sexo... es la esencia loca del ser humano."
"No creo que la kasuga hiciera algo así, una cosa es quemar prostibulos con hinins y heimins dentro y otra un espectáculo donde seguro que habrá samurais... Pero por si acaso, los escorpiones tendrán que hacer un ejercicio de seguridad y demostración de fuerza."
Comentó.
"Es bueno oir eso, sólo tiene gracia oir melodramas de un Grulla vivo."
Sin duda algo muy Daidoji de pensar.
"Es un ascenso por una montaña pedregosa pero.... las vistas en la cima...." Musitó muy flojito mientras te colocaba la capa muy centrada en ponerla perfecta.
...
OUT
Es que un kenshinsen 5 da miedo
Pero da más miedo cuando se dejan de tontadas y no dejas espacio a que trate yo de hacer algo, que más de un jugador me ha muerto por los jajas XD
Además me mola mucho el Koji Daidoji

IN
Kashin te susurra algo en tu mente.
<Estás listo. Estamos listos.>
Y eso te tranquiliza. No la oyes pero a la vez lo haces.
<Hoy no es la noche en la que volverás a ver a tu antepasado> es el resumen y aunque aún es incierto esa seguridad hace que te aplaque el chi.
Tu maestro siempre te decía <visualiza la escena antes que pase y así pasará>.
has visto el tajo y la muerte un millar de veces, ahora sólo te queda poner escenario específica y cara al muerto. Eso es importante, los detalles lo son en la visualización.
Seguramente no haya poemas esta noche de luna oculta para una muerte semejante, tampoco es que te importe, pero mientras la salpicadura hace un arco en el suelo y el segundo golpe, antes incluso de caer al suelo marca la pared no puedes evitar en pensar en que esas mismas manchas son las que al loco del rey de los tigres que esa noche está de caza le inspira.
La muerte es aterradora, brutal y salvaje, por eso es hermosa ya la vez repulsiva. Mientras haces un movimiento de shibiri con la muñeca para hacer que la sangre resbale más rápido de Kashin ves el brillo en su hoja hacerse más fuerte.
Y aquella cara que has visualizado ahora se vuelve borrosa porque ya no importa mientras te ajustas la capa y sigues en movimiento, no te has parado casi, apenas un segundo para comprobar el cuerpo en la calle mientras sigues tu ruta de vuelta a donde Tarako o puede que hacia el callejón donde recoger el ramen.
Se oyen pasos en la lejanía que te hacen apretar un poco más el tuyo, es normal que con este estropicio haya personas corriendo de un lado a otro asi que te fundes entre ellas y aunque recuerdas los caminos decides dar un pequeño rodeo para no estar en la línea obvia de la calle donde no crees que mucho más tarde se encontrará un cadáver.
Oyes voces por todas partes y aunque sabes que no es a ti sientes la sangre agolpada en los oídos y te viene una vez más eso que dijo Tarako, la brutalidad bajo la seda. Es aterrador pensar que en esta ciudad se puede morir de esa forma, sin un saludo apenas, una muerte rápida y sin motivos aparentes de alguien a quien jamás has visto en tu vida y que no tenía nada en tu contra, tan siquiera sabía de su existencia apenas unos minutos atrás.
La vida de un tigre.
Si. Puede que todos llevaseis dentro uno…
OUT
¿vas donde tarako o donde vamos?
"Nací con el mar
Libertad del estío
y profundidad."
"Los caminos no están para llegar a nuestro destino sino para recorrerlos"
"NOSOTROS somos Otosan Uchi, el resto son sólo palabras."
Isawa Hiromi, Dominatrix in Wonderland
Libertad del estío
y profundidad."
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Isawa Hiromi, Dominatrix in Wonderland
- Kakita Koji
- Sarcástico duelista
- Mensajes: 3909
- Registrado: Dom Sep 21, 2008 6:09 pm
Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
-¿No creéis que los escorpiones hayan pedido "permiso imperial" allá arriba para todo esto? Siempre se dice que en Otosan Uchi no sucede nada sin que la Ama lo sepa y haya dado su visto bueno, así que... quizás si avisaron al Trono. Su dama de compañía más cercana es escorpión, y está ese capitán de la Guardia Rosa.
Lo que quiero decir es que, si fuera el caso, siempre podrán argumentar que estaba todo controlado -suspiro encogiéndome de hombros. Nadie como un Bayushi para conseguir que un resultado ambiguo acabe pareciendo una victoria impecable a base de repetir una media verdad una y otra vez.
-Hum, ronin eh...
No me pareció de las que cargan cadenas. Bueno ya se que las bestias se acostumbran a llevarlas y los esclavos defienden a sus amos pese a ellas, pero... no se, había algo en su forma de proteger a la otra chica... No encajaba con alguien que estuviera allí a la fuerza, ya fuese de un modo o de otro, a eso me refiero.
O quizás si, quien sabe -chasqueo la lengua negando con la cabeza, pues no soy un experto en ese tipo de interpretaciones. Ni siquiera quería admitir que pudiera ser una ronin...
-¿Es raro que de esas cinco opciones, la única que me resulte interesante sea la de ver lo que podría hacer esa tal Kajiko con una espada en la mano, ahora que se que es una samurai?
Pero sin "ataduras", ella con su arma y yo con la mía, ju, ju -bromeo riéndome, porque la verdad es que ninguna de las otras posibilidades me parece demasiado atractiva en realidad. Ninguna de ellas es ni la sombra de Doji Yashiko.
-Bueno, seguro que allí había samurais esta noche. Eso no parece haberles impedido convertir esa parte del barrio en un campo de batalla -murmuro sin estar demasiado convencido que el hecho de implicar a samurais -que en teoría no deberían estar allí- fuese un problema para la Kasuga, o el propio Escorpión.
-Oh cielos, menuda metáfora. Creo que en mi vida pasada ya subí suficientes montañas como para el resto de mi paso por la Rueda del Karma -bromeo resoplando una risotada, notando como el alma de Kotome se agita.
-Aunque por la de la Ciudad Prohibida aún puedo hacer un último esfuerzo.
Y hablando de eso... ¿no os parecería de lo más interesante un retrato dentro de mi serie, que por desvestir de lo intrascendente prescindiera incluso del nombre de la modelo para reflejar sólo el alma del samurai...? Ésa que no cambia ni siquiera entra una vida y otra -le pregunto al final frotándome el mentón mientras me vuelvo hacia ella.
OUT:
El romanticismo es la perdición de los grullas XDD Siempre me ha reventado el protagonista que lo tiene todo de cara y la caga por hacerse el interesante. Koji no puede ser de esos jamás XDDDDDD
IN
Es curioso que en esas circunstancias piense en Soshi Seto y recuerde su cuadro en la colección personal de Yashiko. Estas salpicaduras para él serían arte, pero para mi... sólo es lo que debo hacer.
Como sacar la basura; a nadie le entusiasma hacerlo, pero si la dejas dentro de casa es peor.
En cierto modo incluso se parece. La muerte no es más que una renovación, dejar de lado aquello cuya hora ya ha pasado para hacer sitio a lo nuevo. Aunque este escorpión en su ceguera humana no sabía que era su hora, seguramente para el universo estuviera tan claro como el agua pura.
Sin haikus, ni épica. Resulta brutal que el tiempo se acabe sin más, pero eso es justo lo que hacemos los bushi, saber que estamos muertos desde que nacemos, y prepararnos cada día para que sea el último. Si el escorpión sabía quien era, hoy habría asumido que su hora estaba por llegar, como cada día.
Y aún así... ¿quién no piensa en lo que hará mañana al levantarse?
Así de trágica, tan omnipresente como inesperada, es la presencia de la muerte, en el mundo mortal. Y yo nací imbuido de ella
¿Eso me convierte en un depredador, o sólo en un tipo de lo más normal?, le pregunto a Kashin mientras termino de limpiarla y la guardo de nuevo en su saya.
Después de dar un pequeño rodeo, estoy a punto de marcharme a por mi ramen, pero de pronto recuerdo que llevo su capa y no me parece bien llevármela. Me la tendré que ganar, algún día, quizás.
Así que cambio el itinerario y me dispongo a volver donde ella. Si aún no ha vuelto, le devolveré la prenda a la chiquilla a la que se la pidió, con mis mejores deseos para lo que quedase de noche.
OUT:
Primero de vuelta para devolver lo prestado. Luego recoger la comida y a casa de Yashiko para cenar
Lo que quiero decir es que, si fuera el caso, siempre podrán argumentar que estaba todo controlado -suspiro encogiéndome de hombros. Nadie como un Bayushi para conseguir que un resultado ambiguo acabe pareciendo una victoria impecable a base de repetir una media verdad una y otra vez.
-Hum, ronin eh...
No me pareció de las que cargan cadenas. Bueno ya se que las bestias se acostumbran a llevarlas y los esclavos defienden a sus amos pese a ellas, pero... no se, había algo en su forma de proteger a la otra chica... No encajaba con alguien que estuviera allí a la fuerza, ya fuese de un modo o de otro, a eso me refiero.
O quizás si, quien sabe -chasqueo la lengua negando con la cabeza, pues no soy un experto en ese tipo de interpretaciones. Ni siquiera quería admitir que pudiera ser una ronin...
-¿Es raro que de esas cinco opciones, la única que me resulte interesante sea la de ver lo que podría hacer esa tal Kajiko con una espada en la mano, ahora que se que es una samurai?
Pero sin "ataduras", ella con su arma y yo con la mía, ju, ju -bromeo riéndome, porque la verdad es que ninguna de las otras posibilidades me parece demasiado atractiva en realidad. Ninguna de ellas es ni la sombra de Doji Yashiko.
-Bueno, seguro que allí había samurais esta noche. Eso no parece haberles impedido convertir esa parte del barrio en un campo de batalla -murmuro sin estar demasiado convencido que el hecho de implicar a samurais -que en teoría no deberían estar allí- fuese un problema para la Kasuga, o el propio Escorpión.
-Oh cielos, menuda metáfora. Creo que en mi vida pasada ya subí suficientes montañas como para el resto de mi paso por la Rueda del Karma -bromeo resoplando una risotada, notando como el alma de Kotome se agita.
-Aunque por la de la Ciudad Prohibida aún puedo hacer un último esfuerzo.
Y hablando de eso... ¿no os parecería de lo más interesante un retrato dentro de mi serie, que por desvestir de lo intrascendente prescindiera incluso del nombre de la modelo para reflejar sólo el alma del samurai...? Ésa que no cambia ni siquiera entra una vida y otra -le pregunto al final frotándome el mentón mientras me vuelvo hacia ella.
OUT:
El romanticismo es la perdición de los grullas XDD Siempre me ha reventado el protagonista que lo tiene todo de cara y la caga por hacerse el interesante. Koji no puede ser de esos jamás XDDDDDD
IN
Es curioso que en esas circunstancias piense en Soshi Seto y recuerde su cuadro en la colección personal de Yashiko. Estas salpicaduras para él serían arte, pero para mi... sólo es lo que debo hacer.
Como sacar la basura; a nadie le entusiasma hacerlo, pero si la dejas dentro de casa es peor.
En cierto modo incluso se parece. La muerte no es más que una renovación, dejar de lado aquello cuya hora ya ha pasado para hacer sitio a lo nuevo. Aunque este escorpión en su ceguera humana no sabía que era su hora, seguramente para el universo estuviera tan claro como el agua pura.
Sin haikus, ni épica. Resulta brutal que el tiempo se acabe sin más, pero eso es justo lo que hacemos los bushi, saber que estamos muertos desde que nacemos, y prepararnos cada día para que sea el último. Si el escorpión sabía quien era, hoy habría asumido que su hora estaba por llegar, como cada día.
Y aún así... ¿quién no piensa en lo que hará mañana al levantarse?
Así de trágica, tan omnipresente como inesperada, es la presencia de la muerte, en el mundo mortal. Y yo nací imbuido de ella
¿Eso me convierte en un depredador, o sólo en un tipo de lo más normal?, le pregunto a Kashin mientras termino de limpiarla y la guardo de nuevo en su saya.
Después de dar un pequeño rodeo, estoy a punto de marcharme a por mi ramen, pero de pronto recuerdo que llevo su capa y no me parece bien llevármela. Me la tendré que ganar, algún día, quizás.
Así que cambio el itinerario y me dispongo a volver donde ella. Si aún no ha vuelto, le devolveré la prenda a la chiquilla a la que se la pidió, con mis mejores deseos para lo que quedase de noche.
OUT:
Primero de vuelta para devolver lo prestado. Luego recoger la comida y a casa de Yashiko para cenar

"La genialidad no es más que la locura revestida de triunfo"
- Isawa_Hiromi
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
"Esto ha sido un plan chapucero y a toda prisa." señaló con la cabeza al cielo lleno de columnas de humo"Lo cual no implica que Ella se entere y que alguien lo vaya a pagar por no haber hecho las cosas como se debe.
¿Es posible hacer siempre las cosas así? Claro que no pero eso a ella no le importa y no debe importarle de hecho."
Te respondió.
"Las cadenas más pesadas Koji-san.... son las que nosotros mismos nos ponemos al cuello."
Y al decir eso apartó su mirada de la tuya y miró al cielo, a la nada, seguramente sintiendo aquellas cadenas que ella misma se había puesto en torno a su cuello con tal de terminar lo que había empezado.
Tarako se rió bajo con tu opción.
"Eres un hombre al que le gusta ver si termina bajo las gettas de una mujer ¿neh? Sin duda tienes sangre Daidoji en tus venas..."
"Oh bueno, no es lo mismo samurais en una zona de prostíbulos que en un teatro, al teatro va todo el mundo pero la zona de las linternas rojas se supone que está vacía..."
Mencionó con cierto retintín.
"¿Qué clan pediría retribución por el cadáver de uno de los suyos entre prostitutas?"
"¿Un retrato que hable del alma?.... Bueno, dicen que los ojos son la puerta de entrada y por eso es la primera entrada a la que los escorpión prenden fuego...
Sería interesante sin duda. Diría que muy complicado, casi imposible pero... he visto vuestros cuadros, así que os daré el más que gustoso beneficio de la duda.
Eso sí, tenéis que buscar bien el alma que sacar desde los ojos de ese rostro, uno que no pueda ser contenido."
Seguramente tu ya pensabas en quién.
OUT
That´s my boy
Jocoso como el solo y práctico como un Kakita odiaría serlo, pero es que es mitad de hierro.
IN
En aquellos pensamientos y con el zumbido de Kashin entre tus dedos, en tu cuerpo, hablándote de lo hermoso y cruel que es levantarse un día para no saber que es el último te percatas que debes dejar la capa, así que vuelves al dôjo. La gente está allí a salvo, ves entrar a varios y al final ves a la chica ronin con la que habló Tarako que esta ayudando a algunos cuando la llamas.
"No ha vuelto aún."
Te dice, pero en su voz no hay miedo, aunque a una niña debería darle esta situación, tampoco hay duda, aunque debería dudar si Tarako volverá, al menos a su edad, y eso te habla más de ella que sus ropas.
Te quitas la capa y se la das con el mayor respeto y ella te hace una reverencia antes de marcharte.
"Tenga cuidado, por favor."
Te pide y así te deja marchar.
De vuelta a la entrada del barrio rojo la señora te espera con los boles preparados y la vista en su espalda.
"Parece que ha llegado la guardia." Te dice mientras empieza a anudar bien unas telas para que te lo puedas llevar mejor. "Me alegro de ver que... no se ha quemado... Ni topado con gatos grandes." Sonrie mientras lo hace "Porque por aquí cerca han estado."
Levanta la vista a los tejados.
"Algunos saltan muy bien, y lejos…” Miró de nuevo a los tejados. “Pero parece que lo más grande ha pasado. Si la Guardia del Distrito está aquí significa que en breve estará la esmeralda, nunca llegan mucho antes que ellos, para, ya sabe, decir que habían llegado primero, por supuesto.”
Te tendió la bolsa.
“Espero que la siguiente vez que venga pueda comérselos aquí tranquilo, mi señor, aún así que los disfrute en buena compañía.”
La señora tenía el puesto ya desmontado, sólo te estaba esperando y así te dejó marchar.
La vuelta hacia los distritos interiores se te hizo rápida y de pronto hasta aburrida con la sangre aún martilleándote con fuerza en el cuerpo, aunque calmabas tu cuerpo en tu interior estabas inflamado. Desde el distrito interior de la Grulla pudistes ver como algunos transeúntes miraban al cielo curiosos por la humareda lejana. Justo cuando estabas llegando a casa de Yashiko te diste cuenta que una de esas personas que había parado su paso para observarlo, al lado de la puerta, era Kirako.
¿Es posible hacer siempre las cosas así? Claro que no pero eso a ella no le importa y no debe importarle de hecho."
Te respondió.
"Las cadenas más pesadas Koji-san.... son las que nosotros mismos nos ponemos al cuello."
Y al decir eso apartó su mirada de la tuya y miró al cielo, a la nada, seguramente sintiendo aquellas cadenas que ella misma se había puesto en torno a su cuello con tal de terminar lo que había empezado.
Tarako se rió bajo con tu opción.
"Eres un hombre al que le gusta ver si termina bajo las gettas de una mujer ¿neh? Sin duda tienes sangre Daidoji en tus venas..."
"Oh bueno, no es lo mismo samurais en una zona de prostíbulos que en un teatro, al teatro va todo el mundo pero la zona de las linternas rojas se supone que está vacía..."
Mencionó con cierto retintín.
"¿Qué clan pediría retribución por el cadáver de uno de los suyos entre prostitutas?"
"¿Un retrato que hable del alma?.... Bueno, dicen que los ojos son la puerta de entrada y por eso es la primera entrada a la que los escorpión prenden fuego...
Sería interesante sin duda. Diría que muy complicado, casi imposible pero... he visto vuestros cuadros, así que os daré el más que gustoso beneficio de la duda.
Eso sí, tenéis que buscar bien el alma que sacar desde los ojos de ese rostro, uno que no pueda ser contenido."
Seguramente tu ya pensabas en quién.
OUT
That´s my boy
Jocoso como el solo y práctico como un Kakita odiaría serlo, pero es que es mitad de hierro.
IN
En aquellos pensamientos y con el zumbido de Kashin entre tus dedos, en tu cuerpo, hablándote de lo hermoso y cruel que es levantarse un día para no saber que es el último te percatas que debes dejar la capa, así que vuelves al dôjo. La gente está allí a salvo, ves entrar a varios y al final ves a la chica ronin con la que habló Tarako que esta ayudando a algunos cuando la llamas.
"No ha vuelto aún."
Te dice, pero en su voz no hay miedo, aunque a una niña debería darle esta situación, tampoco hay duda, aunque debería dudar si Tarako volverá, al menos a su edad, y eso te habla más de ella que sus ropas.
Te quitas la capa y se la das con el mayor respeto y ella te hace una reverencia antes de marcharte.
"Tenga cuidado, por favor."
Te pide y así te deja marchar.
De vuelta a la entrada del barrio rojo la señora te espera con los boles preparados y la vista en su espalda.
"Parece que ha llegado la guardia." Te dice mientras empieza a anudar bien unas telas para que te lo puedas llevar mejor. "Me alegro de ver que... no se ha quemado... Ni topado con gatos grandes." Sonrie mientras lo hace "Porque por aquí cerca han estado."
Levanta la vista a los tejados.
"Algunos saltan muy bien, y lejos…” Miró de nuevo a los tejados. “Pero parece que lo más grande ha pasado. Si la Guardia del Distrito está aquí significa que en breve estará la esmeralda, nunca llegan mucho antes que ellos, para, ya sabe, decir que habían llegado primero, por supuesto.”
Te tendió la bolsa.
“Espero que la siguiente vez que venga pueda comérselos aquí tranquilo, mi señor, aún así que los disfrute en buena compañía.”
La señora tenía el puesto ya desmontado, sólo te estaba esperando y así te dejó marchar.
La vuelta hacia los distritos interiores se te hizo rápida y de pronto hasta aburrida con la sangre aún martilleándote con fuerza en el cuerpo, aunque calmabas tu cuerpo en tu interior estabas inflamado. Desde el distrito interior de la Grulla pudistes ver como algunos transeúntes miraban al cielo curiosos por la humareda lejana. Justo cuando estabas llegando a casa de Yashiko te diste cuenta que una de esas personas que había parado su paso para observarlo, al lado de la puerta, era Kirako.
"Nací con el mar
Libertad del estío
y profundidad."
"Los caminos no están para llegar a nuestro destino sino para recorrerlos"
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- Kakita Koji
- Sarcástico duelista
- Mensajes: 3909
- Registrado: Dom Sep 21, 2008 6:09 pm
Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
-También hay que considerar que la distancia cambia la perspectiva. Tal vez desde los distritos interiores resulte mucho más fácil creer que haya podido ser un accidente en los almacenes que se ha complicado un poco de más... Si es que ésa es la versión que el gobernador ofrece oficialmente, claro -suspiro con un leve encogimiento de hombros. Es habitual en el ser humano la tendencia a creer la versión más inofensiva, no nos gusta sentirnos en peligro.
-Ah, si. Eso... es cierto -murmuro fingiendo no darme cuenta de su gesto por cortesía, al hablar Tarako de esas cadenas y sentir las suyas propias.
-Creo que Yashiko-san sacó una conclusión similar, ju. Ella dedujo que sentía cierta fascinación por las mujeres poderosas, cuando le hablé de mis episodios pasados más cercanos al romanticismo -bromeo riéndome con sinceridad.
-Tal vez la sangre Daidoji se mezcla con la de duelista Kakita para hacerme más temerario de lo que debería en ese sentido, pero... gracias a eso estoy aquí, así que no puedo quejarme, ju -añado sonriendo de medio lado, pues de otro modo no habría conocido a Yashiko, o no me habría atrevido a enamorarme de ella al menos.
-Claro, oficialmente los clanes no. De eso se están aprovechando esta noche -suspiro echando un vistazo hacia donde se puede ver con claridad, y oler, el humo ascendiendo hacia el cielo nocturno. Tan cerca.
Aún así, a buen seguro que han intentado evitar causar bajas samurai. Que un clan no vaya a pedir una retribución oficial no significa que no puedan quedar muchas cuentas por ajustar a título personal, y ni a los escorpiones ni a las tortugas les gusta dejar enemigos a su espalda si pueden evitarlo, que yo sepa.
-Eso es muy cierto. Para un cuadro así tendría que buscar al modelo adecuado... -le digo asintiendo con una sonrisilla lobuna, cruzándome de brazos. -Alguien cuya indumentaria, incluso cuyo nombre, no refleje para nada el alma que realmente habita bajo su piel.
Ese alma que amenaza con desbordarse constantemente, demasiado grande para ser contenida, por lo que ese alguien debe evitar cruzar su mirada con muchos, y bajarla... O fingir que la baja.
¿Se os ocurre alguien así, Tarako-san? -le pregunto observándola con interés.
...
OUT:
Koji es un duelista sarcástico, ya lo dice la descripción, ja, ja. El sarcasmo es la parte Daidoji XD
IN:
-Vaya, no ha vuelto aún... Entonces os dejaré a vos esta prenda que me ha prestado, si os place mi señora -le digo con toda la cortesía grulla, inclinándome como si hablara con una samuraiko mucho mayor de cualquier clan. No como burla, nada más lejos de la realidad, sino como halago a su admirable espíritu.
-Os ruego que se la hagáis llegar, cuando vuelva. Y si puedo pediros una cosa más, dadle también a Tarako-san un mensaje de despedida y deseos de volver a vernos pronto, de mi parte.
Oh y... decidle también que me ha sorprendido un poco ser más rápido que ella, después de todo está jugando en casa. Quizás soy más Daidoji incluso de lo que pensaba -bromeo al final con una sonrisa irónica, esperando que algo de "pique" le hará reír cuando regrese. Después de todo soy un duelista, y sin duda le recordará eso que ella misma dijo antes sobre acabar bajo las sandalias de una mujer, ju, ju.
-Os doy mi palabra de que lo tendré -le digo al final a la chiquilla a modo de despedida, mientras le devuelvo la inclinación.
Después deshago el camino que me había indicado la tendera al llegar aquí, esperando volver al punto de partida en el puesto de comida sin perderme.
Sorprendentemente llego donde pretendía a la primera, lo que demuestra que soy más listo cuando Kashin está activa justo antes o después de una refriega, como ahora.
-Ningún gato, al menos ninguno que se haya dejado ver -le contesto a la anciana con un gesto cortés. -Los felinos pueden ser muy discretos... cuando quieren -añado pensando en aquella reflexión que yo mismo tuve, sobre si yo también llevaría uno de esos tigres dentro de mi.
Aunque a mi no se me daría tan bien eso de saltar por los tejados, claro.
-Es una suerte que la guardia ya esté haciéndose cargo del asunto. Todos podrán dormir mejor esta noche.
Gracias por los buenos deseos, obasan. Por favor, acepte esta pequeña propina, por haber mantenido caliente mi pedido -le sonrío ofreciéndole unas monedas que superan por muchísimo el valor de la comida, como discreto agradecimiento por haberme puesto sobre aviso de lo que estaba aconteciendo realmente en el barrio, por supuesto sin admitir que las rechace.
Luego me marcho silbando, sin más. Ahora si es el momento de hacerlo, no antes. Sal de la escena con estilo grulla, pero asegúrate de hacerlo de una pieza.
-Te gustaría haberte quedado allí, ¿eh? -bromeo susurrándole a Kashin durante el viaje de vuelta al círculo interior -Bueno, incluso una espada tendrá que hacer bueno el dicho de que lo bueno si es breve, es mejor, ju.
Pero bromas aparte, se que esto es la civilizada zona residencial grulla. La sobre excitación no es nada cortés, por lo que tras bajarme del palanquín hago un esfuerzo por volver a apaciguar mi chi y mantenerlo de nuevo en niveles bajo, como de costumbre.
-Kirako-san, qué grato encontraros aquí -saludo a la sensei adjunta con una reverencia muy marcada, cuando llego hasta donde ella está.
-Le debía, ehm... una invitación formal para cenar a vuestra hermana. No es el "Placer Culpable", pero aún así espero que sea de su gusto; me han asegurado que son los mejores fideos de la ciudad -le digo al final a la Doji en voz baja, como si fuera un secreto con el que esperase sorprender a Yashiko.
-Ah, si. Eso... es cierto -murmuro fingiendo no darme cuenta de su gesto por cortesía, al hablar Tarako de esas cadenas y sentir las suyas propias.
-Creo que Yashiko-san sacó una conclusión similar, ju. Ella dedujo que sentía cierta fascinación por las mujeres poderosas, cuando le hablé de mis episodios pasados más cercanos al romanticismo -bromeo riéndome con sinceridad.
-Tal vez la sangre Daidoji se mezcla con la de duelista Kakita para hacerme más temerario de lo que debería en ese sentido, pero... gracias a eso estoy aquí, así que no puedo quejarme, ju -añado sonriendo de medio lado, pues de otro modo no habría conocido a Yashiko, o no me habría atrevido a enamorarme de ella al menos.
-Claro, oficialmente los clanes no. De eso se están aprovechando esta noche -suspiro echando un vistazo hacia donde se puede ver con claridad, y oler, el humo ascendiendo hacia el cielo nocturno. Tan cerca.
Aún así, a buen seguro que han intentado evitar causar bajas samurai. Que un clan no vaya a pedir una retribución oficial no significa que no puedan quedar muchas cuentas por ajustar a título personal, y ni a los escorpiones ni a las tortugas les gusta dejar enemigos a su espalda si pueden evitarlo, que yo sepa.
-Eso es muy cierto. Para un cuadro así tendría que buscar al modelo adecuado... -le digo asintiendo con una sonrisilla lobuna, cruzándome de brazos. -Alguien cuya indumentaria, incluso cuyo nombre, no refleje para nada el alma que realmente habita bajo su piel.
Ese alma que amenaza con desbordarse constantemente, demasiado grande para ser contenida, por lo que ese alguien debe evitar cruzar su mirada con muchos, y bajarla... O fingir que la baja.
¿Se os ocurre alguien así, Tarako-san? -le pregunto observándola con interés.
...
OUT:
Koji es un duelista sarcástico, ya lo dice la descripción, ja, ja. El sarcasmo es la parte Daidoji XD
IN:
-Vaya, no ha vuelto aún... Entonces os dejaré a vos esta prenda que me ha prestado, si os place mi señora -le digo con toda la cortesía grulla, inclinándome como si hablara con una samuraiko mucho mayor de cualquier clan. No como burla, nada más lejos de la realidad, sino como halago a su admirable espíritu.
-Os ruego que se la hagáis llegar, cuando vuelva. Y si puedo pediros una cosa más, dadle también a Tarako-san un mensaje de despedida y deseos de volver a vernos pronto, de mi parte.
Oh y... decidle también que me ha sorprendido un poco ser más rápido que ella, después de todo está jugando en casa. Quizás soy más Daidoji incluso de lo que pensaba -bromeo al final con una sonrisa irónica, esperando que algo de "pique" le hará reír cuando regrese. Después de todo soy un duelista, y sin duda le recordará eso que ella misma dijo antes sobre acabar bajo las sandalias de una mujer, ju, ju.
-Os doy mi palabra de que lo tendré -le digo al final a la chiquilla a modo de despedida, mientras le devuelvo la inclinación.
Después deshago el camino que me había indicado la tendera al llegar aquí, esperando volver al punto de partida en el puesto de comida sin perderme.
Sorprendentemente llego donde pretendía a la primera, lo que demuestra que soy más listo cuando Kashin está activa justo antes o después de una refriega, como ahora.
-Ningún gato, al menos ninguno que se haya dejado ver -le contesto a la anciana con un gesto cortés. -Los felinos pueden ser muy discretos... cuando quieren -añado pensando en aquella reflexión que yo mismo tuve, sobre si yo también llevaría uno de esos tigres dentro de mi.
Aunque a mi no se me daría tan bien eso de saltar por los tejados, claro.
-Es una suerte que la guardia ya esté haciéndose cargo del asunto. Todos podrán dormir mejor esta noche.
Gracias por los buenos deseos, obasan. Por favor, acepte esta pequeña propina, por haber mantenido caliente mi pedido -le sonrío ofreciéndole unas monedas que superan por muchísimo el valor de la comida, como discreto agradecimiento por haberme puesto sobre aviso de lo que estaba aconteciendo realmente en el barrio, por supuesto sin admitir que las rechace.
Luego me marcho silbando, sin más. Ahora si es el momento de hacerlo, no antes. Sal de la escena con estilo grulla, pero asegúrate de hacerlo de una pieza.
-Te gustaría haberte quedado allí, ¿eh? -bromeo susurrándole a Kashin durante el viaje de vuelta al círculo interior -Bueno, incluso una espada tendrá que hacer bueno el dicho de que lo bueno si es breve, es mejor, ju.
Pero bromas aparte, se que esto es la civilizada zona residencial grulla. La sobre excitación no es nada cortés, por lo que tras bajarme del palanquín hago un esfuerzo por volver a apaciguar mi chi y mantenerlo de nuevo en niveles bajo, como de costumbre.
-Kirako-san, qué grato encontraros aquí -saludo a la sensei adjunta con una reverencia muy marcada, cuando llego hasta donde ella está.
-Le debía, ehm... una invitación formal para cenar a vuestra hermana. No es el "Placer Culpable", pero aún así espero que sea de su gusto; me han asegurado que son los mejores fideos de la ciudad -le digo al final a la Doji en voz baja, como si fuera un secreto con el que esperase sorprender a Yashiko.
"La genialidad no es más que la locura revestida de triunfo"
- Isawa_Hiromi
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
"De hecho el fuego es un enorme problema en las ciudades, en esta además hay terremotos así que es normal que nadie se conozca su plano."
Asintió.
"O puede que la mezcla de esa sangre os haga no hacer movimientos en falso y cometer absurdeces sólo por la apariencia y seáis como una espada, afilada y mortal. No es mala combinación, puede que mi preferida en la Grulla."
Cuando la arrogancia Kakita queda subyugada por el pragmatismo Daidoji y ambas se combinan en su fuerza.
"Es malo para los negocios si no se controla esto pronto, para todos, por eso lo harán."
Asintió mirando el humo.
"Por eso han mandado tigres a la selva también."
Tarako estaba metida en sus pensamientos entre el pasado y el presente cuando hablabais del cuadro, seguramente estaba perdida en episodios en los que había sangre y seda a partes iguales hasta que le hiciste esa pregunta y el ahora vino a ella, volviendose hacia ti con gesto contenido en una sorpresa que no dejó salir.
"No lo estaréis pensando en serio ¿o si?"
Porque en su tono había un "soy ro-nin" como si dijera "eso arruinaría tu reputación.
...
La chiquilla sonrió y asintió con fuerza.
”Así se lo diré.” Luego se rió un poquito con tu broma como si entendiera el pique y añadió ”pero no sé si al terminar de darle el mensaje ella querrá veros pronto como habéis expresado.”
Bromeó un poquito tras lo cual te dejo marchar.
…
La anciana aceptó más que gustosa la propina aunque sin duda en su sonrisa tranquila estaba el hecho de realmente haber deseado que volvieras sano y salvo, a veces una buena recompensa y unos buenos sentimientos podían estar alineados. Tras lo cual te marchaste no sin antes examinar una última vez los tejados y las columnas de humo sobre la que los kamis parecían arremolinarse para extinguir desde alguna parte del suelo las llamas.
Cuando hablas y bromeas con Kashin puedes sentir el “si” de que se habría quedado “pero sólo un poco más” como si jugase contigo a ese mismo juego “ambos nos habríamos quedado” añadía en tu mente “pero tenemos cabeza y la muerte es un asunto serio”. Aunque no tanto como para no bromear sobre ello.
Estas bajando tu energía cuando ves a Kirako en la puerta mirando al cielo. Con tus palabras ella se volvió y te saludó con el mismo respeto.
”Koji-san, buenas noches.” Dijo volviendo a mirar el cielo ”Parecen movidas en algunos lados… desde que he bajado de la Ciudad Prohibida se veían las columnas de humo, debe haber habido algún problema en la zona del puerto…” lo dijo con una voz que parecía indicar que no era la primera vez que veía algo así, las columnas de humo, claro.
Desde aquella parte parecía como si lo que estuviera pasando en la zona baja de la ciudad perteneciera a otro mundo, esta era la esencia de la casta noble, el vivir en otro mundo dentro del mismo reino, y más para la Grulla.
Luego esta miró lo que llevabas contigo y dejó una media sonrisa en los labios.
”Sorprenderla vas a hacerlo, no suelen traerle comida a casa. Flores, poemas, regalos… eso si, pero comida…” sonrió de medio lado ”Eso es diferente.”
Y diferente sonó a mejor.
Kirako hizo un gesto para que la acompañaras dentro de la casa mientras te decía:
”¿Os dejan trabajar con tranquilidad o ya tenéis alocados fans que os persiguen? te hizo un gesto con la mano Tratad de evitarlos a toda costa, pero llegarán, eso y los odiadores, aunque esos un poco más tarde, no se puede odiar en público algo que a sus Majestades Imperiales les encanta…”
Mencionó.
”Me han dicho que habéis estado esta mañana en la Ciudad Prohibida y que… tenéis algo así como un nuevo encargo. Parece que sois la comidilla de allá arriba.”
Te dijo.
”¿Habéis pensado u os han propuesto para el séquito?”
Asintió.
"O puede que la mezcla de esa sangre os haga no hacer movimientos en falso y cometer absurdeces sólo por la apariencia y seáis como una espada, afilada y mortal. No es mala combinación, puede que mi preferida en la Grulla."
Cuando la arrogancia Kakita queda subyugada por el pragmatismo Daidoji y ambas se combinan en su fuerza.
"Es malo para los negocios si no se controla esto pronto, para todos, por eso lo harán."
Asintió mirando el humo.
"Por eso han mandado tigres a la selva también."
Tarako estaba metida en sus pensamientos entre el pasado y el presente cuando hablabais del cuadro, seguramente estaba perdida en episodios en los que había sangre y seda a partes iguales hasta que le hiciste esa pregunta y el ahora vino a ella, volviendose hacia ti con gesto contenido en una sorpresa que no dejó salir.
"No lo estaréis pensando en serio ¿o si?"
Porque en su tono había un "soy ro-nin" como si dijera "eso arruinaría tu reputación.
...
La chiquilla sonrió y asintió con fuerza.
”Así se lo diré.” Luego se rió un poquito con tu broma como si entendiera el pique y añadió ”pero no sé si al terminar de darle el mensaje ella querrá veros pronto como habéis expresado.”
Bromeó un poquito tras lo cual te dejo marchar.
…
La anciana aceptó más que gustosa la propina aunque sin duda en su sonrisa tranquila estaba el hecho de realmente haber deseado que volvieras sano y salvo, a veces una buena recompensa y unos buenos sentimientos podían estar alineados. Tras lo cual te marchaste no sin antes examinar una última vez los tejados y las columnas de humo sobre la que los kamis parecían arremolinarse para extinguir desde alguna parte del suelo las llamas.
Cuando hablas y bromeas con Kashin puedes sentir el “si” de que se habría quedado “pero sólo un poco más” como si jugase contigo a ese mismo juego “ambos nos habríamos quedado” añadía en tu mente “pero tenemos cabeza y la muerte es un asunto serio”. Aunque no tanto como para no bromear sobre ello.
Estas bajando tu energía cuando ves a Kirako en la puerta mirando al cielo. Con tus palabras ella se volvió y te saludó con el mismo respeto.
”Koji-san, buenas noches.” Dijo volviendo a mirar el cielo ”Parecen movidas en algunos lados… desde que he bajado de la Ciudad Prohibida se veían las columnas de humo, debe haber habido algún problema en la zona del puerto…” lo dijo con una voz que parecía indicar que no era la primera vez que veía algo así, las columnas de humo, claro.
Desde aquella parte parecía como si lo que estuviera pasando en la zona baja de la ciudad perteneciera a otro mundo, esta era la esencia de la casta noble, el vivir en otro mundo dentro del mismo reino, y más para la Grulla.
Luego esta miró lo que llevabas contigo y dejó una media sonrisa en los labios.
”Sorprenderla vas a hacerlo, no suelen traerle comida a casa. Flores, poemas, regalos… eso si, pero comida…” sonrió de medio lado ”Eso es diferente.”
Y diferente sonó a mejor.
Kirako hizo un gesto para que la acompañaras dentro de la casa mientras te decía:
”¿Os dejan trabajar con tranquilidad o ya tenéis alocados fans que os persiguen? te hizo un gesto con la mano Tratad de evitarlos a toda costa, pero llegarán, eso y los odiadores, aunque esos un poco más tarde, no se puede odiar en público algo que a sus Majestades Imperiales les encanta…”
Mencionó.
”Me han dicho que habéis estado esta mañana en la Ciudad Prohibida y que… tenéis algo así como un nuevo encargo. Parece que sois la comidilla de allá arriba.”
Te dijo.
”¿Habéis pensado u os han propuesto para el séquito?”
"Nací con el mar
Libertad del estío
y profundidad."
"Los caminos no están para llegar a nuestro destino sino para recorrerlos"
"NOSOTROS somos Otosan Uchi, el resto son sólo palabras."
Isawa Hiromi, Dominatrix in Wonderland
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- Kakita Koji
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
-Creo que eso es cierto. Cuando cometo una absurdez siempre es por un motivo mejor que las simples apariencias -bromeo sonriendo de medio lado, porque lo que dice Tarako en mi opinión es verdad, pero sería ridículamente arrogante que yo pensara que nunca meta la pata de manera absurda, ju.
-Rápida letalidad para el ataque Kakita, eficaz pragmatismo para la defensa Daidoji; ¿es eso a lo que os referís? Cielos, así dicho suena bastante bien tengo que reconocerlo -replico agradeciéndole el halago con una reverencia elegante. Aunque bien es cierto que casi cualquier combinación que le quite la arrogancia a los Kakita es buena, mejor si es con estilo Daidoji.
-Eso si me suena más a la habitual forma de resolver sus problemas el Escorpión. Piezas del tablero que desaparecen misteriosamente sin dejar rastro... Además es compatible con los negocios desde luego, así que no envidio a quien haya sido el responsable Kasuga de esto a partir de mañana.
Ah si, los tigres están muy solicitados últimamente. Dicen que han sido vistos trabajando para un Otomo en este mismo distrito, esta mañana en el hospital Asahina, anoche en el puerto, el otro día con aquel otro Otomo que apareció cosido a flechazos flotando en el canal, y ahora esto...
Quienes pensaran que en una ciudad tan civilizada como ésta se iban a aburrir, se equivocaban de lado a lado -sonrío socarronamente. Y lo que les queda.
-Tarako es una ronin, pero no necesariamente vos. En todo caso una ronin invitada a una cena de gala en honor de Su Majestad la Gran Madre, lo cual os sitúa en una categoría muy por encima de los demás samurais sin señor, por decreto imperial nada menos.
¿Sin embargo, y si ni siquiera hubiera ningún nombre? Podría tomarme alguna licencia creativa para que no se os pudiera identificar como tal, más allá de esos ojos que, como habéis dicho, son una ventana abierta al alma.
¿Nunca habéis asistido a uno de esos torneos en los que uno de los competidores oculta su rostro con un mempo, sin mon ni colores en su ropa? Puede ser desde un ronin hasta un daimio, y el hecho de no saberlo hace que no puedas atenerte a nada más que a su desempeño sobre el tatami.
A la corte le encantaría hacer todo tipo de elucubraciones sobre la identidad de tal modelo sin nombre. En el peor de los casos, si alguien de muy arriba me preguntase directamente, y no es probable que lo hicieran, podría decirle que es una Daidoji a la que le di mi palabra de honor de no revelar su identidad, y no estaría mintiendo en absoluto.
...
-Hum, eso parece si. Tengo entendido que se ha declarado un incendio en algún almacén portuario, y... en fin, que se extienda es un riesgo que siempre existe en esas calles tan estrechas, supongo -murmuro dándome la vuelta para mirar las columnas de humo que Kirako ha señalado. No le doy muchos detalles que pudieran llevar a otras cuestiones incómodas, pero tampoco voy a mentirle.
Para mi resulta chocante mirar ahora aquella escena desde esta lejanía, no sólo física, después de haber estado tan cerca hace un instante. Es lo que dijo Tarako, la seda y la brutalidad en una constante armonía, tan unida la una a la otra.
-Nunca me ha gustado demasiado regalar flores cortadas, prefiero cultivarlas. Supongo que soy diferente a la mayoría en muchas cosas -sonrío agradeciéndole con un cabeceo gentil que le haya dado a "diferente" un tono de "mejor"
Acepto su gesto de buen grado para acompañarla hacia el interior de la mansión.
-Aún trabajo con extraordinaria tranquilidad. Ni un fan "alocado" con el que me haya cruzado. No se si sentirme defraudado, aunque es probable que en el caso de que los tuviera tampoco me sintiera demasiado cómodo.
Como duelista Kakita, estoy mucho más acostumbrado a los que me odian, donde va a parar. No obstante tampoco nadie me ha dicho que me odie a causa de mis obras, aún. Y la verdad es que esto si que me decepciona; si nadie te odia en esta ciudad, es que simplemente no eres nadie. ¿No es eso lo que dicen? -sonrío encogiéndome de hombros con un toque socarrón.
-Ah si, he estado en la Ciudad Prohibida. De hecho... el motivo de invitar a cenar a vuestra hermana es para darle una noticia que quizás cause un pequeño revuelo cuando se haga pública, pero que he conseguido que Kakita Kotoko-san me prometiera contener hasta mañana, precisamente para poder... ya sabéis, decírsela yo personalmente a Yashiko-san.
Tal vez por eso se ha hablado más de la cuenta allá arriba después de que me fuera; entre los mentideros la incertidumbre despierta a menudo más interés que la certeza, ju.
¿El séquito de Su Majestad? Pues no, creo que nadie ha pensado en mi. Debe de haber muchos grullas muy brillantes haciendo cola para desplegar sus mejores plumajes y conseguir una de esas preciadas invitaciones, y me imagino que yo no tengo demasiado que ofrecer.
Además, entre nosotros, ni siquiera estoy seguro de que fuese una buena influencia para el Hantei, ju, ju. Mi sensei solía regañarme diciéndome que tenía la mala costumbre de hacer las cosas siempre a mi manera, como un verso libre... y no creo que sea eso lo que se estile en Palacio. -suspiro con una franca sonrisa de resignación.
-Rápida letalidad para el ataque Kakita, eficaz pragmatismo para la defensa Daidoji; ¿es eso a lo que os referís? Cielos, así dicho suena bastante bien tengo que reconocerlo -replico agradeciéndole el halago con una reverencia elegante. Aunque bien es cierto que casi cualquier combinación que le quite la arrogancia a los Kakita es buena, mejor si es con estilo Daidoji.
-Eso si me suena más a la habitual forma de resolver sus problemas el Escorpión. Piezas del tablero que desaparecen misteriosamente sin dejar rastro... Además es compatible con los negocios desde luego, así que no envidio a quien haya sido el responsable Kasuga de esto a partir de mañana.
Ah si, los tigres están muy solicitados últimamente. Dicen que han sido vistos trabajando para un Otomo en este mismo distrito, esta mañana en el hospital Asahina, anoche en el puerto, el otro día con aquel otro Otomo que apareció cosido a flechazos flotando en el canal, y ahora esto...
Quienes pensaran que en una ciudad tan civilizada como ésta se iban a aburrir, se equivocaban de lado a lado -sonrío socarronamente. Y lo que les queda.
-Tarako es una ronin, pero no necesariamente vos. En todo caso una ronin invitada a una cena de gala en honor de Su Majestad la Gran Madre, lo cual os sitúa en una categoría muy por encima de los demás samurais sin señor, por decreto imperial nada menos.
¿Sin embargo, y si ni siquiera hubiera ningún nombre? Podría tomarme alguna licencia creativa para que no se os pudiera identificar como tal, más allá de esos ojos que, como habéis dicho, son una ventana abierta al alma.
¿Nunca habéis asistido a uno de esos torneos en los que uno de los competidores oculta su rostro con un mempo, sin mon ni colores en su ropa? Puede ser desde un ronin hasta un daimio, y el hecho de no saberlo hace que no puedas atenerte a nada más que a su desempeño sobre el tatami.
A la corte le encantaría hacer todo tipo de elucubraciones sobre la identidad de tal modelo sin nombre. En el peor de los casos, si alguien de muy arriba me preguntase directamente, y no es probable que lo hicieran, podría decirle que es una Daidoji a la que le di mi palabra de honor de no revelar su identidad, y no estaría mintiendo en absoluto.
...
-Hum, eso parece si. Tengo entendido que se ha declarado un incendio en algún almacén portuario, y... en fin, que se extienda es un riesgo que siempre existe en esas calles tan estrechas, supongo -murmuro dándome la vuelta para mirar las columnas de humo que Kirako ha señalado. No le doy muchos detalles que pudieran llevar a otras cuestiones incómodas, pero tampoco voy a mentirle.
Para mi resulta chocante mirar ahora aquella escena desde esta lejanía, no sólo física, después de haber estado tan cerca hace un instante. Es lo que dijo Tarako, la seda y la brutalidad en una constante armonía, tan unida la una a la otra.
-Nunca me ha gustado demasiado regalar flores cortadas, prefiero cultivarlas. Supongo que soy diferente a la mayoría en muchas cosas -sonrío agradeciéndole con un cabeceo gentil que le haya dado a "diferente" un tono de "mejor"
Acepto su gesto de buen grado para acompañarla hacia el interior de la mansión.
-Aún trabajo con extraordinaria tranquilidad. Ni un fan "alocado" con el que me haya cruzado. No se si sentirme defraudado, aunque es probable que en el caso de que los tuviera tampoco me sintiera demasiado cómodo.
Como duelista Kakita, estoy mucho más acostumbrado a los que me odian, donde va a parar. No obstante tampoco nadie me ha dicho que me odie a causa de mis obras, aún. Y la verdad es que esto si que me decepciona; si nadie te odia en esta ciudad, es que simplemente no eres nadie. ¿No es eso lo que dicen? -sonrío encogiéndome de hombros con un toque socarrón.
-Ah si, he estado en la Ciudad Prohibida. De hecho... el motivo de invitar a cenar a vuestra hermana es para darle una noticia que quizás cause un pequeño revuelo cuando se haga pública, pero que he conseguido que Kakita Kotoko-san me prometiera contener hasta mañana, precisamente para poder... ya sabéis, decírsela yo personalmente a Yashiko-san.
Tal vez por eso se ha hablado más de la cuenta allá arriba después de que me fuera; entre los mentideros la incertidumbre despierta a menudo más interés que la certeza, ju.
¿El séquito de Su Majestad? Pues no, creo que nadie ha pensado en mi. Debe de haber muchos grullas muy brillantes haciendo cola para desplegar sus mejores plumajes y conseguir una de esas preciadas invitaciones, y me imagino que yo no tengo demasiado que ofrecer.
Además, entre nosotros, ni siquiera estoy seguro de que fuese una buena influencia para el Hantei, ju, ju. Mi sensei solía regañarme diciéndome que tenía la mala costumbre de hacer las cosas siempre a mi manera, como un verso libre... y no creo que sea eso lo que se estile en Palacio. -suspiro con una franca sonrisa de resignación.
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
"Al menos casi todo el tiempo ¿no?"
Te preguntó como si dijera, la otra mitad de las veces (al menos) debe hablar tu parte Kakita.
"Si, algo así quería decir. Os regalo la frase, creo que podría ser el lema de un dôjo incluso."
Sonrió de medio lado al decir aquello.
"No, no les envidio, pero tampoco envidio a los Escorpiones que tengan luego que enfrentarse a las consecuencias de sus actos, los Kasuga en esta ciudad están muy bien posicionados con el Consejo de los Seis."
Te comentó.
"Si esos deciden hacerle boicot al Escorpión te aseguro que nadie se pondrá de su lado."
"Ah... ¿Pero no te has enterado que hasta los leones tienen a domadoras en la ciudad y a sus bestiais de asalto?" Sonrió de medio lado "Esta ciudad es una selva o un zoo, depende de lo bien educados que estén los animales...."
Tarako negó suavemente con la cabeza en un gesto que no era decir que no sino negar más bien tu suspicacia o tu intentos de una manera vana y que sabía imposible.
"Sorprendedme"
Te dijo sólo al final.Veríais qué mempo usabas o qué forma de ocultación y entonces podríais hablar. Aunque, sinceramente, daba igual los colores del mempo los penetrantes ojos azules de Tarako, ojos oscuros como zafiros a poca luz, hablaban más de ella de lo que jamás lo haría un mempo.
...
"Vaya... Bueno, me gustaría decir que no es normal pero en esta ciudad me temo que lo es, demasiado tráfico portuario, de mercancías y personas."
Comentó Kirako mientras miraba al cielo.
"Lo bueno es que una vez que llegue la legión esmeralda tienen shugenjas de agua especializados en evitar daños mayores."
Lo cual era algo que denotaba una vez más la posición de la ciudad para poder tener un cuerpo semejante.
"Si quieres que el recuerdo dure no seas tu quién lo regale ya acabado."
Te dijo esta sobre las flores con un pequeño asentimiento.
"Tranquilo, tranquilo... es decir... al odio le queda que os separéis un poco más de la Ama. ¿Quién osaría a decir en público que os odia cuando sois la última tendencia? es un suicidio social... Otra cosa es lo que se hable en el distrito rojo entre copas y copas de sake, seguramente allí la cosa cambiará, pero bueno, es envidia después de todo. Para eso la Grulla estámás que entrenada, no os resultará molesto."
Te comentó con calma.
"Sea como fuere no tendría prisa en que os llegue ese momento."
Ladeó la cabeza un poco al escuchar lo de la dama Kotoko y murmuró:
"Entonces debe ser algo sin duda que puede gustar o disgustar mucho, pero sea como sea es una nueva comidilla para el día siguiente. ¿Debo vestirme de alguna manera en particular?"
Preguntó por aquello del juego como si con eso buscase una pequeña pista, aunque obviamente no tan explícita como para que le contases algo por encima de su hermana.
"Ah, entonces alejáis por vuestra seguridad del Hantei."
Te dijo sobre hacer las cosas a tu manera.
"En la corte sólo hay una forma que es la del Hantei." Y por eso quería decir la de Hantei YUkirohime.
Kirako se paró en uno de los patios entre medio de las residencias, justo en la intersección de su ala con la de su hermana.
"Los criados ya os han visto, estarán esperando para ayudaros."
Señaló con la cabeza hacia dentro donde se veía una criada en uno de los pasillos exteriores haciendo una reverencia.
"Espero que saquéis en algún momento tiempo para cruzar espadas conmigo, no dejéis por el arte del todo de lado el arte de la espada y menos en esta ciudad, es un consejo que os doy y que no me habéis pedido."
Señaló despacio.
"Y menos cuando sois parte de las corrientes de la corte."
Luego se inclinó un poco.
"Espero que la comida os resulte a los dos agradable. Buenas noches Koji-san."
Se despidió de ti dejando que siguieras tu camino.La criada te estaba esperando inclinada para llevarte hacia donde pidieras aunque estaba claro que tenía muy claro hacia dónde ibas.
"Mi señora está en su despacho"
Te comentó mientras te mostraba el lugar hacia uno de las zonas de la parte de Yashiko, hacia el despacho de Yashiko, un lugar lleno de libros en estanterías y arte, un despacho funcional no para visitas que dejaba patente que aquello no sólo era posición económica sino trabajo lo que la mantenía.
"¿Quiere que les prepare el pequeño salón para la comida?"
Te preguntó antes de llegar por si querías que se llevase los boles y preparar la mesa.
Te preguntó como si dijera, la otra mitad de las veces (al menos) debe hablar tu parte Kakita.
"Si, algo así quería decir. Os regalo la frase, creo que podría ser el lema de un dôjo incluso."
Sonrió de medio lado al decir aquello.
"No, no les envidio, pero tampoco envidio a los Escorpiones que tengan luego que enfrentarse a las consecuencias de sus actos, los Kasuga en esta ciudad están muy bien posicionados con el Consejo de los Seis."
Te comentó.
"Si esos deciden hacerle boicot al Escorpión te aseguro que nadie se pondrá de su lado."
"Ah... ¿Pero no te has enterado que hasta los leones tienen a domadoras en la ciudad y a sus bestiais de asalto?" Sonrió de medio lado "Esta ciudad es una selva o un zoo, depende de lo bien educados que estén los animales...."
Tarako negó suavemente con la cabeza en un gesto que no era decir que no sino negar más bien tu suspicacia o tu intentos de una manera vana y que sabía imposible.
"Sorprendedme"
Te dijo sólo al final.Veríais qué mempo usabas o qué forma de ocultación y entonces podríais hablar. Aunque, sinceramente, daba igual los colores del mempo los penetrantes ojos azules de Tarako, ojos oscuros como zafiros a poca luz, hablaban más de ella de lo que jamás lo haría un mempo.
...
"Vaya... Bueno, me gustaría decir que no es normal pero en esta ciudad me temo que lo es, demasiado tráfico portuario, de mercancías y personas."
Comentó Kirako mientras miraba al cielo.
"Lo bueno es que una vez que llegue la legión esmeralda tienen shugenjas de agua especializados en evitar daños mayores."
Lo cual era algo que denotaba una vez más la posición de la ciudad para poder tener un cuerpo semejante.
"Si quieres que el recuerdo dure no seas tu quién lo regale ya acabado."
Te dijo esta sobre las flores con un pequeño asentimiento.
"Tranquilo, tranquilo... es decir... al odio le queda que os separéis un poco más de la Ama. ¿Quién osaría a decir en público que os odia cuando sois la última tendencia? es un suicidio social... Otra cosa es lo que se hable en el distrito rojo entre copas y copas de sake, seguramente allí la cosa cambiará, pero bueno, es envidia después de todo. Para eso la Grulla estámás que entrenada, no os resultará molesto."
Te comentó con calma.
"Sea como fuere no tendría prisa en que os llegue ese momento."
Ladeó la cabeza un poco al escuchar lo de la dama Kotoko y murmuró:
"Entonces debe ser algo sin duda que puede gustar o disgustar mucho, pero sea como sea es una nueva comidilla para el día siguiente. ¿Debo vestirme de alguna manera en particular?"
Preguntó por aquello del juego como si con eso buscase una pequeña pista, aunque obviamente no tan explícita como para que le contases algo por encima de su hermana.
"Ah, entonces alejáis por vuestra seguridad del Hantei."
Te dijo sobre hacer las cosas a tu manera.
"En la corte sólo hay una forma que es la del Hantei." Y por eso quería decir la de Hantei YUkirohime.
Kirako se paró en uno de los patios entre medio de las residencias, justo en la intersección de su ala con la de su hermana.
"Los criados ya os han visto, estarán esperando para ayudaros."
Señaló con la cabeza hacia dentro donde se veía una criada en uno de los pasillos exteriores haciendo una reverencia.
"Espero que saquéis en algún momento tiempo para cruzar espadas conmigo, no dejéis por el arte del todo de lado el arte de la espada y menos en esta ciudad, es un consejo que os doy y que no me habéis pedido."
Señaló despacio.
"Y menos cuando sois parte de las corrientes de la corte."
Luego se inclinó un poco.
"Espero que la comida os resulte a los dos agradable. Buenas noches Koji-san."
Se despidió de ti dejando que siguieras tu camino.La criada te estaba esperando inclinada para llevarte hacia donde pidieras aunque estaba claro que tenía muy claro hacia dónde ibas.
"Mi señora está en su despacho"
Te comentó mientras te mostraba el lugar hacia uno de las zonas de la parte de Yashiko, hacia el despacho de Yashiko, un lugar lleno de libros en estanterías y arte, un despacho funcional no para visitas que dejaba patente que aquello no sólo era posición económica sino trabajo lo que la mantenía.
"¿Quiere que les prepare el pequeño salón para la comida?"
Te preguntó antes de llegar por si querías que se llevase los boles y preparar la mesa.
"Nací con el mar
Libertad del estío
y profundidad."
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"NOSOTROS somos Otosan Uchi, el resto son sólo palabras."
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- Kakita Koji
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
-Eso sin duda. La mayor parte del tiempo es mi sangre Kakita la que dirige mis actos; la Daidoji se queda en un discreto segundo plano, hasta que me hace falta para salvarme el pellejo y evitarme el tipo de muerte épica, arrogante y absurda que tanto nos atrae a los duelistas.
Pero a fin de cuentas, eso es lo que hacen los Daidoji normalmente, ¿no es así? -bromeo con la exDaidoji.
-¿Creéis que es posible realmente que el Escorpión y los Otomo terminen enfrentados por esto? Me da la impresión de que los imperiales suelen ser de los que juegan con las cartas marcadas, apostando a su mano y a la del contrario para que así, sea cual sea el resultado, ellos siempre ganen.
-Vaya, grullas perdiendo extremidades en el barrio rojo, tigres cazando entre las llamas... sólo me faltaba encontrarme una manada de leones salvajes corriendo por el distrito Jumarashi cuando vuelva de camino a casa, ju. Puede que al final uno de esos kamis de tierra que viven en los alrededores se harte de tanto ruido y nos envíe uno de los famosos terremotos de Otosan Uchi. -suspiro encogiéndome de hombros. En otro momento me habría reído de una posibilidad así, pero actualmente ni siquiera me parece descartable.
-¿Sabéis lo que aprendí de Yume-dono cuando fui a pintar para él? Que el velo onírico esconde por igual los sueños de las pesadillas; de hecho a menudo el mismo protagonista puede ser ambas cosas, dependiendo de quien sueñe con él... o ella. Esperanza para unos, terror para otros.
Así lo haré. Dibujaré algunos bocetos y quizás si que os sorprenda después de todo. Como digo, he aprendido muchas cosas de mi viaje a Yume -le digo al final con media sonrisa.
...
-Claro, es lógico -respondo asintiendo al hecho de que sea un riesgo habitual que en almacenes repletos de tejidos, madera, aceites o a saber qué, se desaten incendios por la caída de cualquier lámpara encendida. Aunque en realidad lo que me parece lógico es que los escorpiones hayan usado esa excusa para enmascarar su ataque, purga, defensa o lo que sea que han perpetrado allá abajo. Además con todas las pruebas carbonizadas, Feng debe estar conteniendo la emoción a duras penas.
-Justamente, así es. Una flor cortada dura un par de días antes de marchitarse; una cultivada florecerá cada estación, durante muchos años. No hay comparación -sonrío, dejando entrever de forma implícita que mi intención con Yashiko no es a corto plazo, sino todo lo contrario.
-Tenéis razón. Apuesto a que más de uno estará conteniendo el aliento a la espera de que la Ama se aburra de mi estilo -murmuro rascándome la barbilla. Porque ese momento llegará claro; los poderosos tienen una enorme tendencia al olvido y el aburrimiento.
-Oh, sin duda gustará a algunos y horrorizará a otros. Ni siquiera tengo muy claro en qué bando se posicionará vuestra hermana, quizás en un poco de cada -bromeo, pensando que a Yashiko bien podría preocuparle precisamente el cuento aquel de quien quiso volar demasiado alto y cerca del sol y se quemó las alas.
-Hum, como vestiros, pues... no lo había pensado, la verdad. Pero ahora que lo decís, es casi seguro que el juego del Pavo Real algo tendrá que decir mañana al respecto. Ahora bien, ¿de qué forma lo hará...? Eso no lo se, realmente.
Seguro que a Yashiko-san se le ocurren las posibilidades más probables. Así que habría que preguntarle a ella, cuando lo digiera todo -señalo riéndome con la pequeña broma, porque me refiero no sólo a la cena que llevo sino a la noticia también en si misma.
-Pero tendrá que ver mucho con Benten, sin duda apostaría por eso. ¿Os sienta bien el color rosa? Yo diría que Su energía vibra principalmente en ese tono... -murmuro pensativo, dándole esta pista para que la propia Kirako se imagine sus opciones.
-No digo que no pudiera hacer las cosas al estilo de los Hantei. Es más bien... como decirlo, quizás un tema de protocolos. No se hasta qué punto podría adaptarme a ellos, porque ellos a mi no lo van a hacer claro.
Aunque dicho eso, sería encantador que el Hantei tuviera interés en aprender a pintar, como una de sus aficiones. En eso quizás si que podría servirle de algo, pero... de nuevo volvemos a los protocolos; no es tradición que el Emperador emplee su tiempo en eso. Poesía si, caligrafía, oratoria... para todo eso ya tiene maestros, pero la pintura dudo que esté incluida -suspiro encogiéndome de hombros, a eso es a lo que me refería por de mi particular manera de ver ciertas cosas, como el arte.
-Muchas gracias por el consejo mi señora. Tened por supuesto que me resulta del todo imposible dejar de lado en mi vida a Kashin, Kirako-san -sonrío llamando a mi espada por su nombre -Incluso aunque quisiera, ella es como mi hermana mayor, y me lo recordaría constantemente. Puede ser muy insistente, y no sería la primera vez que me amenaza con hacerme tropezar y clavarse en mis tripas si me olvido de cual es mi senda -añado como si lo dijera con ironía, pese a que es absolutamente literal.
-A lo mejor esta noche me quede hasta tarde trabajando en el estudio que vuestra hermana a tenido a bien montar para mi en una de sus estancias. Si es así, estaré encantado de compartir el dojo mañana con vos en la primera práctica de la mañana, si me concedéis tal honor -le digo a Kirako con una reverencia elegante.
-Gracias por vuestros buenos deseos, Kirako-san. Buenas noches a vos también -devuelvo el saludo al final, despidiéndome hasta mañana, con suerte.
-Ahm, el salón... no, lo cierto es que tenía otra idea en mente -le contesto a la criada, mirando hacia donde me ha señalado que está ella -¿Podría en vez de eso... preparar algo parecido a una "comida campestre" en aquel jardín privado, junto a ese hermoso árbol que lo domina? -le pido entregándole los boles de comida como me solicita, refiriéndome al árbol bajo el cual me quedé a dormir aquella vez, y ella despertó a mi lado -Hace una noche espléndida, pero asegúrese de dejar una manta por si la señora lo requiere.
¿Nos avisará cuando esté todo listo? -le sonrío al final con un tono amistoso, ya que estoy más acostumbrado a pedir las cosas que a dar órdenes, pues como bushi a menudo he prescindido de la mayoría de ayudas del servicio para hacerlo todo por mi cuenta, y me cuesta adaptarme a lo contrario.
Después la dejo marchar para hacerse cargo de esos preparativos y me dirijo hacia el despacho donde me ha indicado que está mi Doji. Pero cuando llego hasta la fusama cerrada, justo cuando levanto la mano para hacer notar mi presencia con los nudillos en el marco de madera antes de descorrerla, me quedo mirándola...
En este momento, a mi mente se viene el recuerdo del escorpión manando sangre en todas direcciones desde el tajo de su cuello. Por supuesto soy demasiado Kakita como para que me haya salpicado a mi, esas cosas sólo les pasan a todos los demás bushis, pero aún así no me parece lo suficientemente educado tratándose de una dama Doji.
Eso por no hablar del olor a chamusquina después de haberme paseado por el distrito donde se habían declarado los incendios.
Así que me doy media vuelta apresuradamente para alcanzar a la criada con la que he hablado antes, para pedirle que me prepare un baño antes de ver a su señora. Entonces todo estará en orden y podré presentarme ante ella sin temor a contaminarla.
Pero a fin de cuentas, eso es lo que hacen los Daidoji normalmente, ¿no es así? -bromeo con la exDaidoji.
-¿Creéis que es posible realmente que el Escorpión y los Otomo terminen enfrentados por esto? Me da la impresión de que los imperiales suelen ser de los que juegan con las cartas marcadas, apostando a su mano y a la del contrario para que así, sea cual sea el resultado, ellos siempre ganen.
-Vaya, grullas perdiendo extremidades en el barrio rojo, tigres cazando entre las llamas... sólo me faltaba encontrarme una manada de leones salvajes corriendo por el distrito Jumarashi cuando vuelva de camino a casa, ju. Puede que al final uno de esos kamis de tierra que viven en los alrededores se harte de tanto ruido y nos envíe uno de los famosos terremotos de Otosan Uchi. -suspiro encogiéndome de hombros. En otro momento me habría reído de una posibilidad así, pero actualmente ni siquiera me parece descartable.
-¿Sabéis lo que aprendí de Yume-dono cuando fui a pintar para él? Que el velo onírico esconde por igual los sueños de las pesadillas; de hecho a menudo el mismo protagonista puede ser ambas cosas, dependiendo de quien sueñe con él... o ella. Esperanza para unos, terror para otros.
Así lo haré. Dibujaré algunos bocetos y quizás si que os sorprenda después de todo. Como digo, he aprendido muchas cosas de mi viaje a Yume -le digo al final con media sonrisa.
...
-Claro, es lógico -respondo asintiendo al hecho de que sea un riesgo habitual que en almacenes repletos de tejidos, madera, aceites o a saber qué, se desaten incendios por la caída de cualquier lámpara encendida. Aunque en realidad lo que me parece lógico es que los escorpiones hayan usado esa excusa para enmascarar su ataque, purga, defensa o lo que sea que han perpetrado allá abajo. Además con todas las pruebas carbonizadas, Feng debe estar conteniendo la emoción a duras penas.
-Justamente, así es. Una flor cortada dura un par de días antes de marchitarse; una cultivada florecerá cada estación, durante muchos años. No hay comparación -sonrío, dejando entrever de forma implícita que mi intención con Yashiko no es a corto plazo, sino todo lo contrario.
-Tenéis razón. Apuesto a que más de uno estará conteniendo el aliento a la espera de que la Ama se aburra de mi estilo -murmuro rascándome la barbilla. Porque ese momento llegará claro; los poderosos tienen una enorme tendencia al olvido y el aburrimiento.
-Oh, sin duda gustará a algunos y horrorizará a otros. Ni siquiera tengo muy claro en qué bando se posicionará vuestra hermana, quizás en un poco de cada -bromeo, pensando que a Yashiko bien podría preocuparle precisamente el cuento aquel de quien quiso volar demasiado alto y cerca del sol y se quemó las alas.
-Hum, como vestiros, pues... no lo había pensado, la verdad. Pero ahora que lo decís, es casi seguro que el juego del Pavo Real algo tendrá que decir mañana al respecto. Ahora bien, ¿de qué forma lo hará...? Eso no lo se, realmente.
Seguro que a Yashiko-san se le ocurren las posibilidades más probables. Así que habría que preguntarle a ella, cuando lo digiera todo -señalo riéndome con la pequeña broma, porque me refiero no sólo a la cena que llevo sino a la noticia también en si misma.
-Pero tendrá que ver mucho con Benten, sin duda apostaría por eso. ¿Os sienta bien el color rosa? Yo diría que Su energía vibra principalmente en ese tono... -murmuro pensativo, dándole esta pista para que la propia Kirako se imagine sus opciones.
-No digo que no pudiera hacer las cosas al estilo de los Hantei. Es más bien... como decirlo, quizás un tema de protocolos. No se hasta qué punto podría adaptarme a ellos, porque ellos a mi no lo van a hacer claro.
Aunque dicho eso, sería encantador que el Hantei tuviera interés en aprender a pintar, como una de sus aficiones. En eso quizás si que podría servirle de algo, pero... de nuevo volvemos a los protocolos; no es tradición que el Emperador emplee su tiempo en eso. Poesía si, caligrafía, oratoria... para todo eso ya tiene maestros, pero la pintura dudo que esté incluida -suspiro encogiéndome de hombros, a eso es a lo que me refería por de mi particular manera de ver ciertas cosas, como el arte.
-Muchas gracias por el consejo mi señora. Tened por supuesto que me resulta del todo imposible dejar de lado en mi vida a Kashin, Kirako-san -sonrío llamando a mi espada por su nombre -Incluso aunque quisiera, ella es como mi hermana mayor, y me lo recordaría constantemente. Puede ser muy insistente, y no sería la primera vez que me amenaza con hacerme tropezar y clavarse en mis tripas si me olvido de cual es mi senda -añado como si lo dijera con ironía, pese a que es absolutamente literal.
-A lo mejor esta noche me quede hasta tarde trabajando en el estudio que vuestra hermana a tenido a bien montar para mi en una de sus estancias. Si es así, estaré encantado de compartir el dojo mañana con vos en la primera práctica de la mañana, si me concedéis tal honor -le digo a Kirako con una reverencia elegante.
-Gracias por vuestros buenos deseos, Kirako-san. Buenas noches a vos también -devuelvo el saludo al final, despidiéndome hasta mañana, con suerte.
-Ahm, el salón... no, lo cierto es que tenía otra idea en mente -le contesto a la criada, mirando hacia donde me ha señalado que está ella -¿Podría en vez de eso... preparar algo parecido a una "comida campestre" en aquel jardín privado, junto a ese hermoso árbol que lo domina? -le pido entregándole los boles de comida como me solicita, refiriéndome al árbol bajo el cual me quedé a dormir aquella vez, y ella despertó a mi lado -Hace una noche espléndida, pero asegúrese de dejar una manta por si la señora lo requiere.
¿Nos avisará cuando esté todo listo? -le sonrío al final con un tono amistoso, ya que estoy más acostumbrado a pedir las cosas que a dar órdenes, pues como bushi a menudo he prescindido de la mayoría de ayudas del servicio para hacerlo todo por mi cuenta, y me cuesta adaptarme a lo contrario.
Después la dejo marchar para hacerse cargo de esos preparativos y me dirijo hacia el despacho donde me ha indicado que está mi Doji. Pero cuando llego hasta la fusama cerrada, justo cuando levanto la mano para hacer notar mi presencia con los nudillos en el marco de madera antes de descorrerla, me quedo mirándola...
En este momento, a mi mente se viene el recuerdo del escorpión manando sangre en todas direcciones desde el tajo de su cuello. Por supuesto soy demasiado Kakita como para que me haya salpicado a mi, esas cosas sólo les pasan a todos los demás bushis, pero aún así no me parece lo suficientemente educado tratándose de una dama Doji.
Eso por no hablar del olor a chamusquina después de haberme paseado por el distrito donde se habían declarado los incendios.
Así que me doy media vuelta apresuradamente para alcanzar a la criada con la que he hablado antes, para pedirle que me prepare un baño antes de ver a su señora. Entonces todo estará en orden y podré presentarme ante ella sin temor a contaminarla.
"La genialidad no es más que la locura revestida de triunfo"
- Isawa_Hiromi
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
"Si, algo de eso he creido ver, mantenerse en segundo plano y evitar daños innecesarios."
Te dijo de vuelta.
"Depende."
Musitó.
"Por línea general los Imperiales como decís juegan con las cartas marcadas, pero también les encanta que sepan que esta es SU ciudad, y el Escorpión tiende a extralimitarse muchas veces. Hay una línea muy fina en el ego de un Otomo entre lo que cree que es permisible y lo que no.
Puede que quien mejor lo sepa sea la dama Mizumi pero no significa que todos los demás hayan desarrollado el mismo sentido afinado...
Y otras veces lo hacen por el puro caos del desestabilizamiento, que es a lo que se dedican"
"No tengáis prisa por los terremotos, que esta temporada vamos tranquilos de ellos..."
Te dijo alzando una mano.
"Dicen que bajo esta ciudad duerme un dragón y que por eso es por lo que se mueve tanto, por si acaso mejor no despertarlo."
"Se supone que habláis de manera retórica pero no lo parece...." Dijo sobre lo de Yume-dono "Así que veremos que sois capaces de hacer..."
...
"Bueno... los duelistas estamos dentro de la categoría de artesanos Kakita después de todo, compartimos campus en Kyunde Kakita con maestros del ikebana y otros ¿no?"
Comentó como si dijera que esa forma de pensar no debería ser muy extraña aunque lo pudiera ser, más bien convalidándola.
"Lo importante en ese momento no será si se cansa sino cómo quedáis, recordarlo siempre."
Te advirtió.
"Haced la mejor mella posible para ese momento."
"Si horrorizáis a mi hermana entonces seguro que no sólo es una gran idea sino que estará dispuesta a dar la cara por ella." Sonrió un poco al decir aquello.
"Lo tendré en cuenta." Dijo sobre que le preguntase mejor a su hermana. "¿Rosa?.... Hum, bueno eso es algo más de Akashi-chan pero somos Grullas, los colores pastel nos sientan bien."
"Bueno, no se crea, su Alteza la Gran Madre siempre quiere que el Hijo de los Cielos tenga una visión amplia del mundo pasando por el arte, de ahí que sus propias damas le hagan de profesoras en estas."
Como la dama Noriko o la propia Kotoko. Daba miedo pensar qué le enseñaría esta última.
Kirako sonrió un poco de medio lado ante la mención de tu espada como propia vida, no era la cosa más extraña que un bushi podía decir, así que no le dio más importancia sin saber la verdad de todo aquello.
"Si es así, mañana temprano, como todas, entreno en nuestro dojo"
Señaló con la cabeza hacia donde estaba en aquella enorme residencia.
"Me encantará compartir un rato de entrenamiento."
..
OUT
Siempre grulla, nunca ingrulla jajaja estos detalles me encanta
nIN
La criada se quedó un poco sorprendida pero asintió a tu petición con un "claro, sama" antes de marcharse con cierta premura y educación. Pero poco después sería cazada por tu mismo para hacerle otra petición. La criada asintió corriendo y te indicó que le siguieras, los baños de aquella casa siempre estaban listos y más a aquellas horas.
Te tomaste tu tiempo pero no tanto como si fueras una dama Doji, después de todo ese era el privilegio de las damas grullas el hacer esperar lo que quisieran a los caballeros.
Para cuando salistes la criada te indicó que tu primera petición estaba lista para cuando quisierais ir. Entonces de nuevo fuistes hacia donde estaba Yashiko. La fusama estaba entreabierta y se la podía ver leyendo varios papiros con mucha atención. El gesto que era elegante de por si tenía un aire marcial imposible de negar, como el general que revisa los planos antes de una batalla, pasando sus ojos de un lugar a otro y haciendo anotaciones.
Te dijo de vuelta.
"Depende."
Musitó.
"Por línea general los Imperiales como decís juegan con las cartas marcadas, pero también les encanta que sepan que esta es SU ciudad, y el Escorpión tiende a extralimitarse muchas veces. Hay una línea muy fina en el ego de un Otomo entre lo que cree que es permisible y lo que no.
Puede que quien mejor lo sepa sea la dama Mizumi pero no significa que todos los demás hayan desarrollado el mismo sentido afinado...
Y otras veces lo hacen por el puro caos del desestabilizamiento, que es a lo que se dedican"
"No tengáis prisa por los terremotos, que esta temporada vamos tranquilos de ellos..."
Te dijo alzando una mano.
"Dicen que bajo esta ciudad duerme un dragón y que por eso es por lo que se mueve tanto, por si acaso mejor no despertarlo."
"Se supone que habláis de manera retórica pero no lo parece...." Dijo sobre lo de Yume-dono "Así que veremos que sois capaces de hacer..."
...
"Bueno... los duelistas estamos dentro de la categoría de artesanos Kakita después de todo, compartimos campus en Kyunde Kakita con maestros del ikebana y otros ¿no?"
Comentó como si dijera que esa forma de pensar no debería ser muy extraña aunque lo pudiera ser, más bien convalidándola.
"Lo importante en ese momento no será si se cansa sino cómo quedáis, recordarlo siempre."
Te advirtió.
"Haced la mejor mella posible para ese momento."
"Si horrorizáis a mi hermana entonces seguro que no sólo es una gran idea sino que estará dispuesta a dar la cara por ella." Sonrió un poco al decir aquello.
"Lo tendré en cuenta." Dijo sobre que le preguntase mejor a su hermana. "¿Rosa?.... Hum, bueno eso es algo más de Akashi-chan pero somos Grullas, los colores pastel nos sientan bien."
"Bueno, no se crea, su Alteza la Gran Madre siempre quiere que el Hijo de los Cielos tenga una visión amplia del mundo pasando por el arte, de ahí que sus propias damas le hagan de profesoras en estas."
Como la dama Noriko o la propia Kotoko. Daba miedo pensar qué le enseñaría esta última.
Kirako sonrió un poco de medio lado ante la mención de tu espada como propia vida, no era la cosa más extraña que un bushi podía decir, así que no le dio más importancia sin saber la verdad de todo aquello.
"Si es así, mañana temprano, como todas, entreno en nuestro dojo"
Señaló con la cabeza hacia donde estaba en aquella enorme residencia.
"Me encantará compartir un rato de entrenamiento."
..
OUT
Siempre grulla, nunca ingrulla jajaja estos detalles me encanta
nIN
La criada se quedó un poco sorprendida pero asintió a tu petición con un "claro, sama" antes de marcharse con cierta premura y educación. Pero poco después sería cazada por tu mismo para hacerle otra petición. La criada asintió corriendo y te indicó que le siguieras, los baños de aquella casa siempre estaban listos y más a aquellas horas.
Te tomaste tu tiempo pero no tanto como si fueras una dama Doji, después de todo ese era el privilegio de las damas grullas el hacer esperar lo que quisieran a los caballeros.
Para cuando salistes la criada te indicó que tu primera petición estaba lista para cuando quisierais ir. Entonces de nuevo fuistes hacia donde estaba Yashiko. La fusama estaba entreabierta y se la podía ver leyendo varios papiros con mucha atención. El gesto que era elegante de por si tenía un aire marcial imposible de negar, como el general que revisa los planos antes de una batalla, pasando sus ojos de un lugar a otro y haciendo anotaciones.
"Nací con el mar
Libertad del estío
y profundidad."
"Los caminos no están para llegar a nuestro destino sino para recorrerlos"
"NOSOTROS somos Otosan Uchi, el resto son sólo palabras."
Isawa Hiromi, Dominatrix in Wonderland
Libertad del estío
y profundidad."
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- Kakita Koji
- Sarcástico duelista
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
-¿Los imperiales consideran a los Kasuga como de los suyos? ¿O los ven como al sirviente que saca la basura de su casa? -le planteo cruzándome de brazos intrigado, porque supongo que de eso dependería en buena medida que tratasen de rescatarlos o no.
-¿Un Dragón? Cielos, sólo faltaba eso.
Es decir, que se despertase y asomara su cabeza. Porque que pueda haber uno ahí abajo, me lo creo sin lugar a dudas; no sería ni de lejos lo más raro de esta ciudad, ju -replico con una risotada desenfadada.
-Es lo malo de pintar en sueños... Que al final, sólo queda la retórica -suspiro chasqueando la lengua.
...
-No sólo eso, sino que los kendokas somos especialmente sobreprotectores con el resto de estudiantes de la Academia. Eso nos hace interesarnos mucho más por ellos, que al revés -bromeo, aunque no se aleja demasiado de la realidad.
-Gracias por el consejo, Kirako-san -le agradezco con un movimiento gentil de la cabeza. Es lógico pensar que como quede con La Ama dependerá mucho de que le agrade o no el cuadro que me ha encargado. Confío en que si le agrada y le da sus bendiciones, por mucho que en el futuro se canse de mi, a los odiadores les resultará siempre difícil menospreciar algo en lo que la Gran Madre aparece, sobre todo si lo deja como recuerdo para el Hantei como dijo.
-Haré todo lo que pueda para dejar una huella positiva que no se pueda llevar el viento fácilmente.
-Eso explica porqué admitió mi primer cuadro en lugar de hacer que nos arrojaran a los dos por su ventana -replico a su sonrisa con otra de complicidad con la bushi Doji, ya que es fácil recordar que ese primer lienzo era un retrato de Daidoji Nozomi.
-Dice mucho de la inteligencia de vuestra hermana que sea capaz de mantener la sangre fría incluso al horrorizarse. Es la mejor cualidad que esperaríamos de nuestro general en mitad de la batalla, ¿no os parece? -uno de esos que transmiten tanta seguridad y confianza que enardecen a quienes luchan bajo su mando.
-Si hace unos días los cortesanos se vistieron al estilo bushi, sería justo que ahora nosotros lo hagamos de rosa. Además, tened en cuenta que como decís a nosotros nos sentaría bastante bien. Imaginad cómo lo pasarían los leones o los cangrejos vestidos en esos tonos rosáceos. Pagaría por verlo -apunto con tono socarrón, antes de llevarme la mano a la cara para contener una carcajada al imaginarlo.
-Hum, ¿y qué dama le imparte clases de pintura? Me gustaría conocerla en tal caso -pregunto curioso ante lo que me advierte Kirako sobre el joven Hantei.
-Temprano entonces. Espero poder demostraros que la corte no ha hecho mella en mi. De hecho, hasta puede que haya mejorado -le sonrío cortésmente, proponiéndome, como buen duelista, un desafío para mi mismo. Mostrar a Kirako que puedo ser suficientemente bueno para Yashiko también con la espada, cosa que en el fondo es lógico que le preocupe ya que es su hermana y siempre ha sido la encargada de protegerla, cuando de filos se trataba.
Me tomo un poco de tiempo en el baño para disfrutar del aroma del que a buen seguro es uno de los mejores jabones que se puede conseguir en toda la ciudad. Aunque tampoco tanto como para que resulte excesivo para un bushi, al menos uno grulla.
Sólo querría tener algo más de sol para secarme el cabello, pero esa hora ha pasado ya, así que me limito a recogerlo y esperar que seque a su aire.
Cuando salgo y camino por el pasillo, me siento renovado. Es extraordinario lo que un baño puede hacer para tonificar el espíritu del samurai. Y huelo a perfumes Doji, lo que a mi parte Kakita le encanta, ju, ju.
Le agradezco a la sirvienta su rapidez, y cuando llego a la puerta del despacho de la dama, no puedo evitar volver a quedar absorto. Pero esta vez, es mirándola a ella.
Al rato, incluso me doy cuenta de que estoy conteniendo la respiración, así que inspiro profundamente y golpeo suavemente el marco de la puerta para avisar de mi presencia...
-"Acapara sobre si todo un enjambre de infamias. Y la fortuna, sonriendo a su ruin causa, parecía darle la espalda.
Más todo en vano, porque el bravo Kakita, pues es digno de tal nombre, despreciando a la suerte y blandiendo su acero, cual favorito del valor, se abrió camino, hasta hacer frente..."
Mmm, no. Demasiado teatral. Espera, espera, puedo mejorarlo -sonrío con socarronería, volviendo atrás un par de pasos hacia la puerta para volver a realizar mi entrada.
-"La noche es más bella desde que vos..." No, no, no. La poesía no es lo mío, eso está claro.
En fin, ya se que es un poco tarde para preguntarlo, pero... ¿me dais vuestro permiso para molestaros en esta preciosa noche, mi dama? -le pregunto al final de una forma divertida, aunque inclinándome profundamente.
Después entro hasta donde está su mesa, me arrodillo ante Yashiko y le beso el dorso de la mano después de tomársela con exquisita suavidad.
-Siempre lo he dicho, un gesto vale más que mil haikus. Y si es un beso, que diez mil -suspiro volviendo a sonreir.
-¿Es vuestro diario de almohada...? ¿Estáis escribiendo sobre mi? -murmuro con un rápido vistazo descarado sobre los papeles con los que está trabajando, aunque en realidad no me interesa demasiado fijarme en ellos, sólo llamar su atención, ju, ju.
-¿Un Dragón? Cielos, sólo faltaba eso.
Es decir, que se despertase y asomara su cabeza. Porque que pueda haber uno ahí abajo, me lo creo sin lugar a dudas; no sería ni de lejos lo más raro de esta ciudad, ju -replico con una risotada desenfadada.
-Es lo malo de pintar en sueños... Que al final, sólo queda la retórica -suspiro chasqueando la lengua.
...
-No sólo eso, sino que los kendokas somos especialmente sobreprotectores con el resto de estudiantes de la Academia. Eso nos hace interesarnos mucho más por ellos, que al revés -bromeo, aunque no se aleja demasiado de la realidad.
-Gracias por el consejo, Kirako-san -le agradezco con un movimiento gentil de la cabeza. Es lógico pensar que como quede con La Ama dependerá mucho de que le agrade o no el cuadro que me ha encargado. Confío en que si le agrada y le da sus bendiciones, por mucho que en el futuro se canse de mi, a los odiadores les resultará siempre difícil menospreciar algo en lo que la Gran Madre aparece, sobre todo si lo deja como recuerdo para el Hantei como dijo.
-Haré todo lo que pueda para dejar una huella positiva que no se pueda llevar el viento fácilmente.
-Eso explica porqué admitió mi primer cuadro en lugar de hacer que nos arrojaran a los dos por su ventana -replico a su sonrisa con otra de complicidad con la bushi Doji, ya que es fácil recordar que ese primer lienzo era un retrato de Daidoji Nozomi.
-Dice mucho de la inteligencia de vuestra hermana que sea capaz de mantener la sangre fría incluso al horrorizarse. Es la mejor cualidad que esperaríamos de nuestro general en mitad de la batalla, ¿no os parece? -uno de esos que transmiten tanta seguridad y confianza que enardecen a quienes luchan bajo su mando.
-Si hace unos días los cortesanos se vistieron al estilo bushi, sería justo que ahora nosotros lo hagamos de rosa. Además, tened en cuenta que como decís a nosotros nos sentaría bastante bien. Imaginad cómo lo pasarían los leones o los cangrejos vestidos en esos tonos rosáceos. Pagaría por verlo -apunto con tono socarrón, antes de llevarme la mano a la cara para contener una carcajada al imaginarlo.
-Hum, ¿y qué dama le imparte clases de pintura? Me gustaría conocerla en tal caso -pregunto curioso ante lo que me advierte Kirako sobre el joven Hantei.
-Temprano entonces. Espero poder demostraros que la corte no ha hecho mella en mi. De hecho, hasta puede que haya mejorado -le sonrío cortésmente, proponiéndome, como buen duelista, un desafío para mi mismo. Mostrar a Kirako que puedo ser suficientemente bueno para Yashiko también con la espada, cosa que en el fondo es lógico que le preocupe ya que es su hermana y siempre ha sido la encargada de protegerla, cuando de filos se trataba.
Me tomo un poco de tiempo en el baño para disfrutar del aroma del que a buen seguro es uno de los mejores jabones que se puede conseguir en toda la ciudad. Aunque tampoco tanto como para que resulte excesivo para un bushi, al menos uno grulla.
Sólo querría tener algo más de sol para secarme el cabello, pero esa hora ha pasado ya, así que me limito a recogerlo y esperar que seque a su aire.
Cuando salgo y camino por el pasillo, me siento renovado. Es extraordinario lo que un baño puede hacer para tonificar el espíritu del samurai. Y huelo a perfumes Doji, lo que a mi parte Kakita le encanta, ju, ju.
Le agradezco a la sirvienta su rapidez, y cuando llego a la puerta del despacho de la dama, no puedo evitar volver a quedar absorto. Pero esta vez, es mirándola a ella.
Al rato, incluso me doy cuenta de que estoy conteniendo la respiración, así que inspiro profundamente y golpeo suavemente el marco de la puerta para avisar de mi presencia...
-"Acapara sobre si todo un enjambre de infamias. Y la fortuna, sonriendo a su ruin causa, parecía darle la espalda.
Más todo en vano, porque el bravo Kakita, pues es digno de tal nombre, despreciando a la suerte y blandiendo su acero, cual favorito del valor, se abrió camino, hasta hacer frente..."
Mmm, no. Demasiado teatral. Espera, espera, puedo mejorarlo -sonrío con socarronería, volviendo atrás un par de pasos hacia la puerta para volver a realizar mi entrada.
-"La noche es más bella desde que vos..." No, no, no. La poesía no es lo mío, eso está claro.
En fin, ya se que es un poco tarde para preguntarlo, pero... ¿me dais vuestro permiso para molestaros en esta preciosa noche, mi dama? -le pregunto al final de una forma divertida, aunque inclinándome profundamente.
Después entro hasta donde está su mesa, me arrodillo ante Yashiko y le beso el dorso de la mano después de tomársela con exquisita suavidad.
-Siempre lo he dicho, un gesto vale más que mil haikus. Y si es un beso, que diez mil -suspiro volviendo a sonreir.
-¿Es vuestro diario de almohada...? ¿Estáis escribiendo sobre mi? -murmuro con un rápido vistazo descarado sobre los papeles con los que está trabajando, aunque en realidad no me interesa demasiado fijarme en ellos, sólo llamar su atención, ju, ju.
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
"Los Otomos los ven como subordinados, los Seppuns y los Miyas como primos pequeños. Pero tampoco importa si los Otomos los ven como "algo suyo" ya que de eso se trata, que es "suyo" y les molesta mucho que pongan las manos en sus cosas."
Te explicó.
"Te aseguro que yo también me lo creo... con las de cosas que pasan en esta ciudad sería hasta lógico..."
Tarako se quedó con expresión algo... extrañada por lo de pintar en sueños pero después de todo su educación era excelente así que se abstuvo de hacer preguntas inapropiadas.
...
"¿Esa era tu forma de esquivar las preguntas de tu padre o de tu madre por qué tenías más amigos en otras escuelas que en la propia?"
Te preguntó divertida Kirako, que también era otra forma ambigua de decir que en la época de estudiante nunca está de más dejarse caer por las escuelas de artesanos a ver a las jovenes artesanas del futuro...
La duelista asintió al ver que tomabas su consejo sobre la Ama y lo tenías en consideración y te añadió:
"Las estrellas palidecen ante la luz de la luna, así que haced que esté llena para cuando os marchéis"
"Mi hermana.............." Suspiró "Hubiera sido sin duda un buen general, tiene talento para la batalla aunque se niegue a tocar un boken ni con la punta de los dedos. Es sorprendente para alguien con tanto fuego en su interior ser capaz de tenerlo en una lámpara a voluntad en vez de incendiarlo todo.
Algunos confunden su forma de ser con frialdad... yo siempre he creido que es todo lo contrario, es fuego, pero es un fuego que se conoce TAN bien que no se permite salir de sus renglones."
"Oh... deberíais entonces hacerlo."
Sonrió de manera divertida.
"Mataría por ver a las Matsus debiendo ponerselo."
"No tiene instructor personal de pintura pero si que estudia sobre esta con la dama Noriko aunque si que es cierto que a su Alteza le ha interesado y algunas veces se han hecho juegos de corte para que tomase ciertas clases...
Puede que sea porque no ha tenido nadie que le haya hecho fijarse tanto por el motivo que aunque no le disgusta ha estado más centrado en otras artes."
...
Los ojos de Yashiko que estaban inmersos en el excrutinio de los papeles subieron desde estos hacia donde salía aquella voz y antes que sus labios fueron los primeros en sonreír no sin cierta sorna.
"Con esa palabrería tan de ínfulas elocuentes pareces más un escorpión que quiere ocultar algo que un Grulla que presume. Si, creo que puedes hacerlo mejor."
Bromeó picándote un poco mientras bajaba los papeles despacio y esta vez eran sus labios los que sonreían.
"Ya pensaba que no me íbais a pedir permiso."
Te fustigó un poco más mientras hacía un cabeceo para dejarte entrar y recogía los papeles desperdigados en la mesa, tras lo cual se dejó besar mientras te contemplaba con cierto aire que podría llamarse presuntuoso fuera de la Grulla y dentro de este simplemente complacida por tus modales.
"En mis diarios de almohada me dedico a hablar de lo mal que se te da la poesía."
Se rio bajito mientras negaba.
"Me temo que esto es mucho menos emocionante que tratar de meter tu métrica gaijin en haikus, son los candidatos al séquito, la Embajadora está preocupada y Lady Rokujo me ha pedido que haga un estudio de algunos de ellos...
Hay cierta tendencia para elegir a candidatos cercanos a la edad del Emperador pero queremos diversificar aunque...."
Dio un par de golpecitos con el dedo en un papel en concreto.
"¿Te has enterado ya de la apuesta de la Embajada por Kohane-chan?... Qué puedo decir más que... por desgracia para Sho-sensei sería un acierto... Creo que si ella está en los nombres llegará a la criba final y pasará al séquito. No tengo poderes de predicción como los de una miko sagrada pero mis años de corte me hacen saber que tiene todo lo que tiene que tener para estar entre los elegidos..."
Te explicó.
"Te aseguro que yo también me lo creo... con las de cosas que pasan en esta ciudad sería hasta lógico..."
Tarako se quedó con expresión algo... extrañada por lo de pintar en sueños pero después de todo su educación era excelente así que se abstuvo de hacer preguntas inapropiadas.
...
"¿Esa era tu forma de esquivar las preguntas de tu padre o de tu madre por qué tenías más amigos en otras escuelas que en la propia?"
Te preguntó divertida Kirako, que también era otra forma ambigua de decir que en la época de estudiante nunca está de más dejarse caer por las escuelas de artesanos a ver a las jovenes artesanas del futuro...
La duelista asintió al ver que tomabas su consejo sobre la Ama y lo tenías en consideración y te añadió:
"Las estrellas palidecen ante la luz de la luna, así que haced que esté llena para cuando os marchéis"
"Mi hermana.............." Suspiró "Hubiera sido sin duda un buen general, tiene talento para la batalla aunque se niegue a tocar un boken ni con la punta de los dedos. Es sorprendente para alguien con tanto fuego en su interior ser capaz de tenerlo en una lámpara a voluntad en vez de incendiarlo todo.
Algunos confunden su forma de ser con frialdad... yo siempre he creido que es todo lo contrario, es fuego, pero es un fuego que se conoce TAN bien que no se permite salir de sus renglones."
"Oh... deberíais entonces hacerlo."
Sonrió de manera divertida.
"Mataría por ver a las Matsus debiendo ponerselo."
"No tiene instructor personal de pintura pero si que estudia sobre esta con la dama Noriko aunque si que es cierto que a su Alteza le ha interesado y algunas veces se han hecho juegos de corte para que tomase ciertas clases...
Puede que sea porque no ha tenido nadie que le haya hecho fijarse tanto por el motivo que aunque no le disgusta ha estado más centrado en otras artes."
...
Los ojos de Yashiko que estaban inmersos en el excrutinio de los papeles subieron desde estos hacia donde salía aquella voz y antes que sus labios fueron los primeros en sonreír no sin cierta sorna.
"Con esa palabrería tan de ínfulas elocuentes pareces más un escorpión que quiere ocultar algo que un Grulla que presume. Si, creo que puedes hacerlo mejor."
Bromeó picándote un poco mientras bajaba los papeles despacio y esta vez eran sus labios los que sonreían.
"Ya pensaba que no me íbais a pedir permiso."
Te fustigó un poco más mientras hacía un cabeceo para dejarte entrar y recogía los papeles desperdigados en la mesa, tras lo cual se dejó besar mientras te contemplaba con cierto aire que podría llamarse presuntuoso fuera de la Grulla y dentro de este simplemente complacida por tus modales.
"En mis diarios de almohada me dedico a hablar de lo mal que se te da la poesía."
Se rio bajito mientras negaba.
"Me temo que esto es mucho menos emocionante que tratar de meter tu métrica gaijin en haikus, son los candidatos al séquito, la Embajadora está preocupada y Lady Rokujo me ha pedido que haga un estudio de algunos de ellos...
Hay cierta tendencia para elegir a candidatos cercanos a la edad del Emperador pero queremos diversificar aunque...."
Dio un par de golpecitos con el dedo en un papel en concreto.
"¿Te has enterado ya de la apuesta de la Embajada por Kohane-chan?... Qué puedo decir más que... por desgracia para Sho-sensei sería un acierto... Creo que si ella está en los nombres llegará a la criba final y pasará al séquito. No tengo poderes de predicción como los de una miko sagrada pero mis años de corte me hacen saber que tiene todo lo que tiene que tener para estar entre los elegidos..."
"Nací con el mar
Libertad del estío
y profundidad."
"Los caminos no están para llegar a nuestro destino sino para recorrerlos"
"NOSOTROS somos Otosan Uchi, el resto son sólo palabras."
Isawa Hiromi, Dominatrix in Wonderland
Libertad del estío
y profundidad."
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- Kakita Koji
- Sarcástico duelista
- Mensajes: 3909
- Registrado: Dom Sep 21, 2008 6:09 pm
Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
-¿No ven los Otomo como subordinados a todos los seres de la creación? Salvo quizás al Sol, la Luna, y el Hantei... -bromeo resoplando, porque en realidad ahora el propio Hantei también está subordinado a... bueno, mejor ni pensarlo, ju.
...
-No sólo eso, algunos maestros llegaron a felicitarme por mi trabajo... incluso no siendo de mi carrera. Mi padre solía regañarme cuando los sensei que si eran de mi escuela se quejaban, ya que a ellos no les hacía tanta gracia que me saltara alguna que otra de sus clases para acudir a las de los artistas.
Siempre me salvaba que mi madre sin embargo me defendía. Ella decía que no veía motivo por el que un mérito en ikebana o cerámica no pudiera ser igualmente útil en el dojo de los kendokas Kakita -le confieso sonriendo de medio lado. Supongo que al final si demostré que al bushi Kakita le viene bien acudir a clases de arte.
-Y si que hice buenas amistades en esas otras ramas de nuestra Academia. Resulta que a los artistas les fascinaban tanto los duelistas, como a nosotros ellos -añado encogiéndome de hombros, como si fuera algo que siempre se supusiera al revés.
-Yo fui capaz de convencerla para ponerse vuestra ropa de entrenamiento y tomar el bokken una vez, me temo. Se quejó mucho de que odiaba sudar, ju, ju... Pero lo cierto es que pude darme cuenta de que tenía un enorme talento innato para la esgrima. Sin embargo es justo como lo decís, daba la impresión de que su espíritu ya había superado esa etapa en alguna de sus vidas pasadas, y ahora deseaba contener ese fuego interior de un modo diferente, no a través de las armas.
Claro que ha nacido Doji. Eso significa que si el combate fue una prueba de su pasado, ya la superó con más que buena nota. Supongo que por eso conoce tan bien su propio fuego interior -le planteo a Kirako como una opción plausible. Por supuesto yo se que es genuinamente cierto punto por punto.
-Si. Eso sería realmente divertido -replico tratando de contener una risotada a duras penas al pensar en la cara que pondría una Matsu al tener que vestirse de rosa en la corte -Dado que es un juego de la Ama, quizás no sea tan improbable terminar viéndolo -añado riéndome al final.
-Bueno... ahora que la Ama se va a quedar con todos mis cuadros, quizás el joven Hantei pueda apreciarlos con más detenimiento y le inunde un interés renovado por la pintura.
Si fuera el caso creo que tengo mucha "ventaja" sobre los demás pintores, porque de momento soy el único que emplea esas técnicas, así que, ¿quién podría enseñárselas más que yo? -le digo a Kirako, medio en serio medio en broma.
...
-Eso me resulta insultante, mi hermosa señora. Un grulla puede querer presumir y a la vez ocultar muchas cosas para tratar de hacerse el interesante, como cualquier escorpión, o incluso mejor -replico a su broma con un tono socarrón de ofensa fingida.
-Ya sabéis lo que dicen, es mejor pedir perdón que permiso -le sonrío con divertido descaro, mientras aún sostengo su mano muy cerca de mis labios.
-Oh... pues me temo que entonces va a hacer falta corregir esa pequeña errata, mi dama. Un pequeño pie de página que explique que "en realidad no es que yo no le guste a la Poesía, sino que ella no me gusta a mi", será suficiente. Sin embargo apuesto a que si me lo propongo podría incluso ganar un concurso de haiku en la corte -bromeo diciéndolo en condicional, porque si que lo gané en el evento en honor a la Ama.
-En fin, por supuesto no hace falta que perdáis vuestro valioso tiempo corrigiéndolos vos misma. Yo personalmente asumiré el arduo trabajo de leer todos vuestros diarios de almohada para añadir esa pequeña pero necesaria aclaración; mi vocación es serviros y libraros de esfuerzos inútiles, por descontado -me ofrezco voluntario con una inclinación muy caballeresca y gentil.
-Ah si, la dulce Kohane-san. Nozomi-san me lo contó, porque el maestro Sho-sensei le había pedido su opinión y ella quería que acudiéramos los dos juntos a hablar con él...
En un principio me pareció una idea horrible. Habría dicho que Sho-sensei debía negarse en redondo, pero después de pensarlo, y de comentarlo con Kotoko-san y Kuronuma-san, lo veo desde otro punto de vista.
Creo que para Kakita Sho sería un error sobreproteger de ese modo a su nieta, ya que por su edad llegará el momento en que ya no esté aquí para cuidarla, y lo que debería asegurarse es de que Kohane siga estando segura después de su muerte. Y a la vez tengo una sensación muy nítida de que Kakita Kohane-san es mucho más fuerte y capaz de cuidar de si misma de lo que su abuelo quiere reconocer.
Así que uniendo las dos cosas, el séquito bien podría ser la mejor opción para ella. Pienso que, como Otomo Noriko-sama por ejemplo, Kohane será perfectamente capaz de manejarse en él, y su estatus la protegería de multitud de peligros en la corte.
Por otro lado, sospecho que Dama Rokujo-sama no sólo piensa en ella como candidata al séquito sino a esposa del Emperador.
Es verdad que todo esto apunta a que si bien una vez que esté dentro del séquito se encontrará a salvo, el proceso hasta llegar allí puede ser muy peligroso al ser una candidata tan obviamente buena.
Por eso he pensado que... quizás te parezca una sandez, pero... que yo podría acompañarla durante el proceso de selección, formando parte también de éste. Tal vez su abuelo se quedaría más tranquilo si le juro que yo estaré a su lado todo el tiempo desde dentro. No es tonto y por mucho que sepa que no soy un cortesano también sabe que una espada a veces es útil y que en todo caso tengo buenos contactos allí arriba, Kamoko-sama, las damas Kotoko, Kuronuma, Noriko, la dama Otomo que ya está restablecida de su debilidad, tú... incluso Dama Hana.
Oye, dicho así... se me da bien caerle bien a las mujeres más poderosas, ¿verdad? -sonrío al darme cuenta, quitándole algo de trascendencia.
-En fin, estoy seguro de que yo no pasaría la criba. Pero no importa porque una vez que el proceso llegase a ese punto Kohane-chan ya estaría dentro del séquito y por tanto seria casi intocable.
Ahora es cuando me dices que no se lo que estoy diciendo. Y no dudo que lleves razón, pero que conste que no lo digo por arrogancia, ni por decirle a Sho o a Kohane lo que deba hacer, ni pretendo decir que yo sea capaz de proteger a nadie por mi mismo y mucho menos de jugar a juegos que no comprendo, sólo digo que si estoy en el momento y lugar adecuados tengo más posibilidades de ser útil, eso es todo -le explico al final con un gesto inocente de corderito, pensando que no sería la primera vez esta noche que me llevo una buena sacudida por interpretar mis palabras como soberbias y arrogantes. -Vale, ¿sabes qué? Olvídalo. Es una idea estúpida... Tal vez he respirado demasiado humo, y me ha afectado. Me limitaré a decirle a Sho-sensei lo que pienso, siempre y cuando me lo pregunte, y ya está. Todo lo demás me viene muy grande, eso es así.
Hablando de ideas ridículas... Si has acabado con esos documentos, ¿te gustaría cerrar los ojos y dejar que te conduzca hasta un pequeño regalo que te he traído...?
...
-No sólo eso, algunos maestros llegaron a felicitarme por mi trabajo... incluso no siendo de mi carrera. Mi padre solía regañarme cuando los sensei que si eran de mi escuela se quejaban, ya que a ellos no les hacía tanta gracia que me saltara alguna que otra de sus clases para acudir a las de los artistas.
Siempre me salvaba que mi madre sin embargo me defendía. Ella decía que no veía motivo por el que un mérito en ikebana o cerámica no pudiera ser igualmente útil en el dojo de los kendokas Kakita -le confieso sonriendo de medio lado. Supongo que al final si demostré que al bushi Kakita le viene bien acudir a clases de arte.
-Y si que hice buenas amistades en esas otras ramas de nuestra Academia. Resulta que a los artistas les fascinaban tanto los duelistas, como a nosotros ellos -añado encogiéndome de hombros, como si fuera algo que siempre se supusiera al revés.
-Yo fui capaz de convencerla para ponerse vuestra ropa de entrenamiento y tomar el bokken una vez, me temo. Se quejó mucho de que odiaba sudar, ju, ju... Pero lo cierto es que pude darme cuenta de que tenía un enorme talento innato para la esgrima. Sin embargo es justo como lo decís, daba la impresión de que su espíritu ya había superado esa etapa en alguna de sus vidas pasadas, y ahora deseaba contener ese fuego interior de un modo diferente, no a través de las armas.
Claro que ha nacido Doji. Eso significa que si el combate fue una prueba de su pasado, ya la superó con más que buena nota. Supongo que por eso conoce tan bien su propio fuego interior -le planteo a Kirako como una opción plausible. Por supuesto yo se que es genuinamente cierto punto por punto.
-Si. Eso sería realmente divertido -replico tratando de contener una risotada a duras penas al pensar en la cara que pondría una Matsu al tener que vestirse de rosa en la corte -Dado que es un juego de la Ama, quizás no sea tan improbable terminar viéndolo -añado riéndome al final.
-Bueno... ahora que la Ama se va a quedar con todos mis cuadros, quizás el joven Hantei pueda apreciarlos con más detenimiento y le inunde un interés renovado por la pintura.
Si fuera el caso creo que tengo mucha "ventaja" sobre los demás pintores, porque de momento soy el único que emplea esas técnicas, así que, ¿quién podría enseñárselas más que yo? -le digo a Kirako, medio en serio medio en broma.
...
-Eso me resulta insultante, mi hermosa señora. Un grulla puede querer presumir y a la vez ocultar muchas cosas para tratar de hacerse el interesante, como cualquier escorpión, o incluso mejor -replico a su broma con un tono socarrón de ofensa fingida.
-Ya sabéis lo que dicen, es mejor pedir perdón que permiso -le sonrío con divertido descaro, mientras aún sostengo su mano muy cerca de mis labios.
-Oh... pues me temo que entonces va a hacer falta corregir esa pequeña errata, mi dama. Un pequeño pie de página que explique que "en realidad no es que yo no le guste a la Poesía, sino que ella no me gusta a mi", será suficiente. Sin embargo apuesto a que si me lo propongo podría incluso ganar un concurso de haiku en la corte -bromeo diciéndolo en condicional, porque si que lo gané en el evento en honor a la Ama.
-En fin, por supuesto no hace falta que perdáis vuestro valioso tiempo corrigiéndolos vos misma. Yo personalmente asumiré el arduo trabajo de leer todos vuestros diarios de almohada para añadir esa pequeña pero necesaria aclaración; mi vocación es serviros y libraros de esfuerzos inútiles, por descontado -me ofrezco voluntario con una inclinación muy caballeresca y gentil.
-Ah si, la dulce Kohane-san. Nozomi-san me lo contó, porque el maestro Sho-sensei le había pedido su opinión y ella quería que acudiéramos los dos juntos a hablar con él...
En un principio me pareció una idea horrible. Habría dicho que Sho-sensei debía negarse en redondo, pero después de pensarlo, y de comentarlo con Kotoko-san y Kuronuma-san, lo veo desde otro punto de vista.
Creo que para Kakita Sho sería un error sobreproteger de ese modo a su nieta, ya que por su edad llegará el momento en que ya no esté aquí para cuidarla, y lo que debería asegurarse es de que Kohane siga estando segura después de su muerte. Y a la vez tengo una sensación muy nítida de que Kakita Kohane-san es mucho más fuerte y capaz de cuidar de si misma de lo que su abuelo quiere reconocer.
Así que uniendo las dos cosas, el séquito bien podría ser la mejor opción para ella. Pienso que, como Otomo Noriko-sama por ejemplo, Kohane será perfectamente capaz de manejarse en él, y su estatus la protegería de multitud de peligros en la corte.
Por otro lado, sospecho que Dama Rokujo-sama no sólo piensa en ella como candidata al séquito sino a esposa del Emperador.
Es verdad que todo esto apunta a que si bien una vez que esté dentro del séquito se encontrará a salvo, el proceso hasta llegar allí puede ser muy peligroso al ser una candidata tan obviamente buena.
Por eso he pensado que... quizás te parezca una sandez, pero... que yo podría acompañarla durante el proceso de selección, formando parte también de éste. Tal vez su abuelo se quedaría más tranquilo si le juro que yo estaré a su lado todo el tiempo desde dentro. No es tonto y por mucho que sepa que no soy un cortesano también sabe que una espada a veces es útil y que en todo caso tengo buenos contactos allí arriba, Kamoko-sama, las damas Kotoko, Kuronuma, Noriko, la dama Otomo que ya está restablecida de su debilidad, tú... incluso Dama Hana.
Oye, dicho así... se me da bien caerle bien a las mujeres más poderosas, ¿verdad? -sonrío al darme cuenta, quitándole algo de trascendencia.
-En fin, estoy seguro de que yo no pasaría la criba. Pero no importa porque una vez que el proceso llegase a ese punto Kohane-chan ya estaría dentro del séquito y por tanto seria casi intocable.
Ahora es cuando me dices que no se lo que estoy diciendo. Y no dudo que lleves razón, pero que conste que no lo digo por arrogancia, ni por decirle a Sho o a Kohane lo que deba hacer, ni pretendo decir que yo sea capaz de proteger a nadie por mi mismo y mucho menos de jugar a juegos que no comprendo, sólo digo que si estoy en el momento y lugar adecuados tengo más posibilidades de ser útil, eso es todo -le explico al final con un gesto inocente de corderito, pensando que no sería la primera vez esta noche que me llevo una buena sacudida por interpretar mis palabras como soberbias y arrogantes. -Vale, ¿sabes qué? Olvídalo. Es una idea estúpida... Tal vez he respirado demasiado humo, y me ha afectado. Me limitaré a decirle a Sho-sensei lo que pienso, siempre y cuando me lo pregunte, y ya está. Todo lo demás me viene muy grande, eso es así.
Hablando de ideas ridículas... Si has acabado con esos documentos, ¿te gustaría cerrar los ojos y dejar que te conduzca hasta un pequeño regalo que te he traído...?
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- Isawa_Hiromi
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Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
Tarako sonrió de medio lado y se dio un golpecito en la punta de la nariz como si te dijera que tu mismo te habías olido cómo iban las cosas, no hacía falta que ella lo repitiera.
...
"No tendría de otro sentido que los kendokas estuvieramos entonces en otro lugar que en ese si no compartieramos camino."
Asintió Kirako.
"Por eso mi padre hizo un dôjo en esta casa, para que pudiera practicar todo lo que quisiera rodeada del resto de los elementos como nuestra galería de arte, ya que es indistinguible."
"Estoy segura que gracias a esas amistades y a poder ver las cosas de distinta forma vuestro arte, sea el que sea, es diferente."
Al que sólo peleaba.
"Ya habéis conseguido más que la mayoría."
Te dijo sobre lo de la ropa y el bokken.
"Mi hermana parece tener el alma de alguien que ya ha batallado con espadas demasiado o de quien no lo ha cogido nunca y no quiere hacerlo... Bueno, de esto último no creo, la verdad, aunque sea la misma sensación."
Sonrió divertida.
"El paso previo a la iluminación, ser una Grulla y una Doji... no digáis esas cosas muy alto en la corte que la envidia es mucha."
Bromeó.
"Entonces espero que a la Gran Madre se le ocurra que es divertido igual que a nosotros...."
Comentó de lo del rosa.
"No creo que haya nadie con más ventaja, así que, por lo que pueda pasar, pensaros qué es lo que diríais en una audiencia personal ante el Hantei y su Madre como si aquello fuera una entrevista de un tutor..."
...
Yashiko esbozó una media sonrisa ante tu "indignación".Sus labios matizaron un "ya veo, ya" ante tus palabras insolentes aún sosteniendole la mano aunque no dejase su voz salir.Al final se tuvo que reir, bajo y de manera comedidamente sarcástica por lo de la poesía mirándote con ojos de "Kakita tenías que ser" por aquella soberbia, que no es que estuviera diciendo que estaba mal.
"Lo apuntaré entonces como enemigos a los que darle un justo merecido."
Dijo de la poesía.
"Puede que sea el tema entonces." Señaló sobre lo de ganar el concurso en la corte "O la musa, quien sabe, quizás no te inspira tanto." Te picó.
"Aaaah... gracias, no sabría yo que hacer sin todo ese tiempo extra que me vas a brindar, quizás por fin pueda dormir todo lo que padre desea para mi."
Sonrió divertida.
"Un tema.... candente..."
Musitó al saber que te habías enterado de este por otros lados, como si dijera que aquello era imposible de evitar.
"Nadie que haya sido criada por Sho-sensei no puede ser fuerte y lo que es más, ella mejor que nadie tiene unas herramientas muy valiosas de autocurarse y cerrar sus heridas con oro. Hay quien pasa toda su vida sin saber hacer eso consigo mismo y esa niña... esa es su esencia..."
Comentó bajo a la vez que asentía a lo que le ibas contando.
"Creo que Kohane-chan sabe volar y sabe nadar... puede vivir en la alta corte..."
Murmuró pensativa.
"Pero creo que Lady Rokujo se equivoca en el planteamiento, si que es cierto que la Grulla quiere presentarle a una futura mujer al Emperador, como es tradición pero dudo que Kohane-san sea adecuada, más que nada porque creo que es desperdiciar una reina como ella en el tablero. Hay otras chicas que pueden quedar relegadas a esa figura y a estar en un segundo plano con el que la Grulla perdería menos que con ella.
Kohane-san puede llegar lejos en la corte por si misma..."
Musitó.Luego se sorprendió con tu propuesta.
"Si, sé te da bien caerle en gracia a las mujeres poderosas..."
Alzó una ceja.
"¿Eso es una autoproposición para el séquito o sólo un trabajo a tiempo parcial de guardaespaldas en la corte mientras estás allá arriba?"
Y ahi estaba tu respuesta. Ella cruzó los dedos y ladeó un poco la cabeza.
"¿Por qué piensas que no pasarías la criba? No sé si indignarme, sentirme insultada o reirme de tu nula visión de corte."
Al final se rió.
"Estás patrocinado por mi, lo cual te pondría en la lista de la Grulla. Patrocinado por la Ama, lo cual haría que pasaras el primer corte. Y.... bueno... llegar al final ahí también empieza a depender de ti.
Pero hasta donde yo lo veo es viable."
Apoyo su rostro en su mano pensativa mientras en sus ojos se pintaban movimientos de shogi.
"La cuestión es... ¿quieres?"
Levantó sus ojos hacia ti. Pero aquella no era la única pregunta que te hacía, ya que en ese ¿quieres? habitaba también un ¿que yo te de eso?.
"Contigo nunca acaban las sorpresas ¿verdad?"
Se rio bajo mientras asentía y se levantaba despacio.
"Trata de no chocarme con ningún jarrón de más de trescientos años ¿de acuerdo?"
Bromeó de lo de ir con los ojos cerrados por aquella casa.
...
"No tendría de otro sentido que los kendokas estuvieramos entonces en otro lugar que en ese si no compartieramos camino."
Asintió Kirako.
"Por eso mi padre hizo un dôjo en esta casa, para que pudiera practicar todo lo que quisiera rodeada del resto de los elementos como nuestra galería de arte, ya que es indistinguible."
"Estoy segura que gracias a esas amistades y a poder ver las cosas de distinta forma vuestro arte, sea el que sea, es diferente."
Al que sólo peleaba.
"Ya habéis conseguido más que la mayoría."
Te dijo sobre lo de la ropa y el bokken.
"Mi hermana parece tener el alma de alguien que ya ha batallado con espadas demasiado o de quien no lo ha cogido nunca y no quiere hacerlo... Bueno, de esto último no creo, la verdad, aunque sea la misma sensación."
Sonrió divertida.
"El paso previo a la iluminación, ser una Grulla y una Doji... no digáis esas cosas muy alto en la corte que la envidia es mucha."
Bromeó.
"Entonces espero que a la Gran Madre se le ocurra que es divertido igual que a nosotros...."
Comentó de lo del rosa.
"No creo que haya nadie con más ventaja, así que, por lo que pueda pasar, pensaros qué es lo que diríais en una audiencia personal ante el Hantei y su Madre como si aquello fuera una entrevista de un tutor..."
...
Yashiko esbozó una media sonrisa ante tu "indignación".Sus labios matizaron un "ya veo, ya" ante tus palabras insolentes aún sosteniendole la mano aunque no dejase su voz salir.Al final se tuvo que reir, bajo y de manera comedidamente sarcástica por lo de la poesía mirándote con ojos de "Kakita tenías que ser" por aquella soberbia, que no es que estuviera diciendo que estaba mal.
"Lo apuntaré entonces como enemigos a los que darle un justo merecido."
Dijo de la poesía.
"Puede que sea el tema entonces." Señaló sobre lo de ganar el concurso en la corte "O la musa, quien sabe, quizás no te inspira tanto." Te picó.
"Aaaah... gracias, no sabría yo que hacer sin todo ese tiempo extra que me vas a brindar, quizás por fin pueda dormir todo lo que padre desea para mi."
Sonrió divertida.
"Un tema.... candente..."
Musitó al saber que te habías enterado de este por otros lados, como si dijera que aquello era imposible de evitar.
"Nadie que haya sido criada por Sho-sensei no puede ser fuerte y lo que es más, ella mejor que nadie tiene unas herramientas muy valiosas de autocurarse y cerrar sus heridas con oro. Hay quien pasa toda su vida sin saber hacer eso consigo mismo y esa niña... esa es su esencia..."
Comentó bajo a la vez que asentía a lo que le ibas contando.
"Creo que Kohane-chan sabe volar y sabe nadar... puede vivir en la alta corte..."
Murmuró pensativa.
"Pero creo que Lady Rokujo se equivoca en el planteamiento, si que es cierto que la Grulla quiere presentarle a una futura mujer al Emperador, como es tradición pero dudo que Kohane-san sea adecuada, más que nada porque creo que es desperdiciar una reina como ella en el tablero. Hay otras chicas que pueden quedar relegadas a esa figura y a estar en un segundo plano con el que la Grulla perdería menos que con ella.
Kohane-san puede llegar lejos en la corte por si misma..."
Musitó.Luego se sorprendió con tu propuesta.
"Si, sé te da bien caerle en gracia a las mujeres poderosas..."
Alzó una ceja.
"¿Eso es una autoproposición para el séquito o sólo un trabajo a tiempo parcial de guardaespaldas en la corte mientras estás allá arriba?"
Y ahi estaba tu respuesta. Ella cruzó los dedos y ladeó un poco la cabeza.
"¿Por qué piensas que no pasarías la criba? No sé si indignarme, sentirme insultada o reirme de tu nula visión de corte."
Al final se rió.
"Estás patrocinado por mi, lo cual te pondría en la lista de la Grulla. Patrocinado por la Ama, lo cual haría que pasaras el primer corte. Y.... bueno... llegar al final ahí también empieza a depender de ti.
Pero hasta donde yo lo veo es viable."
Apoyo su rostro en su mano pensativa mientras en sus ojos se pintaban movimientos de shogi.
"La cuestión es... ¿quieres?"
Levantó sus ojos hacia ti. Pero aquella no era la única pregunta que te hacía, ya que en ese ¿quieres? habitaba también un ¿que yo te de eso?.
"Contigo nunca acaban las sorpresas ¿verdad?"
Se rio bajo mientras asentía y se levantaba despacio.
"Trata de no chocarme con ningún jarrón de más de trescientos años ¿de acuerdo?"
Bromeó de lo de ir con los ojos cerrados por aquella casa.
"Nací con el mar
Libertad del estío
y profundidad."
"Los caminos no están para llegar a nuestro destino sino para recorrerlos"
"NOSOTROS somos Otosan Uchi, el resto son sólo palabras."
Isawa Hiromi, Dominatrix in Wonderland
Libertad del estío
y profundidad."
"Los caminos no están para llegar a nuestro destino sino para recorrerlos"
"NOSOTROS somos Otosan Uchi, el resto son sólo palabras."
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- Kakita Koji
- Sarcástico duelista
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- Registrado: Dom Sep 21, 2008 6:09 pm
Re: Día 7º.- Noche.- Kakita Koji.
-Eso mismo pienso yo. El iaijutsu y el arte son una misma cosa; nuestra ventaja frente a todos los demás dojos de bushis es que podemos aplicar la filosofía de la espada al ikebana, o la de la danza al combate. O la pintura, o la poesía... Por eso nuestra esgrima y nuestro arte son únicos -asiento dándole sin dudarlo la razón al hecho de que incluso en su propia casa decidieran tratar el dojo y la galería como un todo.
No puedo evitar sonreír, incluso ruborizarme un poco cuando escucho de Kirako decir que he conseguido más que la mayoría de su hermana. Aunque se que se refiere a la práctica con el bokken, para mi esa frase tiene mucho más significado.
-Pienso lo mismo. Me da la impresión de que para su alma las batallas en el frente ya terminaron. Ahora las libra en otro escenario claro.
Y si, creo que ser una mujer Doji es el paso previo más lógico hacia al iluminación, ju, ju. Pero aunque me gustaría otorgarme el mérito de haber sido el primero en decir eso, me temo que el propio Hantei-Kami ya lo expresó, a su modo, hace tiempo -sonrío encogiéndome de hombros. Por algo Dama Doji era la favorita, aquella a la que se le confió darle forma al corazón y el alma de la nueva cultura que los dioses habrían de crear.
-Qué le vamos a hacer, los grullas siempre hemos vivido rodeados de la envidia de todos los demás -añado bromeando, aunque en realidad sea cierto.
-Supongo que yo necesitaría un lienzo y un pincel para poder expresarme en una entrevista semejante. Trataría de mostrarle que la pintura es un medio mucho más directo y puro para transmitir nuestros pensamientos, nuestras emociones, que cualquier otro.
Como por ejemplo... preguntarle al Emperador cuantos kanjis cree que necesitaría para describir el universo, si es que acaso pensase que tal cosa es posible.
Luego yo tomaría mi pincel, mojaría un poco en uno de mis óleos verde para la tierra, luego azul para el agua, blanco para el aire y rojo para el fuego, y trazaría en una única pincelada un círculo en el que los colores en ocasiones se mezclarían y en otras zonas aparecerían puros, siguiendo un patrón aleatorio pero a la vez contenido en la perfección de un círculo. Y el vacío dentro claro.
Un círculo es el yin y el yang, el Sol, la Luna, la belleza, la superficie que es igual se mire por donde se mire, cambiante y a la vez inmutable. La vida y la muerte, todo está ahí... Tan sencillo y a la vez imposible de calcular con absoluta exactitud. Eso es el universo, y sólo habría necesitado un trazo para describirlo usando la pintura.
Así que si eso se puede hacer con un solo trazo, qué no se puede conseguir en un lienzo.
¿Qué os parece? -le digo curioseando su parecer con interés, ya que ella también se dice que consiguió convencer a la Ama y al Hantei con una efímera perla de sabiduría, como una de esas adivinanzas que usan los maestros para iluminar a sus alumnos.
...
-Al contrario -le sonrío de vuelta a la dama, recogiendo el guante de su intento por picarme -Resulta que mi musa particular me inspira tanto, que el lenguaje escrito no me permite expresarlo como deseo ni de lejos. Por eso he necesitado crear un nuevo lenguaje pictórico, técnica, estilo, género, todo... sólo para poder honrar como mi musa se merece todo lo que me transmite.
Y no es por nada, pero... cualquier musa puede ver como su inspiración se convierte en la forma de un arte que ya existe. Sin embargo ser la responsable de uno nuevo creado expresamente para ella... es algo mucho más notable, ¿no os parece? -le contesto al final besando de nuevo su mano, que no he soltado aún.
-Si consigo que durmáis mejor, puedo dar mi esfuerzo como bien empleado, mi señora Doji -sonrío con una reverencia socarrona.
-Hum, bueno... esos detalles a mi se me escapan. Si es mejor usar una apuesta más alta en la esposa del Hantei, o reservarla para otros papeles teniendo en cuenta que esa esposa siempre quedará a la sombra de la Ama... Porque por otro lado queremos que el Hantei sea feliz, ¿no? Quizás suene infantil pero un gobernante sereno y equilibrado suele tomar mejores decisiones, y con alguien como Kohane-san al lado podría serlo, lo cual sería un beneficio para todo el Imperio.
No se si Rokujo-sama tiene eso en mente, pero... en fin, no deja de ser un hecho que alguien como Soshi Satomi-sensei si tendría en cuenta -expongo pensando en si acaso eso le importará a nadie en toda la corte.
-Es lógico. He aprendido de la mejor -sonrío refiriéndome a ella misma, conteniendo una leve risilla al ver su expresión cuando repite aquello de que le caigo bien a las damas de la corte, mientras veo como se debate entre el halago que supone eso para ella, y el fastidio de ese punto celoso que se afana por ocultar como buena dama, ju.
-Si tengo que escoger, prefiero escuchar tu risa siempre -suspiro con un gesto inocente.
-Hum, comprendo lo de los patrocinios, pero... yo pensaba que dependería más de los méritos de cada cual. Lo que cada candidato puede aportarle al Emperador, en realidad. Aunque cierto es que contar con el apoyo del alguien como vos es un mérito de primerísimo orden, así que... bueno si, es mi nula visión de la corte -me rindo al final dándole la razón.
-¿Y tú? ¿Quieres que llegara a verme enredado en las redes de vuestro mundo, quizás por el resto de mi vida?
No es baladí, a lo mejor os aburriríais mucho antes de mi... -le sonrío rozándole la barbilla con la yema del dedo como una caricia para levantar con suavidad sus ojos hacia los míos.
-Es verdad, casi todo supone un riesgo en esta casa... Entonces tendré que asegurarme de que no deis ni un paso en falso, vuestros deseos son órdenes, Yashiko-sama -siseo divertido, situándome a un paso de su cuerpo y apoyando mis manos en su cintura para poder guiarla con total precisión, justo como ella me ha pedido.
Después comienzo a caminar llevándola conmigo, asegurándome que mantiene los ojos cerrados aunque en realidad es cosa suya si prefiere no tener la sorpresa.
-Veréis, vos me llevasteis a un rincón muy especial y exclusivo de esta ciudad anoche al invitarme al Placer Culpable, el restaurante quiero decir.
Así que para tratar de devolveros la invitación, he estado pensando en qué lugar igual de interesante podría encontrar yo... Pero la verdad es que no conozco lo suficiente esta ciudad como para saber de uno que vos no conocierais ya, así que en vez de buscar uno, he pensado en... crear el nuestro propio, tan exclusivo que es sólo para ti y para mi...
Le explico finalmente justo cuando está ante el árbol bajo el cual está dispuesto el picnic.
-Ya puedes abrir los ojos, Yashi-chan.
Alguien muy sabio me ha dicho hoy que los kamis vegetales pueden despertar si una pareja se declara su amor bajo un árbol por ejemplo, y que ese espíritu puede custodiar y recordar esos sentimientos durante siglos. Si ese árbol existe para mi, sin duda es éste junto al que me desperté a tu lado por primera vez, amor mío...
Ah, y no menos fiable es la fuente que me ha asegurado que estos son los mejores fideos de la ciudad. Pienso que es probable que nunca hayas ido hasta las lindes del barrio rojo del distrito Hiro para probarlos, así que... quizás te sorprendan, y espero que sean de tu agrado.
Si me concedes el privilegio de acompañarme... -le suplico al final con una reverencia gentil y algo florida, al estilo de los duelistas Kakita.
No puedo evitar sonreír, incluso ruborizarme un poco cuando escucho de Kirako decir que he conseguido más que la mayoría de su hermana. Aunque se que se refiere a la práctica con el bokken, para mi esa frase tiene mucho más significado.
-Pienso lo mismo. Me da la impresión de que para su alma las batallas en el frente ya terminaron. Ahora las libra en otro escenario claro.
Y si, creo que ser una mujer Doji es el paso previo más lógico hacia al iluminación, ju, ju. Pero aunque me gustaría otorgarme el mérito de haber sido el primero en decir eso, me temo que el propio Hantei-Kami ya lo expresó, a su modo, hace tiempo -sonrío encogiéndome de hombros. Por algo Dama Doji era la favorita, aquella a la que se le confió darle forma al corazón y el alma de la nueva cultura que los dioses habrían de crear.
-Qué le vamos a hacer, los grullas siempre hemos vivido rodeados de la envidia de todos los demás -añado bromeando, aunque en realidad sea cierto.
-Supongo que yo necesitaría un lienzo y un pincel para poder expresarme en una entrevista semejante. Trataría de mostrarle que la pintura es un medio mucho más directo y puro para transmitir nuestros pensamientos, nuestras emociones, que cualquier otro.
Como por ejemplo... preguntarle al Emperador cuantos kanjis cree que necesitaría para describir el universo, si es que acaso pensase que tal cosa es posible.
Luego yo tomaría mi pincel, mojaría un poco en uno de mis óleos verde para la tierra, luego azul para el agua, blanco para el aire y rojo para el fuego, y trazaría en una única pincelada un círculo en el que los colores en ocasiones se mezclarían y en otras zonas aparecerían puros, siguiendo un patrón aleatorio pero a la vez contenido en la perfección de un círculo. Y el vacío dentro claro.
Un círculo es el yin y el yang, el Sol, la Luna, la belleza, la superficie que es igual se mire por donde se mire, cambiante y a la vez inmutable. La vida y la muerte, todo está ahí... Tan sencillo y a la vez imposible de calcular con absoluta exactitud. Eso es el universo, y sólo habría necesitado un trazo para describirlo usando la pintura.
Así que si eso se puede hacer con un solo trazo, qué no se puede conseguir en un lienzo.
¿Qué os parece? -le digo curioseando su parecer con interés, ya que ella también se dice que consiguió convencer a la Ama y al Hantei con una efímera perla de sabiduría, como una de esas adivinanzas que usan los maestros para iluminar a sus alumnos.
...
-Al contrario -le sonrío de vuelta a la dama, recogiendo el guante de su intento por picarme -Resulta que mi musa particular me inspira tanto, que el lenguaje escrito no me permite expresarlo como deseo ni de lejos. Por eso he necesitado crear un nuevo lenguaje pictórico, técnica, estilo, género, todo... sólo para poder honrar como mi musa se merece todo lo que me transmite.
Y no es por nada, pero... cualquier musa puede ver como su inspiración se convierte en la forma de un arte que ya existe. Sin embargo ser la responsable de uno nuevo creado expresamente para ella... es algo mucho más notable, ¿no os parece? -le contesto al final besando de nuevo su mano, que no he soltado aún.
-Si consigo que durmáis mejor, puedo dar mi esfuerzo como bien empleado, mi señora Doji -sonrío con una reverencia socarrona.
-Hum, bueno... esos detalles a mi se me escapan. Si es mejor usar una apuesta más alta en la esposa del Hantei, o reservarla para otros papeles teniendo en cuenta que esa esposa siempre quedará a la sombra de la Ama... Porque por otro lado queremos que el Hantei sea feliz, ¿no? Quizás suene infantil pero un gobernante sereno y equilibrado suele tomar mejores decisiones, y con alguien como Kohane-san al lado podría serlo, lo cual sería un beneficio para todo el Imperio.
No se si Rokujo-sama tiene eso en mente, pero... en fin, no deja de ser un hecho que alguien como Soshi Satomi-sensei si tendría en cuenta -expongo pensando en si acaso eso le importará a nadie en toda la corte.
-Es lógico. He aprendido de la mejor -sonrío refiriéndome a ella misma, conteniendo una leve risilla al ver su expresión cuando repite aquello de que le caigo bien a las damas de la corte, mientras veo como se debate entre el halago que supone eso para ella, y el fastidio de ese punto celoso que se afana por ocultar como buena dama, ju.
-Si tengo que escoger, prefiero escuchar tu risa siempre -suspiro con un gesto inocente.
-Hum, comprendo lo de los patrocinios, pero... yo pensaba que dependería más de los méritos de cada cual. Lo que cada candidato puede aportarle al Emperador, en realidad. Aunque cierto es que contar con el apoyo del alguien como vos es un mérito de primerísimo orden, así que... bueno si, es mi nula visión de la corte -me rindo al final dándole la razón.
-¿Y tú? ¿Quieres que llegara a verme enredado en las redes de vuestro mundo, quizás por el resto de mi vida?
No es baladí, a lo mejor os aburriríais mucho antes de mi... -le sonrío rozándole la barbilla con la yema del dedo como una caricia para levantar con suavidad sus ojos hacia los míos.
-Es verdad, casi todo supone un riesgo en esta casa... Entonces tendré que asegurarme de que no deis ni un paso en falso, vuestros deseos son órdenes, Yashiko-sama -siseo divertido, situándome a un paso de su cuerpo y apoyando mis manos en su cintura para poder guiarla con total precisión, justo como ella me ha pedido.
Después comienzo a caminar llevándola conmigo, asegurándome que mantiene los ojos cerrados aunque en realidad es cosa suya si prefiere no tener la sorpresa.
-Veréis, vos me llevasteis a un rincón muy especial y exclusivo de esta ciudad anoche al invitarme al Placer Culpable, el restaurante quiero decir.
Así que para tratar de devolveros la invitación, he estado pensando en qué lugar igual de interesante podría encontrar yo... Pero la verdad es que no conozco lo suficiente esta ciudad como para saber de uno que vos no conocierais ya, así que en vez de buscar uno, he pensado en... crear el nuestro propio, tan exclusivo que es sólo para ti y para mi...
Le explico finalmente justo cuando está ante el árbol bajo el cual está dispuesto el picnic.
-Ya puedes abrir los ojos, Yashi-chan.
Alguien muy sabio me ha dicho hoy que los kamis vegetales pueden despertar si una pareja se declara su amor bajo un árbol por ejemplo, y que ese espíritu puede custodiar y recordar esos sentimientos durante siglos. Si ese árbol existe para mi, sin duda es éste junto al que me desperté a tu lado por primera vez, amor mío...
Ah, y no menos fiable es la fuente que me ha asegurado que estos son los mejores fideos de la ciudad. Pienso que es probable que nunca hayas ido hasta las lindes del barrio rojo del distrito Hiro para probarlos, así que... quizás te sorprendan, y espero que sean de tu agrado.
Si me concedes el privilegio de acompañarme... -le suplico al final con una reverencia gentil y algo florida, al estilo de los duelistas Kakita.
"La genialidad no es más que la locura revestida de triunfo"