Día 8.- Kakita Koji.- Mañana

[Isawa_Hiromi]

"Creo que porque los duelistas saben que no deberían ser bebedores ya que suficiente tenéis con vuestra forma de ser." se rio Nozomi.

"Pues el Hantei, al final si estás en el séquito sigue siendo estar con el Hantei y si este dice que puedes ser además Maestro del Consejo y que no es incompatible ¿quién lo dirá?"

"Si me preguntáis a mi el Hantei es la política, todo en el Imperio está subsumida a esta." aún así añadió Sho.

"¿Por qué? Hum... ella seguro que te dirá que para pagarse la vida, ya que ahora es viuda y dejó el mundo del mar que es a lo que se dedicaba su difunto marido. te comentó Nozomino se habla muchas veces de lo que supone una caída en picado de tu forma de vida...

Pero lo cierto es que a ella no la veo muy descontenta con su vida actual, me parece que es la clase de persona que sabe capear cualquier clase de temporal y de verle a todo lo positivo."

Comentó.

"Tengo alguno en casa de la línea homoerótica, te lo enseñaré si quieres. La verdad es que me maravilla la forma que tiene de pintar sobre todo porque, no sé cómo explicarlo, tiene muy pocos trazos para lo que representa.

Luego he visto obras suyas más detalladas pero tiene una serie que son casi siluetas de la que siempre me quedo mirando el escaso número de trazos para poder presentar una escena."

"Oh bueno joven Koji sonrió ShoLe aseguro que en esta ciudad poca vergüenza hay por el arte, sea cual sea, sino mire con la naturalidad con la que se aceptaron sus obras sin haber visto ninguna al inicio. En otras partes del Imperio en especial donde el León se llevarían las manos a la cabeza pero aquí, en este lugar, es de mala educación levantar una ceja más alta que la otra al ver esa clase de cuadros juju Es... "de provincias"..."

[Kakita Koji]

-Es posible, si. Es obvio que sentimos cierta tendencia a resolver según qué conflictos mediante la confrontación, pero eso requiere de mucho buen juicio y autocontrol, cosa que no es precisamente lo que el sake trae consigo bajo el brazo... -suspiro pensando en el malogrado Shin, y su total ausencia del más mínimo sentido común.

-Es el pensamiento mayoritario en los Clanes más cercanos a la capital. No así en los Cangrejo, Dragón... Yo pienso que la familia Isawa siempre ha estado a medio camino de esas dos posturas, y como bien dicen ahora quizás deba decantarse hacia los centristas pues tienen mucha razón en que al Hantei no se le puede tratar de segundo plato.

Puede que en el fondo ésa haya sido siempre su pretensión al traer el Concurso aquí, obligar a sus eruditos a salir de su ensimismamiento y ponerse bajo la luz del Sol, por decirlo así -expongo como una opción plausible.

-Así que era marina también... ¿Pero por qué no se ha vuelto a casar? Entiendo que parece extraño que el Clan Mantis tenga entre sus filas a una alumna de Satomi-sensei, a la que bien podría utilizar en otro matrimonio acordado, y sin embargo decida dejarla de lado para que tenga que buscarse la vida.

Salvo que, claro, buscarse ella misma la vida fuera su propia voluntad. Extraño, pero sin duda ese clan lo es. -me refiero al mantis, pero del escorpión también podría decirse, ju.

-Así que un estilo de pocos trazos, hum... Haciendo uso del clásico refrán del arte minimalista, de que "menos es más", supongo -murmuro frotándome el mentón. -No es una forma de pintar que utilice yo, pero recuerdo haber visto algunas obras minimalistas interesantes. Nunca de figuras humanas eso si, y menos en una escena tan "intensa" como la del arte erótico.
En fin, a mi me gusta recargar más el lienzo, pero reconozco que sería una propuesta interesante, en principio. Siempre y cuando no sea una excusa para producir en serie, lo que acabaría siendo más propio de un artesano que de un auténtico artista -añado, como si fuera obvio el salto hacia abajo en tal caso.

-Creo que en ciertos rincones de Shiro Doji podría no haber sido demasiado bien aceptado tampoco. Pero me gusta la idea de considerarlos provincias, ju, ju -bromeo, a medias, sobre mi propuesta con la actual serie.
-Aunque me decepciona un poco que nadie se llevase las manos a la cabeza al ver tu cuadro, No-chan. Ni siquiera una ceja alzada de más... O al menos en público claro. Puede que en privado nos pusieran de vuelta y media, hasta que la Ama dio su beneplácito eso si -añado sonriendo con sarcasmo, porque la mayoría de los escandalizables sólo lo son hasta que alguien importante señala en otra dirección.

-En fin, si. No me importaría ver alguna de esas obras tuyas, ya después de tanto hablar de tu Kisho -suspiro asintiendo, aceptando su proposición a mostrármelas alguna vez. Prometo verlas con honestidad, aunque no por ello ser benévolo eso si.

[Isawa_Hiromi]

"Oh, eso no te lo voy a negar, de hecho creo que es el motivo por el que un estómago entrenado con el Cangrejo me ha salvado de más de una en el pasado."

Sonrió Nozomi al decirlo.

"O no tanto por sus eruditos sino para el resto de nosotros, la mayoría jamás habíamos visto tensais y menos ishiken y ahora hay al menos tres en la ciudad...
Sin duda es un despliegue de plumas de un pavo real para advertir de lo que son, que siempre lo han dicho pero que es como quien dice que en su casa tiene un perro de oro pero nunca lo enseña."

"Pues porque una vez que cumples con tu clan una primera vez usualmente la presión del tema de matrimonio baja a mínimo. ¿Nunca te has parado a mirarlo? Los que se han quedado viudos, que no los divorciados, no tienen apenas presión con respecto a las demás personas porque se entienden que ya dieron su servicio.

Y los clanes menores son aún más permisivos en ese sentido, la mayoría de ellos no suele estar tan pendiente de cuándo se casan sus miembros y cuando lo hacen la edad media es más amplia."

"Menos no siempre es más pero he de decir que me atrae eso, es un poco como el iai ¿no te parece?" te preguntó.

"Oh, pero los hubo se rió Sho por lo del cuadroSobretodo porque aquí la musa o la amas o la odia."

"Si, alguno hay quejándose, pero más de mi que del desnudo por lo que te he dicho, esta es la capital, hay que hacer más que un desnudo para que la gente se lleve las manos a la cabeza cuando están acostumbrados a cosas peores."

"¿Recuerdas la última vez...?"

se quedó pensativo Sho.

"Mira, prefiero ni ponerme a pensar porque las obras que realmente dan dolores de cabeza en la ciudad el artista termina en la bahía, así que hay que navegar entre lo incorrecto y lo que te mantiene a salvo, o si acaso entonces que sea incorrecto para por ejemplo tu clan pero que a la ciudad prohibida le guste, como en mi caso ju

Y aún así mi cuello ha estado en juego alguna que otra vez..."

[Kakita Koji]

-Son las dos caras de la misma moneda, ciertamente. La mayoría de nosotros no ha visto nunca a un ishiken, y por tanto esos ishiken no han visto a la mayoría del resto del mundo. ¿No es eso lo que se suele decir de ellos, que pierden el contacto con la realidad material en favor del mundo del vacío... lo que quiera que signifique eso?

Uno se plantea, y creo que aquí va a estar lo interesante por lo que la corte contendrá la respiración con interés, si acaso ese distanciamiento es un simple efecto secundario no deseado o por el contrario un auténtico requisito para poder profundizar de verdad en el Vacío. Si es lo primero, bien por ellos por deshacerse de eso; si es lo segundo, perderlo supondrá un coste que pagar para formar parte de la corte.

Como digo, es algo que muchos estarán deseando seguir interesados -suspiro encogiéndome de hombros con resignación. Es lo que el Fénix ha querido, así que hay que felicitarlos en cualquier caso.

-Más allá de eso, a buen seguro que más de un Seppun lleva semanas sin dormir -bromeo refiriéndome a que tantos tensais juntos, incluyendo como han dicho a tres ishiken, han tenido que poner muy nerviosos a los protectores del Trono. Mucho poder reunido, demasiado cerca del Hantei.

-Hum, pues no, nunca me había parado a pensar eso -replico frotándome la barbilla, sobre todo aquello de las segundas nupcias y la manera de los clanes menores de afrontarlo. Un buena esposa es un recurso preciado, pero tiene sentido lo que Nozomi asegura claro.

-Ja, no tienes suficiente con intentar hacerme ver que su no-arte es arte, que además lo comparas con el sagrado iaijutsu. Eso si que es subir la apuesta, Daidoji -exclamo con una risotada, a medias sorprendido y divertido por tal comparación.
-Admito que puede ser como el iai... Si el iai se utilizara para cortar leña o limpiar pescado, ju. Es decir, puede que la forma tenga algo del espíritu pero el fondo está en otro universo.

Aunque conste que yo intenté atar un pincel en el extremo de Kashin para poder plasmar el auténtico iaijutsu en un lienzo... Y digamos simplemente que a ella no le hizo mucha gracia la idea de mancharse de algo que no era sangre; no funcionó y ninguno de mis pinceles sobrevivió al intento -confieso dándole unos toquecitos cariñosos a la espada en su empuñadura.

-Pero si llegamos a ver alguna obra con ese estilo, estaré atento para preguntarle si le gusta -murmuro sobre la propia Kashin. ¿Quién mejor para juzgar si realmente tiene algo de la filosofía del iai, que ella?

-Lo divertido habría sido ver quien usó la temática del cuadro para aprovechar y poder criticarte a ti sin hacerlo directamente por temor a esos Otomos amigos tuyos, para luego ver a otras modelos en la serie y tener que elegir entre añadirlas a ellas a su crítica o tener que envainársela y desdecirse de lo que hubieran podido decir de ti...

Ya, como el caso también de Kitashi-san, o al menos eso dicen las malas lenguas.

[Isawa_Hiromi]

"Y te olvidas de los terceros, los que querrán hacer pruebas entre esas dos opciones para su disfrute y deleite. De eso hay muchos en esta ciudad. Y sobre todo de los que cazan raras avis para ellos mismos. El Fénix sabe que tiene buenas cartas con estas jugadas pero quizás el poema del hanafuda en el que se meta luego le sea complicado de deshacer."

Dijo Nozomi.

"Hum... lo cierto es que si, supongo, al menos la actividad en la guardia Seppun se ha incrementado mucho en estos tiempos, puede que tu no lo hayas notado porque has llegado cuando esa ola crecía pero...

Supongo que es normal, hay demasiada gente nueva en la ciudad... pero..."

Se encogió de hombros.

"Un buen matrimonio es un buen elemento para el clan, no sólo para la estabilidad de una persona pero usualmente a menos rango se tiene las presiones disminuyen, no es lo mismo que el Emperador enviude que lo haga yo."

"Aquí vamos a disentir sin duda. Porque para apoyar lo que tu estás diciendo tengo que asumir que hay "una forma correcta" de pintar los cuerpos y lo que se hace con estos y me temo que no puedo estar de acuerdo porque lo que a ti te parece de buen gusto en tu obra estoy segura que en el Imperio en este tiempo, ya no te digo en otro, a muchos otros les parece de mal gusto. Lo que quiero decir es que al final el gusto es subjetivo y puede que lo que ella haga te parezca de mal gusto y no te agrade pero al final es tu gusto."

"Ah bueno, pues no tendrás que buscar demasiado, en esta Embajada hay quien no le ha gustado en absoluto mi intromisión en lo que ahora saben que es una serie de cuadros, en esta ciudad tengo más admiradores fuera del clan que dentro jujuju"

Te dijo de quien había malhablado.

[Kakita Koji]

-Eso es cierto también. Las rarezas son escasas y en esta Ciudad aún más, van a llamar mucho la atención.
De nuevo, para los cortesanos Doji eso sería una ventaja con la que jugar a favor, con los ishiken ya veremos -suspiro dándome cuenta que no se bien qué esperar de ellos realmente. Me imagino que más de uno estará en esta misma situación pero los hay, Otomos sobre todo, que no se contentarán con esperar acontecimientos y observar.

-He oído tantas cosas de esos shugenjas... Los del Vacío, quiero decir. Que si pueden ver el futuro, modificar la realidad, alterar el pasado, hacer... no se, proezas casi al alcance sólo de los dioses. No tengo ni idea de cuantos de esos dimes y diretes serán verdad y cuantos leyenda, pero sensei Nisio-sama dice que en todo mito siempre hay una semilla o dos de verdad, así que... Es lógico que los Seppun estén preocupados -deduzco par mi mismo, encogiéndome de hombros. Aunque supongo que si los Fénix hubieran querido dominar el Trono y el destino, o más bien los Isawa, lo habrían hecho hace tiempo así que...


-Ah, el relativismo -sonrío asintiendo al argumento de Nozomi, no porqué esté del todo de acuerdo sino porque es un debate que a menudo he sostenido con otros Kakitas de la Academia y siempre resulta interesante. -Cierto es que existe la tentación de considerar que todo es relativo y que nada es blanco o negro, sino gris y aún más que eso, dependiente del color del cristal con el que se mire, es decir subjetivo.

¿Un ladrón es un malvado al que ajusticiar, o un desesperado hambriento del que compadecerse? Depende, claro. ¿Pero debe cambiar eso la ley que prohíbe robar?

Pertenecemos a una casta que cree en el destino manifiesto de nuestro nacimiento, que sigue mandatos de un orden divino impuesto por los dioses, y que no cuestiona a sus ancestros bendecidos. No podemos decir que no existan blancos y negros en nuestra forma de ver el mundo; hay samurais y hay no samurais; ahí no hay grises, no por agarrar una espada y convertirse en un espadachín de éxito se cambia el destino de nacimiento. Salvo que lo ordene el Emperador, claro está.
El arte no es diferente. Se puede relativizar mucho, y sin duda es subjetivo al menos en su parte estética y formal. Pero el fondo, el alma del arte no creo que lo sea.

Claro que ponerle palabras a esto no es tan fácil. Pero te diré que para mi si existe una forma correcta de representar las cosas, y es la que emociona la parte noble del alma del espectador. La incorrecta sería la que apela al lado turbio de las emociones, como por ejemplo la lujuria.
No me refiero a un único caso concreto, porque alguien podría ser tan noble o lo contrario que sólo viera nobleza o lo contrario. No, yo hablo de una mayoría de espectadores con un alto grado de cultura artística. Y por supuesto, por encima de todos, el Hantei. Si el Trono dicta que algo es de buen gusto, es que lo es. Ahora consideremos si la Ama posaría para el arte de esa Mantis, o si aceptaría cerca suyo a alguien que lo hubiera hecho. ¿Y para el mío?

Si me preguntas, estoy convencido de que a Dama Doji-Kami le gusta mi arte, y que hasta me dejaría retratarla. Si no viviera en Tengoku, obviamente. Llámame arrogante claro, eso viene con mi familia, pero si no pensara que incluso la Diosa estuviera dispuesta a bendecirlo, no habría... retratado a nadie, ni siquiera a ti -bromeo al final con una sonrisilla, tras haber hecho una pausa para pensar en Doji Yashiko.


-¿La embajadora Aki-sama, quizás? Aún no me ha llamado para ordenarme que me abra las tripas, así que no debe estar taaan enfadada... O al menos a estas alturas ya habrá sido capaz de ver las ventajas políticas para la embajada por encima de los inconvenientes. ¿No te parece? -me pregunto con cierta curiosidad. No deja de extrañarme que no haya recibido ninguna noticia del despacho más noble de este mismo edificio, pero también es cierto que con todo el asunto del séquito ahora deben tener allí muchas cosas más importantes en las que pensar.

[Isawa_Hiromi]

"Ser el foco de todas las miradas tiende a ni siquiera ser una buena idea ni cuando eres un experto... Esos ishis no saben lo que puede pasar si alguno que yo me conozco levanta la cabeza de donde está.

Creo recordar de hecho que cierta persona volvió ayer a la ciudad y estoy segura que estará encantado con esta situación."

"Como Daidoji entiendo que esto es la pesadilla de los Seppun. Imagina la seguridad de esta ciudad ahora llena de personas ilustres que mejor que sólo mueran en situaciones previsibles y con esa cantidad de nuevas personas con habilidades que ahora pueden dar problemas...."

Lo que ella decía, una pesadilla para la seguridad y todo eso centrandose en la Ciudad Prohibida.

"Y pertenecemos a un mundo, no lo olvides levantó un dedo donde por el mismo hecho uno de los nuestros ha caído en el pozo del karma y ha caido en los estatus divinos de samurai a hinin, por ejemplo, mientras la misma acción en el Escorpión ha podido hacer de esa persona un Antepasado Bendecido."

Dijo Nozomi.

"Y en cuanto a lo que los demás quisieran verse retratados... pues no sé, Koji-san, creo que más de uno y de dos alguna vez le ha enviado a su amante alguna de esas pinturas de si mismo jujuju no es que la gente no lo haya hecho, no lo haga ni lo hará sino que ese tipo de arte es de alcoba por algo, porque no es para enseñarlo a cualquiera.

Y de ahi la diferencia con el tuyo, que se puede tener expuesto, pero al final, realmente si lo piensas ambos pueden tener el mismo sujeto."

Se rio.

"¿Crees que la Embajadora iba a llamarte teniendo a su hermana como protegida? Bueno, apuesto lo que sea que iba a hacerlo, pero al funcionar la primera obra pues esperó y con la serie asentada con lo de Satomi y los planes una vez más nuestra buena embajadora hizo bien en mantenerse fría.

Pero siempre sus hombres de confianzas como Yue-san se esmeran en recordarme que la Grulla aunque sea un clan que valora al individuo sigue siendo un clan de más personas que yo misma.

Aunque no me voy a quejar, lo cierto es que mi situación mejoró bastante desde hace medio año, con algunos problemas que causé pero a la vez algunas personas que hicieron traspieses que se lo cobraron en la corte. Al final uno está más tranquilo a menos enemigos tengas con la cabeza sobre los hombros jujuju

Que hablando de eso... te señaló tu deberías recordar eso. La Ama te ha llamado. Has destacado en las artes. Y tu patrona es quien és. No creas que te vas a librar por más tiempo de verle la cara a él, al señor de las serpientes.

Espero que estés preparado porque como este intuya un mínimo de afecto... tu cabeza estará en peligro."

[Kakita Koji]

-¿Cierta persona? -repito, no realmente porque me importe demasiado el asunto fénix sino intrigado por las idas y venidas de la alta corte.

-Como Daidoji ves un problema, claro. Como Doji, pensarías en casar a alguna de esas personas problemáticas con un Seppun para que así tuvieras tus propios ishikens en la Guardia Imperial -bromeo riéndome, aunque para nuestros hermanos Doji es política, ju.


-Pues ahí está. Los dos estilos pueden tener coincidencias en la forma, si lo quieres decir así. Pero d euno te avergüenzas mientras que del otro te enorgulleces. La segundo entra en la amplia definición del arte, lo primero no. -replico encogiéndome de hombros, convencido de aquel punto polémico para muchos, aunque para mi resultaba cristalino como el agua.

-Bueno, no digo qu ehubiera tenido que llamarme necesariamente para echarme la bronca, podría haberme felicitado también ju. Quizás en el fondo le habría gustado retorcerme el pescuezo en cualquier caso, pero al menos habría podido intuir hacia donde iba a dirigir mis obras, y que así las siguientes, de haberla habido que las hay, no le habría tomado por sorpresa.

Ah, Asahina Yue-sama. Lo conocí brevemente, no creo que sea un admirador de ninguno de los dos -sonrío encogiéndome de hombros.


-Ya... parece cuestión de tiempo, es cierto.
Más o menos tengo una estrategia pensada. Me mostraré como el típico artista Kakita tan obsesionado con lo suyo que no es capaz de ver mucho más allá de su arte. Hablaré y hablaré de asuntos técnicos que te aseguro son interesantes pero que a él le acabarán pareciendo tan aburridos que ni por un instante dará crédito a que Yashiko hubiera podido tener más interés que el mero profesional de aprovechar una oportunidad de negocio en el mundo de los marchantes.

Debería funcionar, porque en el fondo todos los que salimos de la Academia Kakita somos un poco obsesivos con nuestras disciplinas, de una forma o de otra, ¿no te parece?

[Isawa_Hiromi]

"Bueno, es que tu eres nuevo en la ciudad y aunque ya conoces muchas cosas sobre todo en el tema de la Ciudad Prohibida estás algo perdido...

Todo el mundo sabe que los Seppuns son una cosa separada de los Otomos, pero mucha gente olvida que al final entre Miyas, Otomos y Seppuns la única verdadera diferencia es cómo los educan, pues entre ellos todos son familias.

Seppun Kazushige es uno de los shugenjas más importantes de la Ciudad Prohibida, o al menos lo fue, antes de jubilarse, ahora obviamente sigue teniendo importancia pero entre bambalinas, lo cual le deja hacer un poco más lo que le apetece y un poco menos lo que debe.

Estuvo fuera el invierno visitando a unos familiares Kunis que tiene y sé que llegó hace un par de días aunque no se le ha visto el pelo por aquello de la fatiga del viaje y la edad. Bueno, pues ese tipo es uno de los mayores coleccionistas de rarezas de la ciudad en el sentido más amplio de la palabra y si yo fuera el Fénix tendría cuidado de lo que muestro cuando esté delante porque es como ponerle un dulce a un niño delante en cuanto a los Ishis.

Kazushige-sama además tiene el enorme beneplácito no sólo de los daimyos imperiales sino de la Ama, después de todo, y aunque eso no se ha comentado nunca de manera oficial... ¿te has preguntado alguna vez cómo alguien puede salir de la Ciudad Prohibida si alzan las barreras mágicas para sellarla?"


"Tampoco creo que avergüence ¿eh? Hay exposiciones y muchas veces en esta ciudad se comparan las galerías y los cuadros privados que uno tiene, la cuestión es que uno se habla más delante de la fachada y otra menos o al menos en corros más adultos.

El decoro es una cosa que en el arte se estila de manera diferente ju"

"La Embajadora está muy ocupada" dijo con tonillo de secretaria que repite mil veces esa frase"No te creas tan importante jajaja y menos cuando ella tiene que usar sus energías para fingir que no quiere agarrarnos por e l pescuezo y retorcernoslo jajaja"

"Si, Yue-san, si hablabas antes de decoro ni tu ni yo pasaremos el decoro nunca jaja"

"¿Te mostrarás como un tipo insufrible embebido en su arte con un ego tan enorme que no es capaz más que de renocer la suerte que ha tenido tu patrona contigo?
Perfecto, me parece una técnica perfecta, solo trata de sacar todo eso que tengas de ti mismo y exagerarlo lo máximo posible pero no mentir sobre tus cosas, sino exagerarlas o lo olerá. Ese tipo es un sabueso." te advirtió

[Kakita Koji]

-Hum, coleccionar, lo que se dice coleccionar, personas... parece algo complicado. Aunque un daimio o alguien muy importante puede hacerlo como un séquito o una guardia personal, más allá de eso lo normal son los enlaces matrimoniales. Pero los Isawa jamás casarían a un ishiken con alguien que no fuera otro Isawa, o eso se dice.
¿Así que como ese Seppun podría añadir a alguien así a su colección, y que fuera realmente "suyo"? -le planteo curioso sobre el tal Kazushige, no porque dude de lo que dice Nozomi sino más bien por la forma en la que esto podría llevarse a cabo.

-¿Las barreras mágicas? -repito como si me estuviera hablando en gaijin. Evidentemente se que existen, pero más allá de eso no tengo ni idea de cómo funcionan -Hombre, pues a decir verdad siempre he supuesto que esas protecciones no impedían el paso físico, para eso están las murallas, sino que evitaban los ataques mágicos, demonios y cosas así... pero no proyectiles de cañón, eso ya quedó demostrado.

¿Pero dices que realmente se pueden utilizar para crear un obstáculo insalvable para cualquiera? En tal caso, supongo que... no se, si Otomo Yukirohime consiguió huir a través de ellas en la época de Okucheo, ¿es eso de lo que estás hablando?, será porque algún shugenja con conocimiento del conjuro se lo permitió.

En realidad que ella tenga contactos en todas partes dispuestos a hacer cuanto les pida no me extraña tanto como el hecho de que el Crisantemo de Acero no mandara asesinar a toda la Guardia Mágica Seppun después de haber sabido que alguien dejó escapar a la dama -me planteo encogiéndome de hombros. Una historia fascinante en cualquier caso, como casi todo lo que tiene que ver con el pasado reciente del anterior reinado. Con su dosis de intriga, sangre y no menos de leyenda en muchos casos ya.


-Bueno si, cuando un coleccionista adquiere o encarga una obra, queda a su disposición lo que hacer con ella. Puede mostrarlo en reuniones de su círculo más privado, o no mencionarlo nunca siquiera.
Pero no es exactamente eso a lo que me refiero. A ver, ¿tú por ejemplo, publicarías sin más todas las cartas de amor que hayas podido recibir desde que te hiciste conocida en la corte? Y si además fuesen correspondidas seguramente menos aún querrías hacerlo, no tanto por decoro sino porque, creo yo, formaría parte de una intimidad que probablemente no desearas compartir. Hipotéticamente hablando, claro.

En fin lo que quiero decir es que cuando se refiere a uno mismo, las percepciones cambian. Pero no porque te avergüences. Al menos yo lo veo así -expongo mi argumento a lo que acaba de decir, pensando en el propio cuadro que estoy pintando para Yashiko. En buena medida además de un retrato es una declaración.

-Cielos, no trates de herir mi ego -bromeo soltando una carcajada. -Se que Aki-sama está ocupada en asuntos más importantes, pero una nota, un comentario dejado caer... Después de todo ella tiene una fama bien ganada de ser alguien a la que no se le pasa por alto nada de lo que sucede en la corte, así que supongo que mucho menos en su propia embajada.
Claro que debido a Kamoko-sama no es como que pueda agarrarme y lanzarme por una ventana sin más, pero no deja de ser una Doji; entre una sonrisa y el asesinato hay muchos matices divertidos, ju.


-No se me da bien mentir, de hecho. Aún así creo que no necesito hacerlo, salvo que me pregunte cosas tan directas que dudo que se le pasen por la cabeza siquiera.
Y digo que no necesitaría mentir porque realmente la pintura tiene tantos asuntos técnicos detrás, desde las bases acuosas u oleoginosas, los pigmentos de un tipo o de otro, los lienzos, los pinceles... Ni te imaginas los distintos tipos de pelos que se usan para un estilo u otro, o son del gusto de aquí o de allí. Cielos, hasta la especie de madera óptima para fabricar los marcos de los cuadros son un asunto de discusión en ciertos salones de la Academia.
Y solamente estaríamos hablando del material previo a empezar el trabajo, ju, ju. Puedo aburrir a cualquiera que no sea un pintor de carrera con suma facilidad, y cada vez que quiera cambiar de tema usaré el comodín del genio que no sale de su pequeño mundillo para volver a éste una y otra vez.

[Isawa_Hiromi]

"¿Cómo pueden hacerlo?
Pues por ejemplo haciendo que tenga un trabajo en la Ciudad Prohibida que lo mantenga aquí junto al Emperador y... Bueno, no es que hayamos nacido ayer, todos sabemos cómo se pueden robar linajes de una manera fuera del matrimonio."

Con hijos extramatrimoniales.

"No interfieren si están bajadas las protecciones físicas de entradas y salidas, que usualmente así son, pero durante el reinado del anterior Hantei ese no era el caso, la Ciudad Prohibida era una jaula de oro, literal. Las entradas y salidas era el Emperador quien las autorizaba o su guardia en los horarios que él quería."

"Si, te hablo exactamente de eso, de quien hizo una brecha para que ella pudiera salir.
Y si, tienes razón en pensar que lo normal hubiera sido matar a todos los shugenjas Seppuns, solo que eso tuvo dos problemas, el primero es que no hay tantos como querrían y el segundo es que si rodaron cabezas, pero Kazushige ya estaba retirado cuando eso pasó, así que jamás se pensó que era él."

Te explicó.

"Entiendo lo que dices, puedo entender que por ejemplo alguien no mostraría un cuadro de el mismo haciendo poses de ese estilo con otra persona, pero porque es uno mismo, sin embargo no habría ningún pudor en mostrar que tienes esa clase de cuadros, incluso si es de un modelo famoso en la ciudad, porque los hay, claro."

"Pues nada, si no quieres que te dañen tu ego ve a preguntarle directamente a la embajadora jaja"

"Tu hazme caso, piensa en la persona con la que peor te hayas llevado porque esta no te soportase, si has escuchado sus críticas mejor y sé esa clase de persona. No puedo asegurartelo pero si a Nishi-sama le caes mal seguramente pasarás bajo su radar con total naturalidad, no se va a parar a matar a una mosca como tu con todo lo que tiene que hacer, sólo dejará que vueles a darle el coñazo a otro.

Que... hablando de otros... y ahora que hacías?

[Kakita Koji]

-Cierto, y mejor no bromear con eso -replico chasqueando la lengua, mirando de manera furtiva hacia la Ciudad Prohibida, que desde la embajada grulla se puede observar dominando desde la altura, nada casual por supuesto.

-Tuvo que ser un periodo horrible para vivir aquí y tener vínculos con la corte. Los bushi solemos vanagloriarnos de los sacrificios que hacemos en el campo de batalla, pero está claro que la anterior generación de cortesanos pagó el mismo precio para servir a sus respectivos clanes.

Por fin algo de sentido común -murmuro asintiendo a ese detalle de que no se purgó la guardia mágica Seppun porque los shugenjas son demasiado valiosos y complicados de reponer, especialmente en una familia imperial no demasiado dada al don de los kamis -Para ser sincero me esperaba algo en plan, "si, la mayoría de los sacerdotes guardianes acabaron ejecutados y ahora la Ciudad Prohibida vive apenas sin protecciones mágicas desde entonces"

Menos mal que no es el caso -añado dejando escapar un largo suspiro. Por fin una cosa se hizo bien en medio de toda aquella locura sin sentido.

-¿Hay modelos famosos en la ciudad que posan deliberadamente para el arte de dormitorio? ¿Samurais? -pregunto frunciendo el ceño con incredulidad.

-Hum, no se... ten en cuenta que casi toda mi vida he vivido en tierras Kakita. No digo que no me detestara nadie, pero la mayoría eran lo suficientemente corteses como para guardarse su veneno para cuando no estuviera presente -contesto con socarronería.
-Aunque una vez un compañero de dojo, con algo de sake de más, me dijo que era más que vanidoso, demasiado estúpidamente centrado en mi mismo e incapaz de empatizar con casi cualquier cosa que no tuviera que ver conmigo...

¿Te lo puedes creer? Hasta para lanzar insultos de borracho guardamos una perfecta etiqueta. Pero en fin, creo que entiendo lo que debo hacer, ignorar lo que le interese de verdad al señor Otomo y actuar como si lo que me interesase a mi fuera mucho mejor. No es nada tan grave como para que se lo tome como algo personal, pero tampoco tendrá, esperemos, demasiadas ganas de volver a verme cerca... Y teniendo en cuenta que Yashiko-san ya me tiene bajo control, pensará que incluso paseándome de vez en cuando por la Ciudad Prohibida puede ignorarme por completo sin más importancia.
O al menos espero que ésa sea la conclusión que saque -puntualizo, teniendo en cuenta lo que estamos hablando la Daidoji y yo, que no deja de ser hipotético. Aunque tanto ella como Yashiko son bastante duchas en Otomos, y las dos están de acuerdo en que es mi mejor opción.

Por otro lado que coincidan las dos es gracioso. Se parecen mucho más de lo que ninguna quiere reconocer, ju, ju.

-¿Ya te quieres librar de mi? Bueno, reconozco que va siendo hora, si... Pues mira, tengo que ir a la Ciudad Prohibida de un modo o de otro. Tengo que avisar a Kamoko-sama y a Hanashirusato-sama del asunto del retrato, aunque probablemente ya lo sepan. Por supuesto tengo que comenzar el trabajo con éste, y... aún tengo un gaki que cazar con Nisio-sensei, aunque está claro que eso depende de ella decidir cuando y cómo, supongo.

Por cierto, hablando de empresas de las que probablemente no se vuelve con vida... ¿Conoces por casualidad a Matsu Shinode-san, la cuñada de Matsu Umeko, o a alguien que pueda presentármela graciosamente?

[Isawa_Hiromi]

"No fue bonito, no, porque nada era lo que uno sabía que debían ser las cosas, destacar era un problema tanto si lo hacías como sino. O para el Clan porque no ayudabas o para ti mismo por lo que eso significaba si te llamaban allá arriba.

El primer año del nuevo reina aún podías notar el nerviosismo al ser llamado por los cortesanos a la Ciudad Prohibida como si algo aún les advirtiera que no podrían salir..."

"Oh, una de las cosas que hizo bien el Cangrejo fue apoyar a que no se hiciera dicha purga, el señor de los Hidas puede que hubiera quedado subsumido en el carisma del Hantei pero era un hombre que sabía bien de recursos y de lo valioso de estos y de protecciones y barreras, no como sacerdote, por supuesto, pero sí como general. ¿Qué Cangrejo querría sacrificar a una docena de Kunis sólo por "un fallo"?"

"Aaaah nono samurais no. Hinins en su mayoría, después de todo tiene lógica ¿no?"

Los hinin eran poco más que jarrones decorativos, con suerte, para un samurai, así que ser parte de un modelaje como si fueras parte de un bodegón tenía más que sentido, retorcido pero lo tenía.

"Aunque bueno, hay algún que otro modelo al que no se le ve la cara que crea dudas y rumores, ya sabes, aunque yo creo que Maiko-san lo hace bien y a posta para tener al público especulando."

"La mejor opción de todas sería que al verte por la Ciudad Prohibida pensase que eres un patán vanidoso de provincia creyéndose en el mejor momento de su vida por poder pasear por la Ciudad Prohibida.

Que mira, no es muy diferente a la realidad jajajaja"

Bromeó Nozomi.

"Pero qué idiora eres... sonrió por lo de dejarte Pues mira, si que conozco a varias personas que la conocen, yo con ella he coincidido pero nunca hemos hablado más que varias palabras de presentaciones, pero está una chica que su marido trabaja en la Embajada Doji Miki y luego, por cierto, está "tu cuñada" Doji Akashi, que también la conoce."

Te explicó.

"¿Y por qué la necesitas?"

Se levantó contigo.

"Te acompaño hacia arriba porque no eres el único que tiene que subir. Ayer el Segundo Ministro de Personal, Otomo Hyuobu me escribió y con ese tipo no se puede hacer nada que no sea obedecer, así que voy a ir a ver qué tripa se le ha roto, aunque me imagino lo que es juju"

Sonrió divertida.

"Tengo una especie de... buena relación con este debido a justamente mi mal comportamiento con mi clan y mis oídos donde no se debe y en el Ministerio de Personal no hay nada que guste más que enterarse de lo que los demás no quieren que sepas a través de gente como yo.

Y si te preguntas qué saco yo de todo esto, más allá de lo evidente, es, por supuesto, que algún que otro hijo de perra que se cree que puede pasar de incógnito sea descubierto antes si quiera de abrir la boca"

[Kakita Koji]

-Es lógico, un gran sacrificio para el que seguramente no se hubieran preparado -murmuro pensando que debía de parecerse al pato que destaca siendo el más grande y lustroso del corral, sólo para ser por ello el elegido para la cena.

-Es bueno saber que se puede confiar en el pragmatismo Cangrejo incluso cuando están inmersos en el caos. Sacrificar shugenjas es como cortarles el dedo índice a tus arqueros tras fallar un disparo, algo contra natura para cualquier general competente.

Por otro lado, matar cortesanos debía ser visto por aquel Hida como algo muchísimo más intrascendente -pienso encogiéndome de hombros, el lado oscuro de ese mismo pragmatismo, supongo.

-En esta ciudad hacéis cosas tan extrañas... Lo más gracioso de todo es que parecéis convencidos de que tienen toda la lógica del mundo -bromeo con una risotada, cuando Nozomi asegura que eso de los "modelos" tiene sentido. Ella no es una otosanita de nacimiento, pero está claro que ya es adoptada al menos, ju.


-No hay mejor engaño que una verdad, ¿no es eso lo que dicen los Bayushi? -replico con media sonrisa socarrona a eso de la "mejor opción" para mi según la Daidoji. -No se si entro en la categoría de patán, no siempre al menos o dependerá de a quien le preguntes, pero todo lo demás seguramente sea cierto -confieso con humor.

-Doji Akashi, hum... ¿Que por qué la necesito? Pues según tengo entendido, Matsu Umeko consulta con su cuñada Shinode casi todas las cuestiones "sociales", o al menos valora muy mucho su intuición y consejos al respecto. Si voy con el asunto del cuadro, tarde o temprano acabará pidiendo la opinión de Matsu Shinode, al menos si no se cierra en banda nada más oírlo.
Pues teniendo en cuenta eso, si he sido capaz de sondear esa opinión de antemano sabré si tengo opciones y una aliada llegado el caso o todo lo contrario.

Que también podría obviar ese paso y dejar que las cosas fluyeran a su manera sin pretender anticiparme, claro. Es la otra opción -expongo sin más la duda, esperando que Nozomi diga lo que le parece tanto una cosa como la otra.

-Entiendo... Les hablarás bien de mi, ¿no? Yo diría que "extraordinario y carismático" es una buena definición, razonablemente ajustada a la realidad; pero usa tus propias palabras si lo prefieres... -le sonrío con fingida galantería, tras levantarme con ella y comenzar a andar en dirección a las puertas de la Ciudad Prohibida, no sin antes hacer una parada obligada en el despacho aposento que su hermana le ha asignado a Doji Kamoko en la embajada.

[Isawa_Hiromi]

"El pragmatismo de lo que uno puede entender por sus propias vivencias, si.
Digamos que uno de los mayores problemas con el señor de los Hida fue que no se dio cuenta del valor de las familias Imperiales y de todo lo que hacen. No sólo como los Miyas y sus shishas y heraldos, no sólo como una Guardia Seppun, la Ciudad Prohibida, los Ministerios, las leyes... todo es un órgano perfecto."

"A ver, hacen cosas de locos, pero dentro de esa locura todo tiene sentido, esa es la cosa." Sonrió.

"No sólo los Bayushis, ya lo sabes." por tu parte Daidoji, que es lo que ellos hacían. Los Daidoji no solían mentir, sólo ocultaban datos...

"Vaaaaaaaaaaaaya vaaaaaaaaaaaya vaaaaaaaaaaaaya. Nuestro duelista sin duda ya está aplicando el Iai en la corte jujuju Me parece MUY buen paso ese el de Shinode-san juju Sisi no pierdas esa oportunidad...

Oye, creo que sé cómo puedo ayudarte en eso, conozco un sitio donde suelen reunirse en este distrito, es una pequeña casa de té. Las casas de té famosas suelen estar en los distritos exteriores porque es donde está todo el movimiento pero justamente por eso ellas no van allí y suelen tener aquí también lugares donde estar más "tranquilos" y sobretodo mucho más proclives a guardar esa honra de buenas esposas.

No está muy lejos de aquí, podemos al subir enseñartela."

Te dijo antes de hacer la parada donde Kamoko para que ella te indicase que estaría allí toda la mañana que luego, en el día fueras a verla.

En dirección a la Ciudad Prohibida, más allá del parque entre las dos embajadas, en las últimas manzanas antes de llegar a la Muralla Nozomi te señaló una pequeña casita con patio a los cuatros lados que en la puerta tenía un discreto cartel. "Las tres piedras" se llamaba.

"Lo lleva un Asahina, es un lugar muy tranquilo, idea para cuando la ciudad quiere venirse abajo, resguardarte ahí."

[Kakita Koji]

-Rara vez los bushis nos damos cuenta de todo el enorme sistema burocrático y lo que cuesta moverlo. Para nosotros no es más que una molestia a la hora de resolver las cosas como nos gustaría, por la vía expeditiva con violencia y sangre, pero lo cierto es que también es la base de la civilización; las leyes, el orden, propiedades, derechos... todo se sustenta en burocracia.
Así que desde luego que puede ser molesta, pero la alternativa de su ausencia es peor.

Aunque ojo, yo no digo que esa máquina sea perfecta en absoluto. No me he vuelto "tan" otosanita todavía, ju -añado soltando una risotada socarrona.

-Lo se. No sólo Bayushis -contesto sonriendo de medio lado y asintiendo.

-Bueno, qué quieres... Ya dijo Kakita-shiryo que todo era iaijutsu. Si estudias el punto débil de la guardia del oponente y lanzas un único corte más preciso, mejor. Eso vale para la política, tanto como para los negocios, que en cierto modo es lo que nos ocupa; uno artístico pero negociado a fin de cuentas -resoplo encogiéndome de hombros con un disimulado tono de rubor, como si quisiera quitarle importancia a eso de que esté aprendiendo a nadar en la corte, y no sólo a flotar.

Cuando me cuenta la historia de aquel lugar, y lo señala al desviarnos lo mínimo para pasar lo suficientemente cerca, me quedo mirándolo sin saber muy bien qué hacer a continuación.

-¿Así que quieres decir que podrían estar allí ahora mismo? -murmuro rascándome la cabeza. -Hablas en plural claro, te refieres a su club de damas.
Supongo que podríamos entrar y comprobarlo. Pero aunque así fuera y estuvieran, no podemos abordarlas sin más cuando precisamente acuden a este local para estar tranquilas... ¿no te parece? Sería un poco descortés -expongo cruzándome de brazos pensativo, sobre las muchas aristas del poderoso concepto de la cortesía Kakita.

-Otra cosa es que nos reconocieran, y fueran ellas las que iniciaran la conversación, ya sabes. No se si sabrán quien soy yo, pero apuesto a que si saben quien eres tú sólo con verte, la famosa ovejita negra. Con eso quizás sería más que suficiente...

¿Qué opinas? ¿Entramos a curiosear por si acaso? -le pregunto a Nozomi para atender directamente a su opinión.

[Isawa_Hiromi]

"¿Y te has parado a pensar lo que sería que tú tuvieras que hacer eso en vez de las personas que ya lo hacen? "

No sólo que los bushis no lo vieran sino el problema de si hay huecos causados por eso hay que llenarlos para no caer en el caos.

"La burocracia nunca es perfecta de hecho estoy bastante convencida que la dejan imperfecta a posta pero al final las cosas se mueven porque hay una serie de sistemas que hay que seguir y unas formas que no todo el mundo conoce.

Y bueno, dirás que aún no eres otosanita del todo... ya veremos..."

"Que las enseñanzas de Kakita-shiryo fueran tan sencillas y complejas de comprender tiene sus pros y sus contras, nos hace pensar que podemos con cualquier cosa hasta que recuerdas que tan siquiera puedes con cualquier adversario en la tierra ju"

Nozomi se quedó contigo parada delante de la casa de té y asintió.

"Si, es posible que estén ahí, al menos algunas, sé de buena tinta que muchas veces, cuando ya sus maridos han empezado a trabajar vienen a hacer un desayuno tarde la mayoría de ellas y a charlar un poco antes de irse a hacer sus tareas de buena esposa por la mañana para dejarlo todo listo para el medio día."

te explicó.

"Al menos me he topado saliendo de aquí a Miki-san más de una vez por eso."

Musitó.

"Hum........ déjame pensar por qué podríamos entrar sin que fuera muy raro, las excusas son lo mio...."

Se cruzó de brazos.

"Ah, ya sé ¿Tienes hambre? Este lugar tiene unos pastelitos para tomar con él té super esponjosos y muy ricos, son de estos que te saben a los que tomabas cuando eras niño, tienen cierta fama. Podemos entrar a "tomar unos" y a hacernos los encontradizos, si hay alguien que yo conozca siempre puedo saludar y así hago de enlace."

Te contó haciendo que la siguieras hacia dentro.

La casa de té aunque tenía una segunda zona, en habitaciones exteriores y superiores privadas tenía una enorme zona central con muchas mesas para poder tomar allí lo que fuera con la separación sobre todo y para tu sorpresa de enormes macetas con pequeñós árboles que hacían de separadores entre estas provocando cierta intimidad.

Nozomi tenía razón al pensar que podrían estar, justamente en una mesa cerca de una de las fusumas abiertas a uno de los jardines laterales estaba el grupo, Shinode acompañada en esta ocasión por una tortuga y para vuestra suerte de Doji Miki.

Nozomi te hizo una seña con los ojos y te sonrió mientras te indicaba que la siguieras como si fuerais a una mesa cercana pero antes de llegar, al estar de pie y tener cierta visión se acercó hacia las mujeres.

"Oh, buenos días, mis señoras. dijo Nozomi llamando la atención ¿han venido hoy como usualmente a desayunar juntas? sonrió al preguntarlo justamente después de lo que Miki-san me estuvo recomendando los pasteles de desayuno de este lugar me he decidido a venir con un amigo a probarlos." hizo una seña para que te acercases."Oh, perdonen, les presentaré, puede que lo hayan conocido en alguno de los eventos artísticos de la ciudad, es Kakita Koji-san, duelista y pintor."

[Kakita Koji]

-Eso sería malo para mi, y para todos los demás también -bromeo con una risotada negando enérgicamente siquiera el querer pensar demasiado en esa opción. Los bushi perderíamos la paciencia demasiado deprisa si tuviéramos que ocuparnos de lo que hacen los burócratas.

-Ah, ¿pero se puede llegar a ser otosanita del todo, alguna vez? -sonrío de medio lado rascándome el mentón. Demasiado complejo como para poder llegar a abarcarlo todo, salvo honrosas excepciones, ju.

-Creo que Kakita-shiryo quería decir que no importa tanto poder con cualquier adversario exterior, siempre y cuando puedas contra el mayor que cada duelista tendrá siempre, uno mismo.
Es decir, la primera lección es conocerse uno mismo. Derrotar a tu yo que duda, al que no se ve capaz... ese ser oscuro que habita dentro de cada cual, que tiene miedo y nos anima a abandonar. Una vez que hayas conseguido eso, serás la mejor versión posible de ti mismo y... llegarás hasta donde la fortuna del iai haya querido que llegues, pero con el orgullo de haber honrado el alma que te fue dada.

No es que el iaijutsu sea una filosofía de combate que se pueda aplicar al resto del mundo, es que es una filosofía de vida que se puede aplicar al combate. Eso es lo que significa la frase más famosa dicha por el ancestro, si me preguntas a mi -explico encogiéndome de hombros, pues es posible que otros tengas otra interpretación. Equivocada, por supuesto.


-Desde luego parece un buen plan, uno de esos que sólo podría ser habitual en Otosan Uchi -respondo con cierta sorna, porque eso de desayunar tranquilamente en un local público a media mañana suena muy bien, y a la vez es algo que en casi cualquier otro rincón del Imperio, en las provincias sonaría a locura.

-Pastelitos antes de entrar en la Ciudad Prohibida -repito para interiorizarlo. -Tiene sentido. Mi sensei me golpearía con un bokken por verme pensando en dulces, ¿pero a quien le amarga uno?

Está bien, vamos allá. Te sigo -añado al final tras exhalar y alisarme un poco el kimono para causar una perfecta impresión, que eso siempre ayuda a ser mejor recibido.

Cuando nos acercamos a la mesa ocupada por las mujeres, dejo que la Daidoji lleve toda la voz cantante y me mantengo alejado lo que marca la etiqueta para no ser atrevido, hasta que ella me presenta formalmente.
Entonces doy un paso adelante, aún sin invadir el espacio de ellas por si no se es bien recibido, es lo cortés.

-Mis señoras, es un honor para mi -digo a modo de presentación, ya que Nozomi ya ha mencionado mi nombre. Lo hago realizando una reverencia entre marcial y florida, pero elegante y perfecta al más puro estilo de los kendokas Kakita.
-Conozco a Doji Miki-sama, creo que nuestra amiga Daidoji tiene razón y ya nos hemos encontrado en algún evento de la embajada... -añado con un deliberado toque de exceso del tratamiento hacia la dama, cosa que suele agradar y así confío en que ella nos haga de gancho presentándome a sus otras dos acompañantes y siendo quienes inicien conversación más allá de los saludos protocolarios.

[Isawa_Hiromi]

"Y habría un repunte de peleas y muerte seguro que en las oficinas diplomáticas ju"

"Si le dices eso a un otosanita puede que te mate jaja ellos claro que lo son, pero te aseguro que con el tiempo y atendiendo a cómo de bien se te de asimilar cosas, esta ciudad puede atraerte a su lado oscuro jaja"

"Esa lección por mucho que esté escrita no es algo que la gente sea capaz de asimilar, también entiendo que en una sociedad donde nos comparan y donde hay guerras creas que el enemigo es el que tienes delante, pero es justamente esta clase de lugares, como esta ciudad, quien te enseña que es mucho más plausibles que caigas por ti que por otro." asintió esta.


"Los mejores planes son simples!" se rio esta antes que entraseis.



"Ah cierto, cierto Nozomi te pilló la entradilla para poder hacer presentaciones.Como sois nuevo no sé si las conocéis a todas. Ella es Kasuta Tama y ella es Matsu Shinode, puede que os suene algo más ya que estuvisteis por la Embajada León, es la cuñada de Matsu Umeko-san."

Comentó como si solo te estuviera presentando pero con totalmente intenciones de dejar dicho que tenías tratos por allí.

"Un placer. dijo Shinode tomando la iniciativa¿Han venido a desayunar?"

"Pues le estaba esta mañana comentando a Koji-san que en este lugar hacen los mejores pastelillos de estos que tomabamos cuando éramos niños del mundo, con un sabor tan único y simple que no se lo iba a creer y... ¡aquí estamos! ¿verdad?"

Las mujeres se taparon la boca para reirse asintiendo como si dieran que entendían esa sensación.

"Sin lugar a dudas la receta de aquí es como si todas las abuelas del Imperio se la hubieran dado porque sea la persona que sea siempre oigo esas mismas palabras."

Sonrió.

"¿Quieren sentarse con nosotras?" preguntó esta sin darle mayor importancia.

[Kakita Koji]

-Ah si, eso también, ju. No obstante piensa lo rápido que se resolverían ciertos trámites si se pudiera pelear a muerte con los funcionarios -sonrío de medio lado, siendo todos bushis tanto si el funcionario fuera el vencedor como el perdedor.

-Bueno a eso justamente me refiero. Lado oscuro o no, no dejo de oír que esta ciudad tiene secretos como para llenar varias vidas de experiencias, entonces... ¿es acaso posible para un mortal haber llegado a conocerlos todos, y por tanto ser, por decirlo así, ese otosanita pleno que ya lo ha visto todo? -contento exponiendo mi anterior pregunta de otro modo, pues creo que sigue siendo válida aunque es probable que si, que más de uno se ofendiera si se lo dijera. Lo cual es algo que debo recordar por si alguna vez quiero insultar a uno con estilo.

-Así es. Además el problema de buscar nuestro ser en la comparación con los demás es que... es un camino en círculos. Por mucho que avances, siempre encontrarás otro rival, y otro. Como un asno atado a un molino, nunca llegará a ninguna parte por mucho que corra... Entonces si esa senda no tiene meta, por definición no puede ser una de iluminación. Es la Rueda misma, es de lo que debemos huir.

Esta ciudad estará encantada de devorarte si no eres consciente de ello. Apuesto a que tanto el fondo de la bahía como los fumaderos de adictos al opio están repletos de aquellos -suspiro encogiéndome de hombros. No me interesa ser el mejor pintor, ni duelista. Sólo el mejor Koji posible.


-Ya, eso también se lo escuché decir a mi abuelo muchas veces, Daidoji -contesto tratando de contener una risotada, no quedaría bien recién entrando al local, mientras pienso en lo bien que se habrían caído ambos.


-Es un placer conoceros, mis señoras -añado nuevas reverencias a la Matsu y la Kasuga, ignorando bastante el hecho de que ésta sea de un clan menor.
-Sin embargo... les ruego disculpen mi memoria, aún no lo suficientemente acostumbrada a una ciudad con tanto movimiento, pero... ¿no nos habíamos visto antes, aunque fuera fugazmente, Shinode-sama? -añado dirigiéndome a la leona con un gesto pensativo -Estoy seguro de que si hubiéramos sido presentados formalmente me acordaría, sin embargo es posible que... ¿por casualidad no habréis acudido a algún evento en el que hayamos podido coincidir? Tal vez en la corte... Hum, no, creo que no. ¿En alguna de las presentaciones, tal vez? -apuesto como si me estuviera acordando de la presencia de Shinode, de haberla visto entre el público al menos aunque no hubiéramos hablado en persona.

Realmente es una pregunta retórica, porque no es que me acuerde en realidad, cosa que tampoco afirmo, pero es bastante probable que si hubiera estado al menos en la presentación del cuadro de Soshi Satomi porque por allí pasó media ciudad.

-Recuerdo perfectamente a Matsu Umeko-sama, por descontado. No se lo digan a mis demás oponentes, pero sin duda con el Orgullo disfruté del mejor duelo de todo el seminario.
Un bushi fascinante -suspiro pensativo, como si aún le diera vueltas al impacto de encontrar en un torneo de iaijutsu a una berseker Matsu, y más aún mostrando tal dominio de la técnica.

-La casualidad ha querido que justo tras contarme eso, hayamos pasado por la puerta del local donde los preparan -les confío como "anécdota", dejando en el aire la idea divertida de que Nozomi se hubiera desviado aposta para tomar aquellos dulces. Y ése era el inofensivo motivo por el que entrar, sin más.

-¿Sentarnos? -repito mirando a la Daidoji -No queremos molestar su reunión... -comienzo a excusarme, pero más que para negarme, para mostrar la debida etiqueta como si la invitación fuera un regalo que hubiera que rechazar las suficientes veces.
Pasado ese trámite de cortesía, si aún sigue el ofrecimiento en pie, vuelvo a mirar a mi acompañante para aceptar finalmente de buen grado su proposición.

[Isawa_Hiromi]

"Si, pero luego a saber si eres capaz de cumplimentar los formularios tu solo y terminas cometiendo sepukku con tal que termine ese sufrimiento rápido y poder acabar lo que estabas tratando de hacer."

Se rió con ganas Nozomi.

"Si tienes que saber todos los secretos de la ciudad ni los otosanitas serían otosanitas jaja Lo que si que te digo es que hay una mezcla en ellos desde los que saben de todo hasta los que se vanaglorian, eso sobretodo en los distritos exteriores y sus gentes, que para qué necesitan saber más que de su propio distrito o como mucho de la ciudad como si el resto del mundo no importase en absoluto."

"Ohh si, creeme, es un verdadero peligro. Por eso creo que surgió la unión en esta ciudad de los artistas porque somos los primeros que estamos tentados en caer a esos fondos. De alguna forma hubo una especie de solirdaridad con respecto al arte y a la pasión que nos mueve que fue evolucionando en un apoyo entre artistas, en dar entretenimiento, en dejar la política de lado... y así hasta ahora."


...


"Ah pues... seguramente si, pero claro, es normal que no os acordéis, hay tantas cosas en esta ciudad."

"Calló en la trampa Shinode" mientras la Kasuga asentía y añadía con voz muy ténue:

"En las exposiciones de arte, sino recuerdo mal, cuando fuimos juntas el otro día..."

"Si, justo con eso. A su exposición, en el templo. Hicimos una actividad de grupo juntas para hacer la ginkana, fue muy divertido."

"Mi cuñada es alguien complicada de olvidar y una bushi sin igual." dijo con verdadero orgullo nada fingido en la voz.

"Ah no, por favor, si estaban hablando de los dulces justo pasando por delante es destino."

Bromeó Shinode señalando que tomeis asiento sin darle mayor improtancia tras un par de negaciones extra de rigor. Nozomi llamó a la camarera con un gesto de su mirada para mientras os incorporábais al grupo pedir la excusa de haber venido.

"Tengo que felicitarle por su obra, Koji-san, lo cierto es que me reconozco de los convertidos, estaba muy escéptica de su concepto la primera vez que lo oí pero reconozco que fue más mis prejuicios que lo que vi."

[Kakita Koji]

-Ah no, eso si que no. El papeleo es tan incivilizado... -replico con socarronería a su carcajada, dándole la razón. -Quizás llegue el día en el que los samurai de capa y espada desaparezcamos, y sólo queden los que viven entre montañas de documentos... pero para ese día yo ya estaré con mi trasero bien acomodado en el Yomi, y me dedicaré a lanzar maldiciones a los vivos como pasatiempo, ju, ju.

-¿Así que los distritos son como pequeñas ciudades dentro de la ciudad? Bueno teniendo en cuenta que hay diferentes gobernadores, guardias y clanes dominantes puede que sea el efecto lógico. Aunque me recuerda a eso de que a alguien los árboles no le dejan ver el bosque; la parte puede ser muy cautivadora, pero en buena medida lo es porque está dentro de un todo que la hace interesante.

Como sacar un verso suelto de un poema hermoso. -suspiro encogiéndome de hombros. Sonará bien, pero le faltará casi toda la trascendencia.

-El arte no entiende de trincheras -afirmo asintiendo -Para quien no tenga un espíritu capaz de afectarse por la belleza del arte, puede no importar demasiado. Pero vosotros... o en realidad nosotros, sabemos que la obra trasciende el tiempo y las rivalidades, y que sin todo ese bagaje previo del que hemos mamado no seríamos lo que somos hoy -explico, refiriéndome a que la mayoría de los artistas consumen y admiran obras de épocas pasadas, sin importar de qué familia fue su autor y si se llevaba bien o mal con ésta o la otra. Simplemente aprendemos y nos inspiramos, y sin esas fuentes universales no seríamos capaces de crear como lo hacemos, si nos hubiéramos restringido a autores del propio Clan, por ejemplo.
Así que la pérdida prematura de cualquiera de nosotros, es un golpe al corazón del arte mismo pues le priva de todo lo que pudiera haber creado, historial del que todos participamos en mayor o menor medida. Supongo que de ahí esa sensación de hermandad.

...

-Hasta hace apenas unos días, pensaba que Kyuden Kakita era populosa, imagínense mis señora... -sonrío, excusándome del motivo por el que me siento sobrepasado por toda la cantidad de personas a las que he conocido y saludado en mis exposiciones. Otosan Uchi será al menos diez veces más grande que la capital del daimio Kakita, si no más.
-Aún así, me gusta pensar que el saludo más personal por parte de un autor sucede a través de la propia obra de arte expuesta, si ésta conmueve a un espectador, entonces estos dos ya se conocen mejor de lo que cualquier saludo protocolario podría conseguir.
Si me permites la licencia poética -acabo refiriéndome directamente a Nozomi con media sonrisa cortés sobre la metáfora que acabo de hacer, ya que la poetisa allí es ella.

-Ah, la ginkana, cierto. Una genialidad de Kotoko-san... A ver qué se le ocurre para la siguiente vez, ha dejado el listón muy alto -claro, yo pensando en el retrato de la Ama, aunque ni siquiera se si Ella querrá exponerlo. Si no, tal vez sea el de la leona...

-No en vano es el orgullo de la familia Matsu. Una líder y modelo a seguir para cualquier bushi, pero especialmente los que siguen esa filosofía.
Uno no puede evitar preguntarse incluso qué contará la historia de un samurai así. Aunque obviamente eso aún está por escribirse, ¿no es cierto? -me pregunto de manera retórica, levantando la vista un instante como si cierto pensamiento hubiera pasado por mi mente pero enseguida se hubiera marchado.

-Diremos que ha sido el destino, por descontado -le contesto antes de tomar asiento finalmente, inclinándome en agradecimiento por su amabilidad.

-Es lógico el escepticismo, os lo aseguro. El concepto en si mismo ha sido bastante maltratado a la largo de la historia, así que... incluso yo sentía cierta incredulidad hacia mi propia idea. No porque dudase de ella, eso no, sino porque no podía estar seguro de haber sido capaz de dominar el lenguaje narrativo que necesitaba para hacerla realidad, la técnica, la pintura... la emoción...

Afortunadamente para mi, dos mujeres excepcionales me demostraron que si podía. Eso es lo realmente interesante para mi, lo que yo aprendo de mi y de quienes participan, antes de plasmarlo en un lienzo.
Después de eso, lo que queda para la historia, por supuesto. Ese tipo de pinturas, las que yo utilizo, duran siglos; y en un lugar como el Palacio Hantei, pervivirán aún más -comento sin darle más importancia al detalle, porque aún no se ha hecho público que el Trono haya adquirido toda la serie. Sin embargo lo dejo caer de pasada, como si ni siquiera me hubiese dado cuenta de ello.

[Isawa_Hiromi]

"Oh y espero que en ese momento podamos ser unos fantasmas metomentodos diciendoles a nuestros herederos que se biencasen o algo así juju"

Algo a lo que ella no parecía estar dispuesta, de ahí la ironía.

"Mira uno de los primeros fallos que cometí al llegar a la ciudad fue tratar que un heimin de un distrito me indicase cómo llegar a algo del de al lado... fue UN DESASTRE. Muchos de ellos no salen de sus distritos. Los samurais suelen moverse más pero no te creas, hay zonas donde viven tranquilamente sobretodo los del norte de la ciudad, los hay retirados también y para ellos el mundo empieza y termina en su distrito.

Mira yo a veces lo pienso como suerte ¿sabes? la suerte de vivir una vida donde tu única preocupación es pensar que otros se quejan que hay más ciudad y mundo pero tu ni lo necesitas.
Otros podrán decir que es aburrido pero depende de lo que hayas estado a punto de morir en guerras y demás quizás ese destino te parece todo menos aburrido."

"Tienes razón, de alguna forma todos nosotros pensamos que cuando dejemos de existir lo que sí que quedará serán nuestras obras, y que salvo grandes disputas capaces de terminar como obras todo lo que es mundano como esas cuitas desaparecerá pero el arte, es inmortal."

Asintió.

"Incluso en el reina del anterior Hantei esto se mantuvo por parte de la corte, que es algo que siempre me sorprendió pero supongo que de alguna forma ellos piensan que hay beneficio.

Una vez hablando con algunos me comentaron que este espíritu nació en la época de Hantei II, Hantei Genji y que este lo apadrinó aunque no habían disputas como más adelante de la misma forma pero puede que como naciera con una tendencia a ser bien visto por un Emperador que cuando fue evolucionando y cambiado la misma sensación se mantuviera."



...


"Bueno sin duda es una gran forma que te conozcan a ti." asintió Nozomi"También es una forma maravillosa que se conozcan mis posaderas jajaja pero ese es otro cantar jaja"

Bromeó esta haciendo que las demás tuvieran que taparse la boca con la mano por el comentario tan de improvisto.

"¿Fue idea de la dama Kotoko? Ya decía yo que era sin duda una presentación con..."

Se quedó mirando a Tama y esta dijo:

"Posibilidades."

"Trampas incluso. sonrió Shinode sin decirlo de mala manera pero lo cierto es que era verdad, la ginkana había estado llena de malos entendidos a posta para dejar en evidencia personas y pensamientos.


"Oh si, sin duda, para nosotros no existe una forma que no sea orgullosa y honorable." asintió Shinode."Mi cuñada es alguien que se toma muy en serio encarnar los valores del clan y de la familia,"

"Siento vergüenza por mi parte el haber sido de esas escépticas."comentó aunque le aseguro que no era tanto por una demonización directa sino porque... bueno, ese tipo de arte tiene un lugar y una forma de ser mostrado privado quería decir y cuando oí la propuesta realmente pensé que sería inadecuado por lo que entendía que era ese arte o lo que siempre había sido en su tendencia clásica."

"Y no pasa nada, Shinode-san, puede decirlo, que fuera yo la primera modelo no ayudó nada."

Sonrió Nozomi haciendo que esta ladease la cabeza con un "bueeeenoooo" más que un no.

"Lo que sí que es cierto es que... claro, no podría haberse expuesto y acertado de una manera distinta que no fuera en esta ciudad... seguramente en otro lugar hubiera tenido problemas, así que es valiente por su parte el no dejar que su alma de artista quedase subsumido en el temor fundado.

Como suelo decir, cuando hablo con mis amigas en el clubla valentía no es algo que sólo pertenezca a los bushis en el campo de batalla, hay muchas formas de ser valiente."

[Kakita Koji]

-Muy cierto; como ancestro tendré que enfadarme porque mis descendientes no hagan las cosas que yo no quise hacer en mi momento, y al revés -bromeo con sorna, dejando caer ese hecho bien sabido de que nos vamos volviendo conservadores y mucho menos rebeldes con la edad, hasta el punto de criticar en los jóvenes justo lo que nosotros hicimos con su edad.

-Es una ciudad demasiado grande, no es fácil desplazarse. Tener caballo propio o alquilar un palanquín no está al alcance de muchos heimins... A veces pienso que los Isawa deberían inventar un sistema por el que poder moverse de un punto a otro en un instante, como por ejemplo que los kamis del aire te lanzaran volando, y te recogieran en tu destino por supuesto.
Ni siquiera se si tal cosa es posible, pero desde luego suena divertido. -bromeo, porque como me han dicho muchas veces, "los kamis no son sirvientes de los humanos si no al revés" Pero es obvio que a los Kamis les gusta lanzar cosas por los aires, así que...

-Supongo que si, que el nivel de lo aceptable que te parezca el retiro tranquilo en una casita con una chimenea y una manta, depende de cuantas batallas hayas librado y cuantas veces estado a punto de morir -murmuro pensando que en mi caso probablemente no sea una cuestión de "donde" sino de "con quien" me imagine ese retiro apacible para que me resulte una idea atractiva, o no.

-Exacto. Fíjate en Aoki Ko, sin ir más lejos; ¿cuando leías su obra, te planteabas qué pensaba ella de los Daidoji? Seguramente no, y podría haberlos odiado por la situación de su esposo como general Akodo, a menudo sus enemigos. Quizás no, ¿pero importa realmente? Lo que trasciende, lo que te llega al corazón y te inspira es su obra, no sus circunstancias mundanas.

Claro que es un ejemplo algo retorcido, porque las mías si te afectan, así que... bueno, ya me entiendes -añado con un gesto enérgico de la mano como si dijera, "quita la parte que no tiene sentido, y mi ejemplo tendrá todo el sentido del mundo"

-Tienes razón, parece que existe una notable tendencia a recordar con mayor grandilocuencia los hechos y maneras de Hantei Genji que de la mayoría de sus descendientes, muy especialmente en el mundo del arte. Incluso ha creado su propia corriente de moda "estilo Genji" que permanentemente va y viene...

...

-Como saludo inmediatamente previo a conocerte, tampoco está mal -le contesto a Nozomi con una sonrisilla, sobre eso de sus posaderas.

-Si, todo surgió de la mente privilegiada de la dama Kotoko-sama. En cuanto supo del cuadro de Satomi-sensei quiso involucrarse, y además de este modo logró la oportunidad de descubrir el retrato en primicia antes que el público, acompañados de la propia modelo. Según ella, si no lo veía no podía crear la ginkana perfecta... -explico mirando a la Daidoji, encogiéndome de hombros con elegancia para no decir que fue una excusa, aunque sin duda si fue una brillante, ju.

-En cualquier caso debo decir que se superó. Mi parte favorita fue al paso por esa curiosa tienda de objetos perdidos. No se cómo se las arregló para dejar allí algo relacionado con cada uno, pero desde luego fue toda una sorpresa ver allí mis viejos dibujos de juventud -sonrío sin más, como si tampoco le diera excesiva importancia. Quizás así anime a Shinode a revelar lo que halló ella, especialmente si Nozomi me sigue el juego, cosa que sabiendo su procedencia real podría ayudarme a conocer a la león un poco mejor.

Por Doji, ahora que me acuerdo, esta Kasuga Tama es la misma Kasuga Tama en cuya casa nos refugiamos la sanadora Asahina y yo hace un par de días cuando el hospital se incendió... y llovieron flechas.
Después de quedarme mirándola unos segundos le hago un cabeceo de reconocimiento de deuda, pese a que no digo nada ya que podría considerarse de mal gusto sacar algo como un trágico incendio con víctimas en una sobremesa con damas no bushis.

-Es lógico. Aunque en el fondo todo samurai tiene el deber de representar con honor a su familia y a sus ancestros, el hecho de haber recibido ese título de forma expresa tiene que suponer una responsabilidad añadida. Es decir, si el Emperador en persona preguntase, ¿qué es un samurai bushi Matsu?, la respuesta no debería ser otra que vuestra cuñada... No es algo baladí en absoluto -comento, dejando entrever deliberadamente que es un razonamiento que yo mismo ya había hecho para mi, y la conclusión obvia era y sigue siendo que Umeko es la Matsu por excelencia, para todo.

-Un prejuicio razonable. Si me lo permite, me tomaré como un halago su cambio de opinión al respecto, mi señora Matsu -contesto con un gesto muy cortés, aunque sin parecer galante de más ya que son damas casadas.
-En realidad, mi arte pretende alejarse diametralmente del mal llamado "arte" de dormitorio. A mi me interesa el alma del modelo, no su exterior; y a la vez reivindico ese envoltorio de belleza humana que los dioses fabricaron, sólo como ese árbol que por magnífico que sea no debe evitar que comprendamos el bosque. Lo que somos, no depende de cuantas máscaras, capas de seda y abalorios nos cubran.

Se que es una dualidad filosófica contradictoria y chocante, por eso me pareció interesante plantearme el reto de resolverla en cada lienzo.

Que fueras tú la primera modelo, era la única posibilidad -añado dejando escapar una leve risa educada, refiriéndome a la importancia de Nozomi en ese primer paso.

-Sin duda, Shinode-san, sin duda. Incluso aunque los inmovilistas canónicos que campan a sus anchas en las cátedras de la Academia de Arte de Kyuden Kakita no me hubiesen impedido mostrar allí una obra como ésta... siempre habría resultado incompleta. Sobre todo porque allí la mayoría sino todos mis modelos habrían sido grullas, Kakitas además. Sólo en Otosan Uchi existía la posibilidad de cambiar radicalmente de perspectiva en cada trabajo, y así no repetirme ni caer en la unidimensionalidad.
Grulla, escorpión... la lógica del razonamiento indica claramente que ahora tendría que ser... perdónenme si me extralimito al realizar esta confidencia, un león.

Y créame que me alegra que haya mencionado que también se requiere valor por mi parte, porque es algo a lo que le he dado muchas vueltas, ya que... ¿qué león querría colaborar en una serie de arte grulla?
Se que hay una respuesta evidente; el señor embajador Ikoma Toushi-sama es un entusiasta de mi trabajo. Estoy convencido de que, si se lo pidiera, él podría presentarme a alguien totalmente dispuesta a participar. Mi problema es que en los casos anteriores no fue así el proceso; primero fue la idea, luego el nombre. Invertir el procedimiento en este momento crucial... temo que quizás simplemente no funcionase.

Así que... ¿en este caso la valentía sería afrontar lo que el señor Toushi-sama en su buena voluntad me ofrezca, o simplemente apartar de mi cabeza la idea de que el Clan León esté representado en la Galería Hantei, y pasar a la siguiente etapa? -planteo la dicotomía, como si hasta ahora no hubiera conseguido ver ninguna solución lateral diferente a una de esas dos. Sobre todo porque, aunque sea obvio que Umeko es la modelo perfecta, no doy ningún crédito a que aceptara; entonces, ¿vale la pena una segunda, o tercera o cuarta mejor opción, o es mejor dejarlo pasar?
De paso dejando caer el dato de que los cuadros están destinados a acabar siendo contemplados por los Hantei, los actuales y los que estén por venir por siglos.

[Isawa_Hiromi]

"No me quiero ni imaginar las de sandeces que yo llegaré a decir y dando gracias que nadie escriba mis memorias para que no dejen de rezarme ni tenerme en cuenta por hipócrita jajaja" Bromeó Nozomi.

"No tengo nada claro que los Isawas estén de acuerdo en tener a los kamis de aire trabajando para los humanos como si fueran mulas de carga juju pero se ve divertido eso de volar, al menos el otro día cuando vi a la Amada de los Cielos caminando tan tranquila por el cielo me lo pareció."

"De hecho un poco lo que tiene la cosa del pesudonimo es que como no sabes de dónde es puedes imaginar lo que quieras, tanto si es "de los tuyos" como "de los otros". Creo que fue uno de los motivos por el cual, en su inicio, no sólo despertó la enorme curiosidad sino que hacía que todo el mundo pensaba que hablaba de situaciones que conocía. Seguro que hubo hasta cierta psicosis en torno a si conocías a alguien capaz de hacer algo así, en las cortes claro, me refiero, no en un pueblo cualquiera jaja

Estoy segura que nadie esperase que fuera una zorro transformada en león."

"Tiene lógica porque mientras que otros Hanteis han favorecido otras cosas o en han tenido otros eventos en el reinado de este y aunque aún kamis estaban sobre la tierra y esto podría haber opacado los hechos este se dedicó a que no le importase y a fomentar en un mundo que acababa de ser recuperado para los humanos a facilitar las visiones artísticas de él.

La mayoría de las escuelas de arte ancestrales, todas ellas surgieron durante su reinado."

Te contó.


...


"No, muy de mi estilo, la verdad." se rio por lo del saludo.


"No me cabe la menor duda que la dama Kotoko no sólo es capaz de involucrarse sino de encontrar la excusa genial y perfecta." como montar una ginkana para poder pasar por encima del que fuera y ojear la obra antes que nadie. Sonrió Shinode.

"Oh... ¿Créeis que fue ella la que lo hizo?" se sorprendió Shinode."Tama-chan dice que esa tienda... bueno, que no trate de buscarle mucho la lógica que "siempre ha estado allí y que siempre ha sido así" que por eso es Miya Nisio su patrona..."

Tama a su lado asintió.

"Lo cierto es que me dejó muy sorprendida, si, a mi también. Si se le soy sincera llegué a pensar que "menos mal que la exposición era de un Grulla" porque si hubiera sido de un Escorpión me hubiera hasta asustado..."

Cuando miraste a Tama y eso cruzó tus ojos ella sonrió un poquito y asintió como si dijera que "entendía que no era agradable un tema así", motivo por el cual pensabas que ella no lo había sacado y menos delante de otras personas, como Shinode.

"Es una pesada y honorable carga sin lugar a dudas que mi cuñada trata cada día de cumplir.
Con suerte espero poder ayudarla no en demasiado en ese camino."

Puso una sonrisa tímida mientras miraba hacia abajo, hacia su barriga.

"Es una posición complicada la de explicar al principio su propuesta porque además el desnudo está muy en contra del cáriz estético que está establecido"

Por su clan especialmente, quería decir, ya que la completa desnudez se veía como algo burdo, poco elegante y sobretodo poco erótico.

"Quizás por esa falta de algún elemento el poco erótico para la visión general es mejor para mostrar lo que decís..."

meditó en voz alta.

"Ah... ¿Estabáis pensando en hablar con alguien de nuestro clan?"

Se sorprendió pero no tanto porque fuera león sino por la información extra y de primera mano, eso era casi excitante.

"Ah claro, sisi, el Embajador es una persona... muy especial y creo que a veces tiene una visión mucho mejor de lo que otros piensan, lo que pasa es que la pasión sin control, pues... ya sabe.

Mi cuñada siempre habla de la capacidad que tiene para ver algunas cosas y sobretodo del problema de mantenerle a salvo de estas mismas visiones." bromeó un poco.

"Hum.. pero si quiere en mi clan supongo que tendrá ciertas ventajas e inconvenientes... hay mucha opinión dividida..."

[Kakita Koji]

-Claro, usando como comparación las mulas de carga no vamos a convencer a nadie. Tú eres poeta, seguro que se te ocurre con tu retórica privilegiada una manera mucho mejor de expresarlo, para que se note que somos nosotros los que seguiríamos sirviendo a los kamis, y no la revés -resoplo cruzándome de brazos con una sonrisa socarrona, más como un reto dialéctico imposible que como algo que, por descontado, tenga algún futuro real.
-¿La Amada...? Ah, si, la dama Isawa. Kazumi-sama, eso es. Por lo que dicen de ella, lo que me extrañaría es que no acabara desposándose con un Kami de Aire -replico encogiéndome de hombros, pues tal es su fama de conexión con su elemento que eso de "amada" más parece literal que una simple metáfora.
Aunque tal cosa sea imposible, ju.

-El seudónimo tiene mucho sentido durante la vida del artista, precisamente para adelantar a su propio tiempo ese efecto que el paso de éste creará, de hacer irrelevante sus circunstancias personales frente a su producción artística.
Es lógico que en la corte más de uno temiera que Aoki Ko pudiera ser alguien cercano, tanto un amigo como un enemigo, e incluso que creyera reconocer en qué hecho real estaba basada secretamente una de sus novelas, pues la mayoría de sus escenas y trasfondos se daban por doquier en una y otra familia, y quien más quien menos podía tener conocimiento de algo similar que hubiera ocurrido en la suya propia.

Seguro que eso suscitaba cierta tensión. ¿Saldría a la luz en la siguiente novela algún suceso oscuro de la familia propia, o de la rival? ¿Se daría alguien por aludido o lo señalarían otros por ello?
De haber utilizado su nombre real, pues claro los demás habrían argumentado que todo era una cortina de humo Ikoma para vanagloriarse ellos y dejar en mal lugar al resto. Por su parte tampoco los leones internamente habrían estado muy felices con quien podía airear sus trapos sucios en cualquier momento... Sin embargo, ¿qué queda de todo ese drama y esos prejuicios ahora? Absolutamente nada -afirmo convencido. Ya nadie se puede sentir aludido por algo que en teoría habría sucedido hace doscientos años, pese a que probablemente muchos sigan reconociendo en las novelas hechos que han vivido o conocido muy de cerca.

-Así es, como la Academia Kakita -asiento dándole la razón, como si fuera un mantra que habíamos repetido en el dojo una y otra vez hasta aprenderlo de memoria. La filosofía de la escuela la fundó Kakita en persona, pero en realidad la Academia como tal fue creada por sus sucesores durante el periodo Genji, para asegurarse de que sus enseñanzas no se perdieran de una generación a la siguiente, ni se dispersaran entre cientos de dojos independientes. -A diferencia de lo que muchos creen, la escuela de duelistas no está segregada de la de artistas. Todos se reúnen bajo el lema de que "todo es iaijutsu", y desde el principio los señores Kakita comprendieron que la influencia del arte en los duelistas y viceversa no sólo no era negativa sino que se convertiría en una seña de identidad familiar. Tan descendiente de Kakita-shiryo es quien empuña una espada como quien usa un pincel... Además la convivencia de los futuros bushis con otros samurai destinados a la vida civil y cortesana sólo nos enriquece más todavía.

Y da espacio para muchos romances, eso también. Pero somos grullas, lo llevamos en nuestra naturaleza de una forma o de otra -añado con sorna. Aún así está claro que los bushis Kakita sabemos movernos en la corte con más naturalidad que ninguna otra escuela marcial precisamente por esa mezcolanza.

...

-Si, yo también he escuchado que esa tienda es bastante peculiar. Sin embargo, más allá de que lo que encontrase cada uno para regalar a la maestra Soshi hubiera sido puesto por la dama Kotoko o no, lo cierto es que fue ella quien escogió ese lugar y quien decidió de forma general qué debíamos buscar allí, así que... en realidad sigue siendo la responsable de lo que cada cual encontró. Si directa o indirectamente, al final es lo de menos -argumento tratando de buscarle cierta lógica al asunto, aunque sepa más de lo que digo. En la corte siempre es normal que todos digan siempre un poco menos de lo que saben.

-Kotoko-sama tiene el talento para convertir cualquier cosa en un evento digno de la alta corte -para bien y para mal -En cualquier caso me gustó su enfoque precisamente por confrontar lo que se pudiera haber llegado a creer con lo que se veía al final. Me enorgullece pensar que mi obra tiene mucho de conocimiento de cada modelo, y de exposición más allá de su piel de su auténtico ser por encima de cualquier prejuicio que... siendo honestos, no son infrecuentes en la corte.
Así que si le sorprendió para bien, es que encontró el auténtico camino de la exposición, mi señora Matsu -le confieso con un cabeceo de agradecimiento por haber participado, y más aún por haber sido capaz de dejarse sorprender.

-Seguro que puede usted ayudarla de muchas maneras, Shinode-san -sonrío sin darle mayor importancia al gesto, aunque si la tenga.

-La diferencia entre la estética y la belleza es que lo primero pasa de moda. Lo que está de moda hoy, mañana será de mal gusto por anticuado, dicho de un modo exagerado claro.
Pero la belleza, siempre permanece. Un bosque, una montaña, la furia del mar, o el palacio del Hantei... han sido admirados desde que existen y tenemos uso de razón, y lo seguirán siendo. El cuerpo humano, como tal producto de la mano de los dioses que es, entra en la misma categoría.
Pero lo que nosotros mismos podamos imaginarnos o no en ciertas situaciones -añado refiriéndome a esa cualidad de erotismo que ha dejado entrever sin nombrar -sólo es un accesorio de nuestra producción, como la seda y los adornos. Al igual que estos, cambian las modas y pasan de largo -explico refiriéndome a que en el erotismo, lo que se considera erótico y lo que no, forma parte de la moda de cada época, incluso de la cultura de cada clan. Por tanto es fugaz y pasajero, falto de todo interés para mi en esta obra, donde busco cotas más altas de percepción del ser humano.

-Estoy de acuerdo, vuestro clan es uno de los que mejor podrían comprender esta diferenciación, y por tanto apreciar mis obras tal como son concebidas. Sin... elementos innecesarios -le contesto como si fuera eso lo que ha dicho, que no es exacto pero lo piensa, o casi.


-Tiene razón, en su clan hay una lógica disparidad de opiniones. Yo también he pensado como usted que colocaría a Toushi-sama en una posición comprometida, eso me hace sentir que no sea la opción adecuada aunque quizás si la más eficaz...

Sin embargo también tengo que daros la razón en otra cosa. Si vuestra cuñada es un ejemplo a seguir por buena parte del Clan, pues todos saben que el honor y orgullo de su carga es llevada con toda dignidad, y además o precisamente por ello mismo es una de las encargadas de... digamos "contemporizar" a veces el exceso de entusiasmo del señor embajador en sus visiones... Entonces tal vez a quien debiera pedir ayuda en primer lugar para encontrar a la modelo perfecta dentro de vuestro Clan... sería a Umeko-sama.

Hum... Comprendo que es una deducción lógica, y a la vez... parece una locura. ¿O no? -le pregunto al final a Shinode con un gesto genuino de confusión, como si todo aquello fuera la conclusión racional de las palabras de la propia dama.